Michael Monroe
Punk and roll
Cronista: Sergio Visciglia | Fotos:
Gentileza: Leandro Baglietto
23 de Mayo, 2012
El cantante finlandés Michael Monroe volvió al país para imponer su glam, y rockear y punkear en un gran show que también regaló perlitas de sus viejas bandas.
Dando vueltas el pasado miércoles por El Teatro Vorterix, numerosos artistas de la escena local deambulaban y apreciaban lo que arriba de las tablas comenzaba a ofrecer el histórico frontman finlandés Michael Monroe. Su antigua banda Hanoi Rocks, que influyó a artistas como los Guns N‘ Roses, también pegó fuerte en la escena local y allí se los ve contentos y disfrutando a Walas de Massacre, a Gori o a Boom Boom Kid entre otros.
La convivencia constante entre el hard rock y el punk, desembocando todo en un glam bien acomodado por el cantante, es la característica de esta banda que llega a Buenos Aires, y que saluda al público con “Trick of the wrist”, en una lista de temas que girará alrededor de Sensory Overdrive (2011), último álbum del rubio melenudo, quien sale a escena con su saxo, el cual luego retomará sobre el final del show.
A partir del cuarto tema empiezan los recuerdos, y “Motorvatin” inaugura la lista de canciones de Hanoi Rocks, donde luego aparecerán también “Back to mystery city” o “Malibu beach”. Al toque, el genial punk “Hammersmith palais”, de otra ex banda del cantante como lo fue Demolition 23, da comienzo al mejor segmento de la noche, junto a piezas como “´78” y “All you need”.
El constante ida y vuelta entre el puro rock and roll y el punk, es sin dudas la mejor característica de una banda bien aceitada que sobre el escenario regala una buena puesta en escena, comandada por el carisma de Monroe, y el histrionismo del incansable guitarrista Dregen. El ensañamiento del cantante con los pies de micrófono dura todo el show y es el calvario para el stage que está más tiempo sobre el escenario que afuera.
Entre más canciones de Demolition 23, aparece el tema “Not fakin´ it” que da nombre a la segunda placa solista del finlandés del año 1989, y a puro rock con “Dead, jail or rock and roll” se produce el falso final que mantiene a todos los espectadores atentos y quietos en sus lugares.
Con el violero Dregen haciendo la típica de ponerse la remera de fútbol de Argentina, la banda vuelve y en los bises activa por última vez a los presentes con dos grandes canciones de Hanoi Rocks como “Taxi driver” y “Feel arlight”.
Demoledor concierto de Michael Monroe demostrando por qué fue y es una gran influencia para muchos músicos tanto nacionales como de todo el mundo. Esperamos que vuelva pronto.
La convivencia constante entre el hard rock y el punk, desembocando todo en un glam bien acomodado por el cantante, es la característica de esta banda que llega a Buenos Aires, y que saluda al público con “Trick of the wrist”, en una lista de temas que girará alrededor de Sensory Overdrive (2011), último álbum del rubio melenudo, quien sale a escena con su saxo, el cual luego retomará sobre el final del show.
A partir del cuarto tema empiezan los recuerdos, y “Motorvatin” inaugura la lista de canciones de Hanoi Rocks, donde luego aparecerán también “Back to mystery city” o “Malibu beach”. Al toque, el genial punk “Hammersmith palais”, de otra ex banda del cantante como lo fue Demolition 23, da comienzo al mejor segmento de la noche, junto a piezas como “´78” y “All you need”.
El constante ida y vuelta entre el puro rock and roll y el punk, es sin dudas la mejor característica de una banda bien aceitada que sobre el escenario regala una buena puesta en escena, comandada por el carisma de Monroe, y el histrionismo del incansable guitarrista Dregen. El ensañamiento del cantante con los pies de micrófono dura todo el show y es el calvario para el stage que está más tiempo sobre el escenario que afuera.
Entre más canciones de Demolition 23, aparece el tema “Not fakin´ it” que da nombre a la segunda placa solista del finlandés del año 1989, y a puro rock con “Dead, jail or rock and roll” se produce el falso final que mantiene a todos los espectadores atentos y quietos en sus lugares.
Con el violero Dregen haciendo la típica de ponerse la remera de fútbol de Argentina, la banda vuelve y en los bises activa por última vez a los presentes con dos grandes canciones de Hanoi Rocks como “Taxi driver” y “Feel arlight”.
Demoledor concierto de Michael Monroe demostrando por qué fue y es una gran influencia para muchos músicos tanto nacionales como de todo el mundo. Esperamos que vuelva pronto.
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