Un Café bien chingón

Mientras las calles del centro porteño se veían cargadas de gente y algo enrarecidas por el clima político que sufre el país, las puertas del Gran Rex se empezaron a llenar de amigos y algunos que otros mexicanos que andan por estas tierras.

Pasados algo más de treinta minutos de las 21, los sonidos electrónicos y las luces de azul neón de fondo nos traían los acordes de “Futuro”, en una versión muy moderna de la banda. Siguieron “Disolviéndonos” (un temazo, tan simple como eso) y “Matando” en la lista, todas canciones de su último disco Jei Beibi, editado este año.

“¡Muchachos! ¡Muchachas! ¡Los extrañamos mucho! Queremos que se la pasen bien chingón así que vamos a ir con unas rolitas viejas”, dijo el vocalista Rubén Albarrán, presentando a la banda antes de un set de temas festejados por sus fanáticos argentos. La primera fue “Volver a comenzar” y poco importaron las butacas, ya que todos los presentes se pararon para corear todas las estrofas de la canción, editada en el disco Sino, allá por el 2007.

“Eres lo que más quiero en este mundo. Eso, eres”,  salía de la voz de Meme, tecladista de la banda, quien escribió “Eres”, una de las canciones de amor más simples e importantes de la década pasada. De más está decir que más de una pareja, aprovechó para darse unos besos mientras sonaban los acordes de fondo.

“Que no” y “53100” siguieron en la lista de temas, con las violas al mando. El inolvidable cover de Leo Dan, “Como te extraño mi amor” invadió de nostalgia a más de uno, y con el clásico mexicano “Chilanga banda”, original de Jaime López, dieron por finalizado su paso por el disco Avalancha de éxitos, (1996).

Las palmas invadieron el Rex con “Me gusta tu manera” y la potencia lograda en “Puntos Cardinales” se llevó ovaciones desde abajo y sonrisas desde arriba del escenario. Mientras que los los momentos más divertidos de la noche se dieron cuando la banda interpretó sus clásicos, de corrido y sin parar: “Las Flores”, “Eo”,  “El Fin de la Infancia” y “La Chica Banda”.  Hasta se dieron el gusto de hacer una coreografía los cuatro Café Tacvba, antes de retirarse unos minutos del escenario.

El primer bis arrancó con el piano de “El mundo en que nací”, otro tema de su última placa, y lleno de emotividad el teatro de la Avenida Corrientes. Vestido con un kimono, Albarrán apareció sobre el escenario para interpretar “Volcán”. Siguiendo el momento sensible de la noche, “Pajaros” y “Mediodía”, dijeron presente.

Su tarea humanitaria siempre está presente. Por esa razón, Albarrán se tomó unos minutos del show y llamó a la reflexión. Habló sobre la libertad sexual, los derechos a reclamar de los estudiantes y de los pueblos originarios, la protección a las mujeres y, sobre todo, a cuidar la “pachita” (sic) ya que “se cansan de hablarnos de progreso, pero los único que hacen es dañar nuestro aire, las tierras y el agua”. Pidiendo buenos sentimientos hacia todos ellos, comenzó a cantar  “1,2,3”. Para el final, el coro del “Paparupapa eu eo” invadió todo el Gran Rex que se cantó y bailó con energía, “El baile y el salón”.

Cuando todo parecía terminado, volvieron al escenario para hacer un segundo bis e interpretar “Enamorada” y su versión impecable de “Déjate caer”, la canción del grupo chileno Los Tres, que a esta altura ya casi es de ellos. Sólo había tiempo para los saludos finales por fin de año y alegría por más dos horas y media de un recital estupendo.

Café Tacvba volvió a en poco más de seis meses de su show en el Konex para reafirmar su relación de amor con el público argento, presentando su disco Jei Beibi, en el marco de su gira titulada Niu Gueis Tur. El Gran Rex se llenó, por un rato, de costumbres mexicanas y de música de una de las mejores bandas de Rock Alternativo que generó México. ¡Gracias por la visita, Tacvbos!