La luna del Rey

Cerca de las 20 horas, el público comenzó a ingresar al Estadio Luna Park. Ahí, se podía ver gente de todas las edades, inclusive a chicos de unos 10 años con mucho más metal que cualquiera. Un rato antes de las 21, una prueba de batería hizo que el público que colmó el estadio, estallara y empezara a pedir que aparezca la banda. Unos quince minutos después, las luces se apagaron y todo lo que vino fue un viaje por distintas sensaciones. 

“Sherpherd of Fire” abrió la noche, el pogo y la euforia contenida por los fans; también es la canción que abre su último trabajo. "Critica Acclaim” del álbum Avenged Sevenfold, editado en 2007 y “Beast and the Harlot” de City of Evil producido en el 2005, dieron el puntapié para hacer un mini repaso por todos los  discos de la banda. 

Mr. Shadows se mostró verborrágico y alegre con la gente que no escatimó en aplausos y cánticos de aliento bien de público argento. Tal vez alguno esperaba el típico "son el mejor público del mundo", frase citada por muchos cantantes internacionales, pero esquivó muy bien ese lugar tan común haciendo delirar a los fans con otras palabras. 

“Seize the Day” aportó un  momento de “calma” y se vieron algunos encendedores que sobrevivieron al cacheo de la entrada. Lo mismo pasó con “Buried Alive”, aunque más tarde el tema muta y la calma queda para otra clase de recital. 
 

Luego de que sonara “Nightmare”, el solo de guitarra de Synyster Gates mantuvo atónito a gran parte del público que no paró de ovacionarlo. Para el cierre, el Luna explotó con “Unholy Confessions” y “A Little Piece of Heaven”.