Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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The Mighty Mighty Bosstones

La Bomba Musical

Cronista: Ariel Andreoli | Fotos: Nacho Boullosa

09 de Agosto, 2016

La Bomba Musical

En su primera visita a la Argentina, The Mighty Mighty Bosstones reventó Groove a base de un Ska Punk que te obliga a bailar y cantar en todos lados.

Seguro más de uno se llevo el chasco: el show se iba a realizar en el Vorterix, en el barrio porteño de Colegiales, pero finalmente, debido a una clausura por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,  la sede del show fue cambiada. Sin embargo, varios sitios webs daban por hecho que el show se realizaría en el lugar inicial. Esto igual no podía opacar la bienvenida a la banda oriunda de Boston.

La banda antecesora fueron los Asesinos Cereales que, con un set súper poderoso, originaron las primeras rondas de pogo entre la gente.  Para las 21.30 horas, cuando los plomos gringos habían acomodado todo sobre el escenario y una intro se apoderaba de todos, salieron llos Mighty Mighty Bosstones, con sus trajes y sacos rojos, ovacionados por los fanáticos que se acercaron al recinto de Palermo. “Hello, Buenos Aires! Are you ready?”, saludó Dicky Barrett, vocalista de la banda antes de interpretar con su voz rasposa “I‘ll Drink To That”.

“The Rascal King” y “Kinder Words” siguieron en la lista, en donde Barrett, le confesaba a su público que tardaron más treomta años en venir al país pero que estaban muy contentos de hacerlo. “We are The Mighty Mighty Bosstones!”, gritó entonces el cantante del grupo y fue aclamado por todos.

Después de "Someday I Suppose", canción a la que por supuesto, todos los presentes cantaron a los gritos con euforia, hubo tiempo para covers: "Rudie Can‘t Fail", de The Clash, y "Simmer Down", de The Wailers.

Barrett y el corista Ben Carr bailaron pseudo coreografías a lo largo de toda la lista. Siempre diviertiéndose. Asimismo, el trombonista Chris Rhodes mostraba su sonrisa cada vez que hacía los coros. Tantos años en el ruedo, y el saber que son considerados como precursores de algunos géneros, hacen que se sientan con libertad sobre el escenario, y para el que los ve, tiene un condimento especial.

Fueron pasando "She Just Happened", "Nah, Nah, Nah, Nah, Nah", "Don‘t Worry Desmond Dekker" y "Mr. Moran". Después de presentar a cada uno de los músicos, y que hicieran sonar sus respectivos instrumentos, llegó el clásico que los hizo famosos en los 90’s: "The Impression That I Get". En ese momento, la gente se unió en una fuerza alegre, cargada de pogo, bailes y cantos (y mucha juventud añorada de los viejos buenos tiempos).  

Un bis y un cantito que se hacía fuerte entre los fanáticos: “Oh… Mighty Bosstones… Es un sentimiento… No puedo parar…”.  Volvieron al escenario para sortear una tabla de skate, y hacer un puñado de canciones entre ellas "1-2-8" y "A Pretty Sad Excuse", para terminar bien arriba, con la gente bien al palo.

Los Mighty Mighty Bosstones se tomaron su tiempo en venir pero valió la pena. Les bastó una hora y media para llenar de Ska, Punk, Hardcore y algo más a Groove, hacer poguear a todos y mover cabezas al viento. ¡Diversión garantizada de Boston para todo el mundo! ¡Salud!

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