Cual Es? - FM Rock & Pop
Y si tocan dos bandas en un escenario ¿Cuál es?
Cronista: Gentileza: Pablo Krause | Fotos:
Beto Landoni
12 de Diciembre, 2005
Cuál Es? –el programa de Mario Pergolini- cerró el año en el Estadio Obras ante dos mil oyentes invitados. Como cierre sorpresa, Divididos y Los Piojos compartieron el escenario durante una hora y finalizaron el concierto con un senti
Esta vez el camión de la Rock & Pop detuvo su marcha en el Estadio de Obras Sanitarias, en donde fueron citados los 2005 oyentes que habían ganado las entradas para la ocasión. Además de la emisión en vivo del programa, actuaron en vivo los Tristemente Célebre –que jugaban de locales con De la Puente- y para finalizar, una presentación sorpresa en la que –simultáneamente- pisaron el escenario Divididos y Los Piojos quienes fueron intercalando un tema cada uno para finalmente compartir las tablas para homenajear al señor Noberto “Pappo” Napolitano.
La mañana arrancó –en lo que a música se refiere- alrededor de las diez y media, cuando sobre el techo del camión se hicieron presentes los Tristemente Célebre, banda cuyo guitarrista es nada menos que Eduardo De la Puente (conductor de “Cuál Es?”) quien dejó el micrófono para colgarse la Fender y rockear un rato, precisamente en el día de su cumpleaños.
A casi un año de la edición de su disco debut, los “TC” (como rezan las remeras utilizadas por la banda) ofrecieron un set más que contundente, integrado prácticamente por temas propios, a excepción de “Música de fondo para cualquier fiesta animada” –tema de Sui Generis- que la banda interpretó, según explicaron, “a pedido de Mario (Pergolini)”. Casi anticipando lo que vendría más tarde, Ricardo Mollo colaboró también en el show, no sólo aportando sus cualidades como guitarrista, sino también con una pequeña torta que sirvió como obsequio de cumpleaños para De la Puente.
Para cerrar, la banda recurrió al corte “Un ticket por el aire” , que más de una vez sonó en el programa, y obtuvo –a diferencia de aquella intervención en el “Monster Of Rock” allá por septiembre- una muy buena respuesta del público, que si bien no ovacionó a la banda, mostró muchísimo más respeto que la gente de Ferro y hasta se animó a corear alguno que otro de los pegadizos estribillos (bastante rockeros, por cierto) que conformaron la lista de Tristemente Célebre.
Durante el resto de la mañana, se corrieron mil y un rumores sobre la banda que actuaría al final del programa. En el transcurso de la semana se dijo que serían dos bandas las que tocarían, aunque mientras la gente iba llegando a Obras, la radio anunciaba que se trataría de una única banda. Demás está aclarar que fue simplemente una estrategia para acrecentar la ansiedad y sorpresa tanto de presentes como oyentes, ya que finalmente fueron dos, aunque de una manera bastante particular.
Apenas pasadas las doce –horario en que comienzan los recitales en las “fechas en vivo” de Cuál Es?- aparecieron sobre el escenario los conductores del programa (Mario Pergolini, Eduardo De la Puente y Marcelo Gantman) para anunciar que “había un pequeño problema que no sabían como solucionar”. Mientras la gente comenzaba a nombrar bandas sin parar, en un intento por adivinar el cierre, el mismo Gantman se animó a bromear con un supuesto agradicimiento “a la gente de Miranda por haber aceptado cerrar esta fecha”.
Finalmente, el telón se abrió y aparecieron –cual si fuera un ring de box- Divididos en el costado izquierdo y Los Piojos en el derecho. Mediante un pequeño sorteo (en donde los bajistas de cada una “tiraron la moneda” para decidir quien abría el show) fueron los de Ciro y compañía los que arrancaron, de la mano de “Te diría” mientras la gente se inclinaba hacia el extremo derecho del escenario para corear junto a la banda el tema que integrase su segunda placa “Ay Ay Ay”.
Al término del tema de Los Piojos, Catriel Ciavarella, Diego Arnedo y Ricardo Mollo se alistaron para arrancar su set de la mano de “Cabeza de Maceta” . De ahí en adelante, las bandas fueron salteándose un tema cada uno, mientras el público se desplazaba de lado a lado del escenario para acompañar a la banda que tocaba.
La gente de Los Piojos hizo su parte con “Desde lejos no se ve”, “Todo Pasa” , el estreno de “Hoy es hoy” y “Cruel”, mientras que “la aplanadora” –que si bien contaba con menos adeptos entre los presentes, cosechó más cánticos- se despachó con “Nene de antes”, “Aladelta”, “Salir a comprar” y un popurrí en que intercalaron “Qué tal?” (en donde Mollo debió cambiar de guitarra tras romper una cuerda), “La rubia tarada”, “Azulejo” y una pequeña zapada en donde Ricardo Mollo volvió a romper una de sus cuerdas por lo que, en vez del cambio de guitarra, optó por el ya clásico corte de las mismas y su posterior lanzamiento hacia el público.
Después de algunos minutos en donde acondicionaron nuevamente una guitarra para el líder de Divididos, ambas bandas subieron una vez más al escenario para interpretar (esta vez simultáneamente) el clásico de Pappo’s Blues “El Viejo” –cantado a medias entre Mollo y Ciro- en donde cayó sobre el escenario una zapatilla, obligando a Mollo a realizar su ya clásico número en el que solea utilizando las “Topper” como pua.
