La libertad es fiebre

Hay dentro de la geografía porteña algunos barrios que poseen, además de una historia, una mística dentro de nuestro rock. Uno, por ejemplo, es Once, con su legendario bar “La Perla”. Otro puede ser Caballito con el inoxidable Parque Rivadavia, hace no muchos años, la meca del tráfico y contrabando músico-cultural de la ciudad. Los Gatos, Los Redó, Vox Dei, eran algunos de los más buscados tiempo atrás, en épocas del long play y el cassette. Muy lejos quedó todo aquello. Ahora, en el presente, la revista El Bondi trasladó la celebración de su fiesta a metros del ya mencionado epicentro rockero.
 

El Club Premier, ubicado en Campichuelo 472, fue el punto de convergencia en el que la revista decidió organizar la sexta edición de su festejo. Pasadas las 21 horas (horario estipulado para el inicio del evento) el público comenzaba a ingresar al recinto. Una empanada, alguna porción de pizza o algo de alcohol eran moneda corriente entre los presentes a modo de previa, quienes se mezclaban entre las chicas que allí practican hockey. El clima era jovial, ideal. El escenario, armado en el salón contiguo al buffet, recibió en primera instancia a los muchachos de Ojo del amo, quienes no sólo se encargaron de iniciar la jornada, sino que además debutaban en vivo como banda. En un breve pero conciso segmento, interpretaron un puñado de canciones de su propia autoría, hecho más que rescatable y ambicioso para una banda que está dando sus primeros pasos, encontrando en las guitarras su punto más destacado. 
 

Luego de un breve receso, bien aprovechado para saciar algunas gargantas y apaciguar un poco el calor que se estaba viviendo, La Furia de Petruza se hizo presente. “La realidad” fue el corte para iniciar su presentación, arrojando hacia su público una catarata de buenas vibras. “Creíste” y “Entre nosotros” fueron los elegidos para darle rienda suelta a la propuesta de La Furia. Con el transcurso de la lista y los minutos, la figura de Ezequiel Requejo, voz y segunda guitarra, se iba acrecentando, llegando éste a su clímax cuando para el final del recital subió el “Piti” de Las Pastillas del Abuelo. 

La medianoche se acercaba, y con ella el cierre. Fue ahí cuando el “Turko”, voz y líder de Locos de Nacimiento subía al escenario junto a sus compañeros. Los oriundo de Almagro arremetieron con todo, y comenzaron interpretando “Ay nene”. La versatilidad que proponen se pudo observar cuando interpretaron un popurrí de Manu Chao, que incluyó “Primavera”, “Por el suelo” y “King of  bongo”. El carisma del vocalista fue algo que brilló durante toda la presentación, la cual volvió a tener como invitado a “Piti” para interpretar “Anzuelo”, y asegurar que Locos es una banda de de culto. Para el final, y por decisión de los espectadores, “Luna fría” concluyó con el recital. 

Música, alcohol, rock, fueron algunos de los condimentos que protagonizaron el festejo de un medio que día a día y gracias al esfuerzo de quienes lo componen sigue manteniendo un nombre. Lejos, bien lejos del mainstream. Algunos eligen de qué lado de la mecha ubicarse.