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Un Concierto Redondo

Sólo te pido que se vuelvan a juntar

Cronista: Redaccion El Bondi | Fotos: Alan Guex

21 de Septiembre, 2012

Sólo te pido que se vuelvan a juntar

El viernes 21 se realizó “Un concierto redondo”, un tributo sinfónico a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en el Teatro IFT. Un show emocionante a sala llena y sin el pogo más grande del mundo.

El fin justifica los medios. El típico canto que evocan todos los fans de Los Redondos, ese reclamo perseverante, coherente, pero muy poco probable pedido de otra forma: un concierto sinfónico en tributo a esa banda de rock nacional legendaria, con un único objetivo: “que se vuelvan a juntar”.

Luego de la enorme cola para sacar entradas y pasadas las 22, el director general y el encargado de los arreglos musicales Mario Esteban – de traje y con una remera que tenía la famosa “PR”- presentó a Damián Tepman, el pianista que iba a abrir el show.
 
La parte más compleja de las armonías ricoteras, muchas veces ocultas, como dijo Esteban, impactaron al público ansioso de escuchar esos ocho arreglos de piano. Esos sonidos que son los pasos de las canciones -firmes y fuertes ("El arte del buen comer"), ligeros ("Me mata el limón") o en puntitas de pie ("Sushi")- llevaron al público por diferentes sensaciones, y hasta armonías que nunca habían sido detectadas por los oídos en algunas canciones.
 
Más tarde fue el turno del ensamble vocal de la Universidad Torcuato Di Tella, formado por 20 personas, quienes con coros innovadores interpretaron “Caña Seca y un membrillo”, “¿Lobo estás?”, y “Ñam fri fruli fali fru”.

Los únicos que todavía no se habían subido al escenario eran los integrantes del Quinteto de cuerdas Yugular, pero cuando lo hicieron dejaron a todos deslumbrados. El violinista es la reencarnación de Skay, escuchar “Nuestro amo juega al esclavo”, “La bestia Pop”- con el fiel “Vamos, vamos Los Redondos’” de la gente- o “La hija del fletero”, fue un verdadero lujo y terminó en una ovación del público.

El cierre fue el engranaje de Damián Tepman, el Ensamble vocal Di Tella y el Quinteto Yugular con “Jijiji”, sin pogo pero con la emoción de la gente al escuchar cada acorde de este tema, de pie, y hasta algunos revoleando banderas. “Juguetes perdidos” redobló la apuesta a la nostalgia ricotera, y el final con “Masacre en el Puticlub” dejó al público con ganas de seguir escuchando estas versiones ricoteras. Pero sobre todo, recordó que hay que seguir insistiendo para que se vuelvan a juntar.
 
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