Si bien el concierto fue transmitido en vivo para todo el país, las dos mil personas que se hicieron presentes en el Templo del Rock (al aire libre) fueron testigos de un recital tan atípico como original el cual, si bien difícilmente se repita, dejó en evidencia la buena predisposición de ambas bandas y el respeto mutuo tanto de los músicos como del público, más allá de que cada una no contaba con la totalidad de “su gente”. El 22 y 23 diciembre se estarán presentando de nuevo, pero esta vez en escenario separados. Los Piojos lo harán en Boca Juniors, mientras que “la aplanadora” pisará una vez más el Estadio Obras, aunque para esa oportunidad, el show se hará adentro.
La mañana arrancó –en lo que a música se refiere- alrededor de las diez y media, cuando sobre el techo del camión se hicieron presentes los Tristemente Célebre, banda cuyo guitarrista es nada menos que Eduardo De la Puente (conductor de “Cuál Es?”) quien dejó el micrófono para colgarse la Fender y rockear un rato, precisamente en el día de su cumpleaños.
A casi un año de la edición de su disco debut, los “TC” (como rezan las remeras utilizadas por la banda) ofrecieron un set más que contundente, integrado prácticamente por temas propios, a excepción de “Música de fondo para cualquier fiesta animada” –tema de Sui Generis- que la banda interpretó, según explicaron, “a pedido de Mario (Pergolini)”. Casi anticipando lo que vendría más tarde, Ricardo Mollo colaboró también en el show, no sólo aportando sus cualidades como guitarrista, sino también con una pequeña torta que sirvió como obsequio de cumpleaños para De la Puente.
Para cerrar, la banda recurrió al corte “Un ticket por el aire” , que más de una vez sonó en el programa, y obtuvo –a diferencia de aquella intervención en el “Monster Of Rock” allá por septiembre- una muy buena respuesta del público, que si bien no ovacionó a la banda, mostró muchísimo más respeto que la gente de Ferro y hasta se animó a corear alguno que otro de los pegadizos estribillos (bastante rockeros, por cierto) que conformaron la lista de Tristemente Célebre.
Durante el resto de la mañana, se corrieron mil y un rumores sobre la banda que actuaría al final del programa. En el transcurso de la semana se dijo que serían dos bandas las que tocarían, aunque mientras la gente iba llegando a Obras, la radio anunciaba que se trataría de una única banda. Demás está aclarar que fue simplemente una estrategia para acrecentar la ansiedad y sorpresa tanto de presentes como oyentes, ya que finalmente fueron dos, aunque de una manera bastante particular.
Apenas pasadas las doce –horario en que comienzan los recitales en las “fechas en vivo” de Cuál Es?- aparecieron sobre el escenario los conductores del programa (Mario Pergolini, Eduardo De la Puente y Marcelo Gantman) para anunciar que “había un pequeño problema que no sabían como solucionar”. Mientras la gente comenzaba a nombrar bandas sin parar, en un intento por adivinar el cierre, el mismo Gantman se animó a bromear con un supuesto agradicimiento “a la gente de Miranda por haber aceptado cerrar esta fecha”.
Finalmente, el telón se abrió y aparecieron –cual si fuera un ring de box- Divididos en el costado izquierdo y Los Piojos en el derecho. Mediante un pequeño sorteo (en donde los bajistas de cada una “tiraron la moneda” para decidir quien abría el show) fueron los de Ciro y compañía los que arrancaron, de la mano de “Te diría” mientras la gente se inclinaba hacia el extremo derecho del escenario para corear junto a la banda el tema que integrase su segunda placa “Ay Ay Ay”.
Al término del tema de Los Piojos, Catriel Ciavarella, Diego Arnedo y Ricardo Mollo se alistaron para arrancar su set de la mano de “Cabeza de Maceta” . De ahí en adelante, las bandas fueron salteándose un tema cada uno, mientras el público se desplazaba de lado a lado del escenario para acompañar a la banda que tocaba.
La gente de Los Piojos hizo su parte con “Desde lejos no se ve”, “Todo Pasa” , el estreno de “Hoy es hoy” y “Cruel”, mientras que “la aplanadora” –que si bien contaba con menos adeptos entre los presentes, cosechó más cánticos- se despachó con “Nene de antes”, “Aladelta”, “Salir a comprar” y un popurrí en que intercalaron “Qué tal?” (en donde Mollo debió cambiar de guitarra tras romper una cuerda), “La rubia tarada”, “Azulejo” y una pequeña zapada en donde Ricardo Mollo volvió a romper una de sus cuerdas por lo que, en vez del cambio de guitarra, optó por el ya clásico corte de las mismas y su posterior lanzamiento hacia el público.
Después de algunos minutos en donde acondicionaron nuevamente una guitarra para el líder de Divididos, ambas bandas subieron una vez más al escenario para interpretar (esta vez simultáneamente) el clásico de Pappo’s Blues “El Viejo” –cantado a medias entre Mollo y Ciro- en donde cayó sobre el escenario una zapatilla, obligando a Mollo a realizar su ya clásico número en el que solea utilizando las “Topper” como pua.
Si bien el concierto fue transmitido en vivo para todo el país, las dos mil personas que se hicieron presentes en el Templo del Rock (al aire libre) fueron testigos de un recital tan atípico como original el cual, si bien difícilmente se repita, dejó en evidencia la buena predisposición de ambas bandas y el respeto mutuo tanto de los músicos como del público, más allá de que cada una no contaba con la totalidad de “su gente”. El 22 y 23 diciembre se estarán presentando de nuevo, pero esta vez en escenario separados. Los Piojos lo harán en Boca Juniors, mientras que “la aplanadora” pisará una vez más el Estadio Obras, aunque para esa oportunidad, el show se hará adentro.
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