El nuevo sonido encontró su escena

Ola de calor en Buenos Aires. Gran parte de los porteños, afortunados ellos, migraron hacia la Costa donde, como es habitual, se traslada gran parte de la movida rockera del país. Como contrapartida, están aquellos que permanecen en la ciudad de la furia. Y ésta, lejos de apichonarse ante la amplia oferta que ofrecen las ciudades costeras, nos acerca un amplio abanico de oportunidades para degustar. En esta ocasión, y como parte del ya inaugurado “Verano Negro” en el Teatro Vorterix, el festival “Nuevo Sonido Argentino” inyectó la dosis justa de rock que los cuerpos, a causa de las altas temperaturas, andaban necesitando.
 

Apenas pasadas las 19, Sotano A Go Go, conjunto integrado por Cachu (guitarra y voz), Hiena Ssai (bajo y coros) y Ale Ristori (batería), se hacía presente en el teatro que, en ese momento, mostraba una exigua convocatoria. A continuación, salió a la cancha Parteplaneta, sin presentaciones ni saludos. Sus integrantes, Luciano Farelli (guitarra y voz), Fernando Romero Bucca (bajo y coros) y Manuel Cena (batería y coros), en todo momento se mostraron atrevidos, insolentes, como si fuesen veteranos. Enfundados en esa seguridad, se pudieron apreciar soberbias ejecuciones de sus instrumentos, de los cuales, la guitarra, fue la gran protagonista y Farelli se mostró como un líder nato y con todas las aptitudes para convertirse en un futuro frontman de nuestro rock.

Continuando con la grilla, llegó el turno los marplatenses de Científicos del Palo, quienes traían a cuesta su arte conceptual y revisionista. “Pepo” San Martín (voz y guitarra), Carlos “Popete” Andere (bajo) y Sebastián Quintanilla (batería) llevaron su música nacional y popular a Colegiales. Siguiendo con la presentación de La Histeria Argentina, última placa editada, el trío interpretó temas como “La Revolución de Mayo”, “El abogado”, “El restaurador” o “Civilización o barbarie”, la cual Pepo definió como la canción más “bala” que hayan hecho. El cierre, estuvo cargado de emoción, puesto que interpretaron “El retorno del estado”, la cual, en varios segmentos homenajea al fallecido Néstor Kirchner. Al grito característico de “hijos de puta, hijos de puta”, el público despidió a la banda.

El final de la jornada se acercaba y Connor Questa estaba por llegar. Cerca de las 22 horas, se abrió el telón y Marilina Bertoldi (guitarra y voz), Hernán Rupolo (guitarra) y Santiago Jhones (bajo), le daban la espalda el público, mientras desde la batería marcaba el tiempo Agustín Agostinelli. Al ritmo de “Todo lo posible”, el grupo inició su presentación, cargada de energía y guitarras que ordenaban a cada uno de los presentes a saltar, agitar la cabeza o simplemente a poguear. 
 

Un párrafo aparte se merece la actuación de Marilina Bertoldi, a quien le caben muchos adjetivos, todos aquellos se hacen carne al verla en vivo y en directo. Dueña de una voz atrapante que juega constantemente con la sensualidad de sus tonos, invita a todo aquel a permanecer absorto ante el espectáculo que representa escucharla cantar. Canciones como “Respect”, cover de Aretha Franklin, son una muestra de su caudal. Cabe destacar que en el final, mientras interpretaban “Cliché”, hubo un desperfecto en el sonido, por lo que el final debió ser interpretado de manera íntegra por el público, quien respondió de la mejor manera.