El amor nos va a separar

El jueves 1º de diciembre en el mítico Obras, los miembros de New Order demostraron que por más fuerza que le pongan, sin Hook y con tanta agua bajo el puente ya no es lo mismo; aunque aún así, el estadio estaba lleno y no faltó a nadie corear cada uno de los temas.
 
El estadio de Obras estaba sorprendentemente colmado, tanto en gente como en calor. A las 21:30 con un escenario escueto, algunas luces interesantes y una sola pantalla que guardaba las espaldas de los músicos, uno a uno fueron subiendo al escenario. Pasadas las 21:30 y tras una breve intro  abrieron con “Crystal” de su disco Get Ready del 2001, himno cuasi dance de la década. Con el video de dicha canción reproduciéndose en la pantalla, la gente ya saltaba emocionada.

Después los británicos siguieron con “Regret”, “Ceremony” y “Age of consent”.  Bernard Summer, guitarra colgada, aprovechaba entre tema y tema para hablar con el público, tomar vino y tirar mil comentarios que en el inglés de su Manchester natal costaba entenderlo fácilmente.

“586”, “The perfect kiss” y “Temptation” continuaron con la lista hacia el final. Los temas pasaban y pasaban y la cosa se tornaba un poco monótona, pareciera que todos allí lo único que esperaban era un Lunes Azul, que llegó para ser el primero de los bises al que le siguió “Love will tear us apart”, el último guiño a Joy Division de la noche. 
 
Entre nostalgias y expectativas no cumplidas se prendieron las luces de Obras, el estadio que no sabe si volverá alguna vez a recibir a New Order sobre su escenario