Javier Calamaro
Apio Verde Tuyu... A Puro Rock Nacional
Cronista: Gentileza: Gaby Salomone | Fotos:
Beto Landoni
24 de Mayo, 2005
La radio Mega 98.3 festejó su quinto año al aire con un festival en el Templo del Rock. La Porturia, Turf, Jóvenes Pordioseros, La Mancha de Rolando, Kapanga y los Ratones Paranoicos custodiados por Calamaro y Botafogo dijeron feliz
Si bien la premisa era el festejo, podrían encontrarse más motivos, entre ellos la posibilidad de donar leche y pañales al hospital Garrahan (a cambio de la entrada), y por otro lado, ¿por qué no? anticipar un patriótico 25 de Mayo con rock nacional.
Si, cerca de cuatro mil oyentes esta vez dejaron el dial para ver in situ a las bandas que más suenan en la Mega. De todos modos, la organización se ocupó de que nadie quede afuera, el festival fue transmitido al aire por la emisora y también podía vérselo en directo a través de internet. Sin dudas no había excusas para perdérselo.
Aunque en el arranque todavía quedaban algunos espacios sin cubrir en el campo de Obras, a medida que avanzaba el show se fue colmando lo suficiente como para que sobre el final se sintieran las vibraciones en todos los rincones del lugar.
A las 7 pm clavadas, las voces de Patricia Sosa y Sandra Mianovich brindaron por los amplificadores una versión renovada del Himno Nacional. Detrás de ellas harían lo suyo sobre el escenario los muchachos de La Portuaria con un acusticazo de cinco temas, un entre más que sugestivo y ameno para recibir al público que seguía ingresando para sumarle calorcito al estadio.
Y fue así que con la temperatura también fue subiendo la potencia, los chicos de Turf con Joaquín enfundado de marinerito generaron los primeros movimientos del público con una seguidilla de clásicos como: "No se llama amor", "Pasos al costado", "Loco un poco" y "Yo no me quiero casar".
Para no perder el ritmo, los chicos de Jóvenes Pordioseros brindaron un anticipo de lo que será su primera presentación en ese mismo lugar prevista para el 19 de junio. Una suerte de testeo que no los dejaría mal parados. Con “Descontrolado” y “Funeral” entre otros temas, asomaron los primeros pogos y ya se empezaban a ver chicas a caballito, sin dudas la fiesta comenzaba a tomar forma.
La Mancha de Rolando, ya vendría con una presentación más extensa, arremetieron en una seguidilla de ocho cortes contundentes y ya el clima estaba al palo para cuando cerraron con “Calavera”.
Lo que vino después no haría más que despuntar en una verdadera fiesta, el carismático Mono hizo de la suyas, Kapanga una vez más instaló esa sensación incontenible y descontrolada de saltar y saltar todo lo que el cuerpo aguante. Además, (obvio) no se privaron de un gracioso popurrí parodiando a la Mega con fragmentos de Intoxicados, Airbag, Babasónicos, Alejandro Lerner y V-8. Ellos también, aunque no lo necesitan, hicieron una entrada en calor para la presentación que los traerá de vuelta al Templo el 4 de junio.
El broche de oro vino de la mano de Juanse que ya bastante acostumbrado a retumbar a Obras repleto, se trajo dos perlas para coronar la noche: Andres Calamaro y Miguel Botafogo, a esta altura, asiduos invitados de los Ratones Paranoicos. Como no podía ser de otra manera hicieron presente (al siempre presente) Pappo con “Ruta 66” y “Desconfio” para finalmente estallar en el cierre con "El pedazo", "Mi banda de rock n' roll" y "Girando".
