Festival de Verano de Blues
Más vale tarde que nunca
Cronista: Fernando Canales | Fotos:
Beto Landoni
29 de Enero, 2011
La Trastienda albergó a artistas nacionales e internacionales en el primer día del festival.
Después de que Pappo marcase el camino de cómo hacer blues, empezaba a sonar raro que todavía no haya un festival en Argentina que honrase a este género. Algo extraño en un país con artistas como La Mississippi y Botafogo, los cuales siguieron con el legado del Carpo, y que posee una población que tiene al blues, es su menú musical (solo hay que fijarse la reacción de la gente cuando viene B.B.King y hace 2 funciones a lleno total). Por suerte y después de una larga espera el festival llegó.
A las 21:15 Virginia Martinez, cantante uruguaya, creadora del “Mercoblues”, tomó el escenario y con una actitud hiper intimista se encargó de la inauguración. Primero deslumbrando a todos con una versión a capela del estándar de jazz “Summertime”.
“Unchain my Heart” de Joe Cocker, sirvió para demostrar todo su poderío vocal acompañada por Rodrigo Santilli en guitarra. “Geogia on my mind” de Ray Charles y “Take me to the river” y de Al green en una versión muy funkeada dieron cierre a su corta presentación, que según sus propias palabras fue como Uruguay “por lo pequeña”, mientras agradecía a la producción, que les hizo un hueco en la grilla ya programada.
Claudio Kleiman y la banda de sonido fue la encarga de tomar la posta. El periodista de rock y líder de la banda, dejó de lado su faceta de crítico de discos y se colgó la guitarra dispuesto a rockear junto a: Bruno Candia en guitarra, Guille Trabucco en batería y Víctor “Flecha” Rocca en bajo. Y así lo hicieron con, “Cansada versión (de mí) con Ciro Fogliatta como músico invitado, tecladista y miembro de los originales "Los Gatos. “No tengo ganas de hablar” con un Rocca poseído y desplegando un genial walking en su bajo, daba lugar a Candia a divagar sobre la pentatónica en su viola. En “Un buen día para dejar la ciudad” Kleiman se anima a solear en su Fender Strato, para después engancharle una canción de su autoría dedicada al Parque Centenario, con un estilo bien a lo Stevie Ray Vaughn (salvando las distancias). “Muddy Waters ya lo dijo, El blues tuvo un hijo y lo llamaron rock and roll” fue la frase que sirvió de presentación para la utopía que tiene Kleiman de un “Pueblo de rock and roll”. El desenlace se dio a puro lujo, con Fogliatta otra vez en los teclados, para hacer un cover de Pappo: “El viejo”
Así la Banda de sonido le daba paso a Nico Smoljan, un músico argentino que supo acompañar a varios artistas reconocidos internacionalmente como Duke Robillard o Mud Morganfield (aka Muddy Waters Jr) y que encabeza 2 bandas: A7, un grupo de 6 harmoniquitas y su proyecto solista con los Shakedancers, con el cual se presenta en el festival. Influenciados por el blues de los años 50’ y 60’ Los Shakedancers despliegan un sonido poderoso, marcado por el pulso de la harmónica de Smoljan, que hace recordar al genial Little Walter en el tema “One chance with you”. Javier Bouman subió como invitado para interpretar “You don’t have to go”, un pelado que parecía sacado de un show de stand up, pero que sorprendió a todos con su voz (registro parecido al de Joe Bonamassa), su carisma y su exótico baile. Smoljan también sumó a su banda a Tita, una artista brasilera que cantó una versión muy dulce de “The things that used to do”. Como no podía ser de otra forma el setlist terminó con una gran zapada con mucho swing, transformando la Trastienda en un bar de Chicago.
Para el plato fuerte de la noche Los Shakedancers aportaron sus guitarristas, que se sumaron a los músicos internacionales que trajo Nina Van Horn, cantante nacida en Francia, que se mudó a Texas donde se enamoró del blues,( eso explica su inseparable sombrero a lo Vaughn). Esa mezcla cultural le dio todas las herramientas para dominar el género y darle su propio toque personal. Con temas como “Down in the alley” y “Good bye New Orleáns” este último un blues pesado slow tempo, muestra su estilo con un buen uso de los gritos y los falsetes. Una rareza se coló en la lista de Nina ya que tocó “Here comes trouble again” un tema de Bruce Willis el actor, para después homenajear al mas grande: Muddy Waters, ya que sin él esta crónica no existiría. “Hound dog” - tema popularizado por Elvis- puso a bailar a todos y después, Nina desnudó la esencia del blues con “Feelling for sale” dedicada a todas las mujeres. El poder del rock and roll de “Bayou love child” y “So what” cerraron el primer día del Festival de Blues que seguirá e 5 y el 12 de febrero.
