Bailando en la luna

Desde temprano ya se avisoraba una velada larga y de celebración en plena noche de domingo. En los minutos previos al comienzo de la presentación de Dancing Mood en el Luna Park, las pantallas del estadio anunciaban que con la entrada que todos poseían en el bolsillo, tenían acceso gratuito a una fiesta más tarde en un bar del Abasto.

El despegue hacia la luna de la banda comandada por Hugo Lobo y su brillante trompeta, fue a bordo de "Dandimite", con presentación individual de los más de quince músicos que pueblan el escenario en los recitales de la big band, e interactúan a través de los sonidos de la trompeta, el trombón, el saxo, la flauta dulce, la armónica, la guitarra, el bajo, la batería, la percusión, los efectos y las teclas.

Dos horas de viaje "Non Stop" por la atmósfera del raggae, el ska, el soul y el jazz. Desde la Tierra hasta su satélite hubo un recorrido de disfrute y baile que ganó por knock out la batalla contra la depresión de un domingo frio de agosto en Buenos Aires. De gorrita, ropa deportiva Adidas y lentes negros, Lobo paseaba por el escenario con la trompeta en mano conectada a un micrófono inalámbrico, y arengaba al movimiento a sus compañeros y a un público no muy dificil de convencer, que se enardeció cuando dentro del desarrollo de una de las canciones se coló la melodía de "Rezo por vos" de García/Spinetta.

La vasta discografía de Dancing Mood nutrió de canciones un repertorio cargado de emociones, que activó la fibra que conduce a los recuerdo con "20 minutos", primer tema que la hizo la banda en sus comienzos allá lejos a principios de este siglo. Hubo versiones de los grandes maestros del abanico de géneros que presentan Hugo Lobo y los suyos, y tambien por supuesto piezas propias. Formaron parte de la lista las siguientes canciones: "Feel so good", "Mr. PC" de John Coltrane; "Confucius", "Exodus", "Latin goes ska" y "Occupation" de los Skatalites, "Easter Island" y "Feeling fine". Además, se escucharon adelantos del próximo compacto de la banda, que sólo tendrá producciones propias: "Ska explosion", la cual dará nombre al álbum, y "Son song", dedicada por Lobo a su hijo Ramón.

Fue una noche soñada para Dancing en el Luna, llena de amigos que compartieron con ellos el escenario. Oscarito subió a pegarle a los steel drums; Rubén Lobo, padre de Hugo, se hizo presente en percusión corroborando que la música corre por la sangre de la familia; y el excelentísimo trompetista Américo Belloto, quien cautivó utilizando una sopapa o desatascador de goma como si fuera una sordina. Los más optimistas se quedaron con las ganas de ver a Skay Beilinson, ex guitarrista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y habitual invitado de Hugo Lobo en sus shows, a pesar de que se escuchó la melodía de "La bestia pop" en el medio de "Fantasy" sobre el final de la noche.

Pero sin dudas, el huesped de honor en el Luna Park fue el negro Linval Golding, guitarrista y cantante de la agrupación británica The Specials, referencia ineludible en la historia de Dancing Mood. "Esto sirve para confirmar que uno no se equivocó en quien lo influenció ideológica y musicalmente", dijo Lobo emocionado, y se acomodó para hacer bailar a los presentes con clásicos ska de la banda fundada por Jerry Dammers en el ‘77: "A message to you Rudy", "Do nothing", "Monkey man" y "You‘re wondering now", que resigna la frase en inglés "tu sabes que éste es el final". Pero Linval no se quería ir, y antes de hacerlo le canto el Happy Birthday al trombonista Martino Gesualdi, y juntos recibieron la ovación del público.

Dancing Mood despidió su disco triple Non stop y anticipó material del próximo álbum, Ska explosion. La big band de Hugo Lobo hizo viajar al Luna a la luna, a fuerza de baile y buenas vibras.