El infierno de Dante

Iced Earth es una banda que siempre se mantuvo cerca de los cambios, ya sea a la hora de componer como a la de mantener sus integrantes. Desde 1984 las variantes constantes en la formación, complicaron la consolidación del grupo. Pasaron cantantes como Matt Barlow, que después del atentado del 11 de septiembre decidió hacerse policía y abandonó el grupo. Desfilaron otros, de mucho más renombre, como Tim "Ripper" Owens (ex Judas Priest y actual Yngwie Malmsteen) para llegar al actual: Stuart Block, realmente un acierto para Iced Earth. Proveniente de Into Eternity, Block aporta una  versatilidad vocal digna de un privilegiado, encaja y le da un salto de calidad a los de Florida.

Con su reciente adquisición y después de algunas cancelaciones en giras anteriores, por fin se concretó el encuentro con el público argentino en El Teatro de Flores. La intro con ritmo marcial de “Dystopia” marcaba el fin de la espera. Un grito de Block se interpuso entre las guitarras de Troy Seele y Jon Schaffer -único miembro estable desde el comienzo- y todo se detonó.

“Angels Holocaust” y “Slave to the Dark” reflejaban la compleja estructura que tiene los temas de Iced Earth: miles de riffs, abruptos cambios de tempo, violas distorsionadas/violas limpias, pasando por el power y el progressive metal, pero distanciándose de las orquestaciones y de los teclados típicos de las agrupaciones que combinan esos dos géneros.

A la hora de innovar, Iced Earth no se queda sólo en lo musical. Para presentar su tema “V”, Block convoca a su gente a reemplazar los típicos cuernitos heredados de Dio, por la “V” de victoria homónima al tema y el público responde.

 Schaffer toma el micrófono y agradece mandando un mensaje muy directo: “estamos muy contentos de llegar por primera vez a la Argentina, pero la próxima vez llenen el lugar motherfuckers, traigan amigos”. Es verdad, el lugar estaba a un 70%, pero la grilla de visitas internacionales es una devoradora de shows, incluyendo a Iced Earth…

En “Anthem” y “ Days of Rage, comienza el espectáculo aparte de Block quien, con su voz, se maneja sin inconvenientes en cualquiera de los tres rangos: el bajo, casi bordeando lo gutural; el medio, con gran capacidad melódica y el alto, con chillidos controlados al mejor estilo Rob Halford.

Con “Dante’s inferno”, basado en el poema épico de La Divina Comedia escrito por Dante Alighieri, llega el climax de la noche. La combinación de las luces rojas, el humo y las armonías disonantes, nos transportan por los nueve círculos del infierno, pasando por el Limbo, la Laguna Estigia, hasta llegar al Cocito.

“Burning Times” y “Iced Earth” cierran la primer visita del grupo al país, esperando que en su vuelta, se cumpla el pedido de Schaffer y que puedan mantener al gran Stuart Block, como el encargado de las voces.