Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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¡Rock Extremo!

Cronista: Ariel Andreoli | Fotos: Barbara Sardi

18 de Junio, 2015

¡Rock Extremo!

La banda estadounidense Extreme volvió a Argentina a repasar su álbum consagratorio,  “Pornograffitti”, que ya cumple 25 años. En un Vorterix minado de gente, el grupo repasó sus clásicos demostrando que su calidad sonora sigue intacta e impecable.

Para las 20.30, ya no entraba nadie en el ex Teatro de Colegiales. Los fans se encargaban de intercambiar anécdotas de la banda de Maiden, Massachusetts, y esperaban ansiosos por verlos salir. Pasadas las 21, con una escenografía que imitaba la tapa del LP “Extreme II: Pornograffitti”, la banda salió con todo al ritmo de “Decadence Dance”, con un frontman súper enérgico como Gary Cherone, quien a sus 53 años, nada tiene que envidiarle al chico del video de esa canción que saltaba por todos lados. 

“Li`l Jack Horny “, “When I`m President” y “Get the Funk Out”  siguieron en una lista dónde se lucieron el bajista Pat Badger y el violero Nuno Bettencourt, contagiando a los fanáticos que eran pura efervescencia, confirmando que los seguidores de estos pagos son los más pasionales.

El primer acusticazo de la dupla Gary/Nuno llegó con el hit eterno “More Than Words”, ese que supo reventar los charts mundiales y que todos conocen sin saber de quién es la canción. La gente acompañó y hacia el final agradeció con un “Olé, olé, olé… Extreme… Extreme”, que sonó fuerte en señal de agradecimiento a esa banda que les marcó la vida.

Siguieron el orden perfecto del disco que cumplía sus bodas de plata, llegaron “Money (In God We Trust)”, “It (´s a Monster)” y “Pornograffitti”, con una alucinante interpretación de Cherone. Sólo quedó tiempo para ver un choque de manos entre la dupla de cuerdas por semejante potencia musical.

Mientras pedía disculpas por tardar 23 años en regresar a Argentina, el violero se sentó a un piano para musicalizar “When I First Kissed You”, en una versión en clave romántica, dónde el cantante salió a conquistar a todos. Cuando le devolvieron la guitarra a Nuno, el rasguido inicial derivó en “Suzi (Wants her all day what?), generando además, un baile frenético del vocalista y un riff estupendo. Aunque, si de virtuosidad y dedos rápidos se trata, sólo hubo que presenciar la versión de Bettencourt de “Flight Of The Wounded Bumblebee”, previo a “He-Man Woman Hater”.

La primera parte del show, dedicada totalmente al disco que los catapultó a la fama mundial, llegaba a su fin y la primera canción antes del bis, fue “Song for love”, dónde las cuerdas gruesas de Badger crujían fuertes, y el solo del guitarrista generaba revoluciones de sentimientos. Para el final, se acercaron todos adelante, sumandose el baterista Kevin Figuereido con un platillo, una pandereta y un bomba haciendo una versión sensacional de “Hole Hearted”, fusionándola al final con “Crazy Little Thing Called Love”, de Queen.

Aclamados por todos y todas, primero volvieron el baterista y el guitarrista para hacer una intro de “Play With Me”, la canción de su álbum debut homónimo, que forma parte del exitoso juego Guitar Hero. Siguió “Rest In Peace”, que por la forma en que la gente coreó su punteo, sin dudas es uno de los temas favoritos de sus fanáticos. Igual que en el videoclip, con el bajista, el guitarrista y el vocalista cantando, comenzaron la versión de “Kid Ego”, realmente impresionante.

El final se acercaba, y en la rutera “Take Us Alive” Cherone se lució como nunca en la noche. Pasaron “Am I Ever Gonna Change”, de su disco “Extreme III: Sides of the Every Store” (1992) y el instrumental “Midnight Express”, de “Waiting For the Punchline” (1995), donde Nuno Bettencourt, fiel a su estilo, sorprendió a todos una vez más con su virtuosidad sonora con una guitarra criolla.  

El cierre del show fue ultra rockero, y con “Cupid’s Dead”, los músicos caminaron por el escenario y se presentaron para que todos sus fans aclamen por ellos. Pero cuando todo parecía que había terminado, después del saludo final, de regalar púas, listas y palillos, Nuno, Gary y Pat volvieron y bajaron del escenario y se pararon detrás de la valla de protección para que sus fanáticos pudieron tocarlos y saludarlos. Se pudo ver a los músicos súper emocionados por esa pasión que le demostraba ese público siempre tan fiel como el argentino, y sin duda, no se trató de demagogia, sino de la emoción que les generó a los artistas ver a distintas generaciones que corearon todo su repertorio.

Alucinante, salvaje, rockero, pasional e inolvidable, podrían ser los mejores adjetivos para definir el paso de Extreme por Argentina. Aunque la mejor manera de describir lo que generaron en ese Vorterix lleno, se resume a ese hombre calvo, de anteojos y casi sesentón, que corrió emocionado para tocar a sus ídolos. 

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