Hay que reconocerlo, fueron cuatro horas a “puro rock nacional”, que dejaron en claro el particular momento que vive el rock local. Sin dudas la post devaluación que extrajo del circuito la visita de muchas bandas extranjeras volcó la mira a lo nuestro. Y no sólo eso, la solidaridad y el compañerismo que se percibió entre las bandas (que no dejaron de pasarse la posta entre halagos) sumado a la calidez de un público, que ya dejó atrás esa premisa futbolera que entre banderas y bengalas solía generar un clima de competencia y divisiones. Hoy el espíritu es otro, con todo el dolor que dejó el maldito Cromañón y con toda la fuerza para sobrellevarlo, de la única manera posible: unidos.
Si, cerca de cuatro mil oyentes esta vez dejaron el dial para ver in situ a las bandas que más suenan en la Mega. De todos modos, la organización se ocupó de que nadie quede afuera, el festival fue transmitido al aire por la emisora y también podía vérselo en directo a través de internet. Sin dudas no había excusas para perdérselo.
Aunque en el arranque todavía quedaban algunos espacios sin cubrir en el campo de Obras, a medida que avanzaba el show se fue colmando lo suficiente como para que sobre el final se sintieran las vibraciones en todos los rincones del lugar.
A las 7 pm clavadas, las voces de Patricia Sosa y Sandra Mianovich brindaron por los amplificadores una versión renovada del Himno Nacional. Detrás de ellas harían lo suyo sobre el escenario los muchachos de La Portuaria con un acusticazo de cinco temas, un entre más que sugestivo y ameno para recibir al público que seguía ingresando para sumarle calorcito al estadio.
Y fue así que con la temperatura también fue subiendo la potencia, los chicos de Turf con Joaquín enfundado de marinerito generaron los primeros movimientos del público con una seguidilla de clásicos como: "No se llama amor", "Pasos al costado", "Loco un poco" y "Yo no me quiero casar".
Para no perder el ritmo, los chicos de Jóvenes Pordioseros brindaron un anticipo de lo que será su primera presentación en ese mismo lugar prevista para el 19 de junio. Una suerte de testeo que no los dejaría mal parados. Con “Descontrolado” y “Funeral” entre otros temas, asomaron los primeros pogos y ya se empezaban a ver chicas a caballito, sin dudas la fiesta comenzaba a tomar forma.
La Mancha de Rolando, ya vendría con una presentación más extensa, arremetieron en una seguidilla de ocho cortes contundentes y ya el clima estaba al palo para cuando cerraron con “Calavera”.
Lo que vino después no haría más que despuntar en una verdadera fiesta, el carismático Mono hizo de la suyas, Kapanga una vez más instaló esa sensación incontenible y descontrolada de saltar y saltar todo lo que el cuerpo aguante. Además, (obvio) no se privaron de un gracioso popurrí parodiando a la Mega con fragmentos de Intoxicados, Airbag, Babasónicos, Alejandro Lerner y V-8. Ellos también, aunque no lo necesitan, hicieron una entrada en calor para la presentación que los traerá de vuelta al Templo el 4 de junio.
El broche de oro vino de la mano de Juanse que ya bastante acostumbrado a retumbar a Obras repleto, se trajo dos perlas para coronar la noche: Andres Calamaro y Miguel Botafogo, a esta altura, asiduos invitados de los Ratones Paranoicos. Como no podía ser de otra manera hicieron presente (al siempre presente) Pappo con “Ruta 66” y “Desconfio” para finalmente estallar en el cierre con "El pedazo", "Mi banda de rock n' roll" y "Girando".
Hay que reconocerlo, fueron cuatro horas a “puro rock nacional”, que dejaron en claro el particular momento que vive el rock local. Sin dudas la post devaluación que extrajo del circuito la visita de muchas bandas extranjeras volcó la mira a lo nuestro. Y no sólo eso, la solidaridad y el compañerismo que se percibió entre las bandas (que no dejaron de pasarse la posta entre halagos) sumado a la calidez de un público, que ya dejó atrás esa premisa futbolera que entre banderas y bengalas solía generar un clima de competencia y divisiones. Hoy el espíritu es otro, con todo el dolor que dejó el maldito Cromañón y con toda la fuerza para sobrellevarlo, de la única manera posible: unidos.
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