Sucio, desprolijo y hermoso

A esta altura del partido ya no hace falta presentar a la banda de La Plata. Desde el 2004 vienen afilando un sonido propio que poco a poco la gente está empezando a degustarlo como merece. Los escenarios le van quedando chicos y van recorriendo el país y el mundo con su inconfundible manera de hacer pop: melodías sucias con estribillos completamente demoledores.
 

Con Dinastía Scorpio (2013) la banda intentó llegar a oídos que difícilmente escuchen un disco de Pavement o Guided By Voices, pero en Groove juntaron a varios que se animaron a apostar por este sonido ahora nacional influenciado por el mejor rock de los noventas de norteamérica. Si bien respetan las bases desprolijas que utilizaron en su primer disco, el último trabajo de Él Mató es más cancionero y un poco más accesible para los fóbicos del noise y shoegazzing que Santiago Motorizado y sus compañeros amaron desde que comenzaron a tocar juntos.
 

Desde diciembre que no tocaban en Capital y que justo caiga un sábado ayudó para que Groove estuviera repleto. La mezcla de público que asiste a sus shows es una buena noticia para nuestro nuevo rock nacional, aquel que se escondió en el under lejos del rock chabón que dominó gran parte de estos 2000.
 

Por suerte las cosas están cambiando y ya nadie se ríe de semejante nombre. El Mató a un Policia Motorizado dejó de ser una banda con nombre gracioso para coronarse como rey del indie argentino. Sus discos ayudaron pero el verdadero secreto está en sus presentaciones en vivo, donde se siente la evolución y las horas de ensayo que dedican para sonar cada vez más potentes y grandiosos.
 

Canciones del nuevo trabajo como "Más o Menos bien", "Mujeres bellas y fuertes" y "Nuevos discos", con ese estribillo que dan ganas que dure para siempre, combinan muy bien con sus ya clásicos como "Mi próximo movimiento", "Escupime" o "Navidad en los santos", que saciaron las ganas de aquellos que vienen hace años siguiendo a esta banda que crece y crece y ya no sabemos hasta dónde llegará.
 

Con pogo o sin pogo, el público canta y sonríe con sus letras dulces de guitarras destruidas, combinando tan bien esa mezcla de rock espacial y lo mejor del pop. Porque en definitiva es el pop el que le da vida a esta banda que decidió ensuciarse y formar esa excelente mezcla que en vivo suena aún mejor, como "Chica de Oro" o "El Día del Huracán", agregándole aún más psicodelia y ruido haciéndonos creer que todo está improvisado.