Gracias a ellos

Todos fuimos, todos somos, todos podemos ser. Aniversario número siete de la tragedia de Santa Fe en la que fallecieron alumnos del Colegio Ecos. Un año más se cumple, y ya es habitual tener al 8 de octubre como una fecha de recuerdos, en donde la tristeza de los familiares de las víctimas (nueve alumnos y una docente) se mezcla con la emoción y la felicidad de encontrar apoyo de parte músicos, actores, periodistas, y, sobre todo, del público en general. 

El rock dice presente una vez más, y durante toda la tarde/noche desfilan por el microestadio Hector Etchart de Ferrocarril Oeste artistas de todo tipo. Salta La Banca inaugura la jornada y, en lo estrictamente musical, paga el precio de ser la primera y no contar con un sonido acomodado. Poco se entiende de lo que sale del escenario, pero suficiente para que la gran cantidad de fans de la banda que se acercó a Caballito, acompañe la fiesta desde abajo.

 

Por suerte el sonido encuentra mejores momentos, y allí salen a escena Los Tipitos. De la mano de “Silencio” y “Campanas en la noche” hacen cantar a todos los presentes, al tiempo que mechan novedades de su último disco Push (2013). La primera gran emoción llega cuando sube León Gieco para hacer “8 de octubre” junto a la banda, canción compuesta por Luis Alberto Spinetta, principal motor de estos festivales desde el comienzo, y quien por supuesto, fue homenajeado durante toda la noche.

 

El turno de León viaja desde la tranquilidad de la bella “El desembarco” (dueña de esas letras en las que te detenés a escuchar con atención) hasta el agite de “Pensar en nada”, pasando también por un tema a dúo con una alumna del Colegio Ecos. Se rumoreaba una sorpresa estelar durante toda la tarde, y en medio de la jornada, Andrés Ciro Martínez irrumpe en las tablas junto a algunos Persas para desatar la algarabía de todo el estadio. En formato acústico, el nuevo hit “Mírenla” precede a clásicos piojosos como “Todo pasa” y “Pacífico”. La noche ya es hermosa. Y eso que todavía falta mucha más música.

 

La arenga constante y característica de Fernando Ruíz Díaz es inconfundible: Catupecu Machu llega para romper cabezas. “Magia veneno”, “A veces vuelvo” y “Seguir viviendo sin tu amor”, “la canción de amor más linda del mundo” según el cantante. El Flaco una vez más presente, en su poesía y en su imagen en la pantalla. A saltar todos con “Y lo que quiero es que pises sin el suelo” para dar lugar al último tramo de la noche, el combo más fiestero.

 

Tiempo de nostalgia reggae de la mano de dos temazos de los años ’90 como “Runaway”, “Mucha experiencia” y “Waitin’”. Los Pericos son inoxidables y lo demuestran con las clásicas piezas que interpretan. Todos a bailar también con “Home sweet home” y a poguear con “Casi nunca lo ves”. La fiesta es completa, y todavía faltaba la banda más fiestera del país. O del planeta.

 

Entre los sets de las bandas, como es costumbre, los videos homenaje coparon la pantalla, con la presencia de actores como Ricardo Darín, Pablo Echarri, Natalia Oreiro, y una vez más, el Flaco Spinetta. También fueron subiendo al escenario distintas personalidades del espectáculo, premiadas por su apoyo constante a la causa de Conduciendo a Conciencia, organización surgida luego del accidente fatal, cuyo compromiso es trabajar con la esperanza de salvar al menos una vida cada día evitando víctimas de tránsito.

 

El final es para Los Auténticos Decadentes. “Un osito de peluche de Taiwan” (con Fernando Ruiz Díaz), y más canciones de Jorge Serrano (“Corazón”) y de Diego Demarco (“La prima lejana”, “El gran señor”). ¡Es que no estaba Cucho presente! De todas formas, nada impide que puedan transmitir toda su energía. A falta de frontman, el escenario se vuelve un exquisito caos con los músicos cambiando de rol constantemente, e invitados que suben a hacer lo que les pinte. Fiesta total con “Como me voy a olvidar” y “El murguero”. Pero el público pide una más, y la banda cumple con “Loco (tu forma de ser)”. Para que todos se vayan abrazados.