The Aristocrats
El choque cultural
23 de Noviembre, 2016
El trío debutó en Argentina con un show de altísimo vuelo musical confirmando todo lo que se podía suponer de uno de los mejores grupos instrumentales del momento.
¿Cómo es posible que un grupo de músicos de distintas culturas, que terminaron juntos casi por casualidad, puedan crear canciones tan originales y desquiciadas con un nivel de química tan elevado? La respuesta a esta pregunta es The Aristocrats, un supergrupo instrumental –aunque no les gusta que los cataloguen así– formado por Bryan Beller (Estados Unidos) en bajo, Guthrie Govan (Inglaterra) en guitarra y Marco Minnemann (Alemania) en batería.
La banda se formó luego de que Govan hiciera un reemplazo para una jam en un evento y ¡boom!, ahí surgió la magia alemana de los Estados Unidos de la Gran Bretaña. La expectativa por verlos era muy alta, por eso el show de Niceto estaba sold out. A las 21:15 los tres tomaron el escenario y como no podía ser de otra forma, comenzaron a improvisar, entrecruzando miradas, se rieron y jugaron, hasta que empalmaron con la intrincada y pesada “Stupid 7”.
Hablar de la música de los Aristocrats es como hablar de la banda sonora de un road trip escrito por Hunter S. Thompson, ya que todo comienza con un mapa musical, pero después esa hoja de ruta termina quemándose. El setlist así lo quería: “Jack’s Back” es un tango al estilo de los Aristocrats (pateando las estructuras y borrando los límites con el codo), “Texas Crazypants” tiene alto contenido pirotécnico de rock and roll. “Pressure relief” es un tema que de forma inexplicable termina convirtiéndose en Jazz. “Culture Clash” es una hermosa pieza dominada por la fusión, “Louisville Stomp” nos lleva al Psychobilly y “Desert Tornado” –donde Minnemann hizo un solo descomunal– nos hace cabecear con el heavy metal. Un road trip musical sin destino para el cerebro. O te subís o seguramente vuelvas a tu casa haciendo dedo.
La química no solo la podemos ver en la interacción y en el virtuosismo de estos tres compositores que están entre los Top 10 del mundo, cada uno en su instrumento; sino también a la hora de interactuar con el público. Hacen bromas, y hasta cuentan las historias personales que dieron origen a las canciones; escuchar a Minnemann decir en español “Argentina es de puta madre” y “Esto va a estar sarpado”, o a Beller contar el chiste interno de que cuando posteaban algo en sus redes sociales, sea la que sea, siempre había un argentino que ponía “Come to Argentina” y así con cada post, “Come to Argentina”, "Come to Argentina, please!”, fueron los puntos altos. Pero a la vez “el stand up” que arman es un arma de doble filo, ya que al hablar tanto, los intervalos se hacen largos y el show pierde ritmo.
El final con “Get it like that”, que terminó durando más de 10 minutos, fue realmente surrealista. La gente cantando las melodías de jazz fusión (?), Govan, resaltando su versatilidad, Beller soleando y haciendo bases imposibles, mientras que Minnemann los acompañaba con sus bases polirítmicas. Zaparon “Eye of the tiger” de la película Rocky y “Another Brick in the Wall” de Pink Floyd; usaron sus mascotas de juguete –dos cerdos y una gallina que hacen ruidos imitando cada aninal- para acompañar el tema, y todo eso, rodeado por una música de alto calibre. Lunático.
Los Aristocrats después de tres discos (el homónimo 2011; Culture Clash, 2013; y Tres Caballeros, 2015), por fin vinieron a la Argentina a traer su conexión mágica. Ahora solo queda hacer una cosa: ir corriendo a sus redes sociales y postear: “!Come to Argentina!”
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