Andando dicen se hace el camino

El verano porteño ofrece pocas variantes si de rock nacional se trata, pero si se aprovechan, las mismas pueden garantizar una buena noche, como la que redondeó el grupo Andando Descalzo el pasado viernes al presentarse en Niceto, el boliche rockero palermitano por excelencia.

Luego del set de la banda invitada Mortales Escabeches y ante una buena cantidad de público, los muchachos de Mataderos salen a escena con dos piezas de La Quinta Armonía (2010), su último álbum. “El intocable” e “Impulso” le dan vida al show, pero recién cuando la batería avisa que llegará el momento de “Un mundo” es cuando el recinto levanta vuelo abajo del escenario al son de la arengadora melodía que sopla de los bronces.

Andando Descalzo surgió con dos primeros discos muy festivos, donde la base rockera mutaba entre una muy buena conjunción de estilos como el reggae, el ska, la cumbia y el cuarteto, los cuales todos juntos redondean un resultado poderoso y alegre en los shows en vivo. A partir de Hasta Encontrar (2008) el grupo buscó nuevos ritmos, sin abandonar los anteriores, pero homogeneizando más su base, distorsionando algo más las guitarras y oscureciendo un poco más las composiciones con algunos buenos resultados.

Sin embargo, en el momento del vivo, la banda se sigue floreando mucho más con la propuesta fiestera, de la mano del carismático cantante Juani Rodríguez y de los viejos temas en donde la gente responde con más entusiasmo. Así entonces, suenan buenas nuevas piezas de los dos últimos discos como “Hoy quiero”, “Al viento” o “Volveré” pero Niceto vibra, salta y baila con “Conformidad”, “No es casual”, “Judas Priest” o el irresistible cuartetazo histórico de la banda “Pantuflas”.

Hay tiempo para invitados también, como la presencia de “Limón” García, cantante de Vía Varela, quien ofrece sus cuerdas vocales en “Arremangado” y luego retoma la acción en los bises al ritmo de “Cachivache”. Sube también Hernán Saravia de Pampa Yakuza, y “Huevo” de Aztecas Tupro es invitado improvisadamente por Juani, quien le reprocha no haber ido a saludar a camarines, y juntos regalan el momento más divertido de la noche en el intermedio de “Pantuflas”, allí donde todo el lugar se sienta a esperar a que la cosa explote con la vuelta del cuartetazo.

A puro güiro, la cumbia se hace presente con un enganchadito mix que incluye a “Hoy”, una versión bien pachanguera de “Ilógico”, y “Flor” con una buena cantidad de muchachas bailando sobre el escenario. Ya en los bises, la banda se despide con “Luz” para redondear más de una hora y media de buena música, pero sobre todo, buenas vibras y satisfacción garantizada.

Andando Descalzo se animó al verano porteño y show tras show demuestra que tiene todas las armas para conquistar al público masivo (ya desde hace varios años), pero aun se mantiene allí, al acecho, esperando su momento.