Con artistas nacionales e internacionales se puso en marcha la iniciativa blusera que esperamos, siga creciendo, se haga costumbre, ya que los amantes del género esperaron mucho tiempo por algo así.
A las 21:15 Virginia Martinez, cantante uruguaya, creadora del “Mercoblues”, tomó el escenario y con una actitud hiper intimista se encargó de la inauguración. Primero deslumbrando a todos con una versión a capela del estándar de jazz “Summertime”.
“Unchain my Heart” de Joe Cocker, sirvió para demostrar todo su poderío vocal acompañada por Rodrigo Santilli en guitarra. “Geogia on my mind” de Ray Charles y “Take me to the river” y de Al green en una versión muy funkeada dieron cierre a su corta presentación, que según sus propias palabras fue como Uruguay “por lo pequeña”, mientras agradecía a la producción, que les hizo un hueco en la grilla ya programada.
Claudio Kleiman y la banda de sonido fue la encarga de tomar la posta. El periodista de rock y líder de la banda, dejó de lado su faceta de crítico de discos y se colgó la guitarra dispuesto a rockear junto a: Bruno Candia en guitarra, Guille Trabucco en batería y Víctor “Flecha” Rocca en bajo. Y así lo hicieron con, “Cansada versión (de mí) con Ciro Fogliatta como músico invitado, tecladista y miembro de los originales "Los Gatos. “No tengo ganas de hablar” con un Rocca poseído y desplegando un genial walking en su bajo, daba lugar a Candia a divagar sobre la pentatónica en su viola. En “Un buen día para dejar la ciudad” Kleiman se anima a solear en su Fender Strato, para después engancharle una canción de su autoría dedicada al Parque Centenario, con un estilo bien a lo Stevie Ray Vaughn (salvando las distancias). “Muddy Waters ya lo dijo, El blues tuvo un hijo y lo llamaron rock and roll” fue la frase que sirvió de presentación para la utopía que tiene Kleiman de un “Pueblo de rock and roll”. El desenlace se dio a puro lujo, con Fogliatta otra vez en los teclados, para hacer un cover de Pappo: “El viejo”
Así la Banda de sonido le daba paso a Nico Smoljan, un músico argentino que supo acompañar a varios artistas reconocidos internacionalmente como Duke Robillard o Mud Morganfield (aka Muddy Waters Jr) y que encabeza 2 bandas: A7, un grupo de 6 harmoniquitas y su proyecto solista con los Shakedancers, con el cual se presenta en el festival. Influenciados por el blues de los años 50’ y 60’ Los Shakedancers despliegan un sonido poderoso, marcado por el pulso de la harmónica de Smoljan, que hace recordar al genial Little Walter en el tema “One chance with you”. Javier Bouman subió como invitado para interpretar “You don’t have to go”, un pelado que parecía sacado de un show de stand up, pero que sorprendió a todos con su voz (registro parecido al de Joe Bonamassa), su carisma y su exótico baile. Smoljan también sumó a su banda a Tita, una artista brasilera que cantó una versión muy dulce de “The things that used to do”. Como no podía ser de otra forma el setlist terminó con una gran zapada con mucho swing, transformando la Trastienda en un bar de Chicago.
Para el plato fuerte de la noche Los Shakedancers aportaron sus guitarristas, que se sumaron a los músicos internacionales que trajo Nina Van Horn, cantante nacida en Francia, que se mudó a Texas donde se enamoró del blues,( eso explica su inseparable sombrero a lo Vaughn). Esa mezcla cultural le dio todas las herramientas para dominar el género y darle su propio toque personal. Con temas como “Down in the alley” y “Good bye New Orleáns” este último un blues pesado slow tempo, muestra su estilo con un buen uso de los gritos y los falsetes. Una rareza se coló en la lista de Nina ya que tocó “Here comes trouble again” un tema de Bruce Willis el actor, para después homenajear al mas grande: Muddy Waters, ya que sin él esta crónica no existiría. “Hound dog” - tema popularizado por Elvis- puso a bailar a todos y después, Nina desnudó la esencia del blues con “Feelling for sale” dedicada a todas las mujeres. El poder del rock and roll de “Bayou love child” y “So what” cerraron el primer día del Festival de Blues que seguirá e 5 y el 12 de febrero.
Con artistas nacionales e internacionales se puso en marcha la iniciativa blusera que esperamos, siga creciendo, se haga costumbre, ya que los amantes del género esperaron mucho tiempo por algo así.
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