Jesucristo súper rock star

En la adolescencia las locuras por la banda amada son predominantes y desde muy temprano, unas doce horas antes, los fans ya estaban en la puerta de La Rural esperando por 30 Seconds to Mars, un grupo que fue generando cada vez más adeptos en Argentina. Lo mismo había sucedido el día anterior en el Luna Park, sin contar las guardias en el hotel donde los muchachos se hospedaron.

Las horas pasaron y por fin llegó el momento tan esperado. Con la cantata "Carmina Burana" de fondo, las luces se apagaron mientras se encendían cientos de celulares y cámaras digitales. "Up in the Air" fue el primer tema de la banda compuesta por Jared Leto en voz y guitarra, Tomo Milicevic en bajo y Shannon Leto en batería. 

Hasta a la muchacha más recatada se le escapaba el camionero de Panamericana a la hora de gritarle cosas como "te parto todo" a Jared, quien hace poco se ganó un Oscar a mejor actor de reparto por su participación en la película "Dallas Buyers Club". Sus dotes actorales son utilizados a la hora de brindar un show, donde su carisma hace que todos lo adoren y lo veneren casi como a un mesías. A Leto le gusta jugar con su parecido a Jesús y el misticismo muchas veces lo acompaña, aunque las cosas que las fans piensan de él están más cerca del infierno que del cielo. 

Para "Do or Die", Leto apareció con una gran bandera Argentina: demagogia aceptada y casi obligatoria. Su diálogo con la gente fue constante y hasta le hizo preguntas a un niño del público que subió al escenario, aunque la personita no entendía de qué le estaba hablando. 

Para la mitad del show, un set acústico acercó a los músicos un poco más al público. "The Mission" y "Buddha for Mary" fueron algunas de las canciones de ese momento íntimo. "Closer to the Edge", "Bright Lights" y "From Yesterday", subieron el volumen, aunque también marcaron el final de la noche y de la visita al país. Se encendieron las luces y la gente entiendió que tenía que retirarse; los músicos ya se habían ido sin ni un "hasta pronto" fonético como despedida y todo se disipó en una gran frialdad. 

Si bien Leto y compañía brindaron un show que dejó boquiabiertos a sus seguidores, también hubo algunos un poco enojados por el precio elevado de las entradas, sobre todo las de La Rural, que no lograron llenar a diferencia del Luna Park. Un setlist de 16 canciones puede sonar una falta de respeto para los que juntan cada centavo para comprar una entrada, pero se ve que esto no afecta a todos los fans por igual porque desde que la gira empezó, arrasaron con las localidades en cada país que se presentaron. Mientras haya gente feliz que pague, el círculo no se rompe.