Rodó la corona

Sería una exageración afirmar que fue una presentación perfecta (¿acaso no todo en la vida es perfectible?). Pero es cierto que lo del viernes en la noche tuvo muchos puntos altos, y bien distribuidos en 19 canciones. Y es que en su primera visita a nuestro país, La Raíz, grupo oriundo de Gandía (Valencia), desembarcó con una intensidad inusitada en Uniclub, sólo comparable al equipo alemán que le metió 7 a los brasileños en su casa.

Después de lanzar la intro que abre su más reciente disco, Entre Poetas y Presos (2016), comenzaron con la canción que lo titula, para luego dar paso a “Borracha y callejera”, momento en el que apareció en el escenario Julio Maloa, uno de los cuatro MC’s que tiene el combinado. “Todos bailando”, se escuchó decir (difícil precisar cuál de los once músicos lo dijo) previo a “La voz del pueblo”.

Formados en 2002, en La Raíz conviven tanto el legado de Ska-P como el de Violadores del Verso, dos bandas que actualmente no están en actividad, pero han sabido marcar a toda una generación, por el discurso, por su prosa y su postura política. Por eso, le dedican “Nos volveremos a ver” a los españoles que tuvieron que irse de su país por la dura realidad; por eso, invocan a los inmigrantes cuando hacen “Dientes del león”. En otro momento, Pablo Sánchez, cantante y timón del grupo, explicó que “Suya mi guerra” es una ejercicio de memoria. “Siempre intentamos cantar este himno”, dijo.

Fiel a su reputación, el público local dio sobradas muestras de apoyo a la banda. Cuando Sánchez preguntó si había algún español, casi todo el auditorio levantó la mano, bancando la parada. Evidentemente, fueron adoptados. También hubo caras de asombro al escuchar “vamos La Raíz”, el clásico de cualquier recital. “Es la primera vez que nos cantan eso. ¡Gracias!”, soltó Sánchez, quien confesó que él y sus compañeros estaban muy nerviosos, pero entusiasmados, por haber cruzado el charco por primera vez.   

Las últimas dos fueron un resumen acabado de la noche, de la banda y de la presentación. La primera, y además muy esperada, “Rueda la corona”, una suerte de “Smells like teen spirit” que no se podían ir sin hacerla. Celebrada, cantada y agitada, finalizó con José Panxo, Maloa y Jano (DJ) en medio de una tremenda “olla”. La segunda, y última, “La hoguera de los continentes”, apeló más a la emotividad que a la épica que supieron construir en las casi dos horas que tocaron, y dejó planteado un interrogante a futuro: ¿habrá sido la primera de muchas visitas de La Raíz?