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Ciro y los persas

Mucho más que suerte

Cronista: Gentileza prensa | Fotos: Gentileza: Leandro Ciaffone

14 de Diciembre, 2012

Mucho más que suerte

Andrés Ciro Martínez actuó en el mítico Estadio Luna Park junto a Los Persas para presentar su nuevo trabajo, titulado 27. Con localidades agotadas, también repasó canciones de su primer disco solista y clásicos de Los Piojos. Juanchi Baleirón y los hermanos Cordone fueron invitados.
 

Aún no ha sonado ningún instrumento y se desata la primera ovación de la noche. La cuenta regresiva en la pantalla central del escenario se detiene en 27, el número de la suerte de Andrés Ciro Martínez, el que ha elegido para bautizar a su segundo disco como solista, y el público lo festeja como anticipo de una noche que celebrará el presente y también el pasado del ex cantante de Los Piojos. Ciro y Los Persas hacen su aparición, y el comienzo es a pura potencia rock: “Astros”, el primer corte de difusión de 27, “Antes y después” –de su primera placa, Espejos- y el clásico de Pappo “El viejo”.

La introducción de batería de Lulo Isod reemplaza a los tambores en el primer clásico piojoso que suena y desata la locura de los fanáticos: “Ando ganas (Llora llora)”. Ciro descansa en el público y le ofrece su micrófono para que se rompan las gargantas cantando este bolero que integra el disco “Ay Ay Ay”. Pero el eje del show gira alrededor de la presentación de su nuevo trabajo, y así la banda empieza a desandar el camino, con temas como el cancionero “La flor en la piedra”, o “Murgueros”, para el cual Ciro recibe la compañía de un grupo de bailarines con atuendos propios de carnaval porteño.

“Vamos a hacer una canción que tenía muchas ganas que quedara en el disco”
, dice Ciro, y comienza “Héroes de Malvinas” con un recitado que recuerda a la intro de “Maradó”. Al finalizar el tema, invita al escenario a familiares de ex combatientes de la guerra, y despliegan una bandera argentina que reza “Gloria a los 649 héroes de Malvinas”. El concierto continúa con otro bolero de Los Piojos, “Y quemás”, pero la térmica rockera del Luna Park levanta con el manifiesto “Banda de garage”, mientras Ciro recorre el escenario de una punta a otra y hace sonar su armónica por primera vez en la noche.

“Vamos a recibir con un fuerte aplauso a un músico que aportó su talento y su sentido común en la grabación del disco… ¡El señor Juanchi Baleirón!”
. El cantante de Los Pericos, coproductor de 27, acompaña al grupo con su guitarra en “Mírenla” -canción con destino de clásico- y “Manjar”, del último disco de Los Piojos. Juanchi se trenza en filosos duelos de guitarra con Juan Gigena Abalos, el talentoso guitarrista “persa” que Ciro ha elegido como socio musical en esta nueva etapa, que deslumbra con su versatilidad y calza a la perfección con el abanico de estilos que transita el grupo.

Se nota la comodidad y el oficio de Ciro al presentarse en el Luna Park, un estadio que conoce ya desde la época de Los Piojos. Intercala temas de su etapa con la banda de El Palomar como “Motumbo” o “Morella” con canciones solistas muy festejadas por el público, en el caso de “Insisto” y “Chucu-chu”. Hasta se da el gusto de tocar con los hermanos Juan Carlos y Jorge Cordone -guitarristas que acompañaban a Edmundo Rivero- el “Tango del diablo”, tema que cierra 27, y recordar a Gustavo Kupinsky, guitarrista piojoso fallecido el año pasado: “vamos a dedicárselo a Tavo, a él le gustaba mucho el tango”.    

Llega el final con el deseo de “L.V.R” (“Larga Vida al Rock”), el clásico de Los Piojos “Muévelo” –con chicas del público bailando sobre el escenario-, y el blues de “Noche de hoy”, durante el cual Ciro repite el ritual de la lectura de los “trapos” y sus lugares de procedencia. Los músicos se despiden, pero Ciro toma el micrófono, la armónica, y antes de entonar el Himno Nacional dedica el show “a Susana Trimarco, y a la lucha que está llevando adelante”. Y el show concluye como había comenzado: con una ovación.   
 
Con una puesta en escena menos ambiciosa que en su último “Viaje al centro de la luna”, pero con el mismo nivel de respuesta por parte de su público, Ciro volvió a revalidar sus credenciales como una de las figuras más convocantes del rock local, en este caso con su clásica despedida del año en el Estadio Luna Park. Con el oficio que dan los años de escenario, y con la sólida base que construyen Lulo Isod y Broder Bastos en batería y bajo respectivamente, y Juan Gigena Abalos en guitarra, Ciro presentó “27”, un álbum cuyas canciones fueron bien recibidas por fieles seguidores que estallaron ante cada canción de Los Piojos y ya convirtieron en clásicos a ciertas canciones del primer disco solista del cantante. Rock and roll, blues, Sumo, Malvinas, candombe, Pappo, el Himno Nacional, tango, los Rolling Stones: todo esto puede encontrarse en un show de Ciro, y mucho más. El desafío que tiene por delante es echar a rodar las nuevas canciones, y ver qué suerte le toca a cada una de ellas.

TXT: Augusto Fiamengo
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