Dejenlos Ser

En mi humilde opinión, The Beatles fue la mejor banda que alguna vez existió. Creadores de un estilo único, en el cual guitarras suaves y también furibundas supieron encantar a más de una adolescente de aquella gloriosa época (así como también a todas las generaciones posteriores), los cuatro de Liverpool le dieron el toque necesario que la música necesitaba en esos tiempos donde el Rey cautivaba corazones con solo nombrarlo.

A pesar de sus peleas internas lograron conducir a través de un tour mágico uno de los nombres mas pesados de todos los tiempos, y como era de esperarse su influencia en toda banda que nació con descendencia, sea del palo que sea, llevó consigo una marca Beatle escondida en alguno de todos sus acordes.

Muchas de esas influencias se convirtieron en fanatismo y así fue que bandas como The Beats llegaron a hacer de sus shows increíbles replicas de los creadores de clásicos como Yesterday y Let it be.

Nacidos en 1987, The Beats, llegó a cumplir su más preciado sueño cuando en 1996 fue catalogada como la mejor banda Beatle del mundo.
En tiempos donde los grupos clones están copando teatros, casos como el de The End y los ascendentes Dios salve a la reina, estos cuatro de Buenos Aires consiguieron lo que los fans fueron a buscar, no solo desde la música, algo que no tiene discusión, sino desde la puesta en escena, las luces y la muy buena teatralización.

En su nuevo show Secret, The Beats, apela a un formato muy bien llevado en el cual canciones clásicas como “Dont let me down”, “Help” y “She loves you” sumados a hermosos temas como “Blackbird”, The fool on the hill” y “While my guitar gently weeps” generan un clima intenso que con el correr de los minutos llevan al tiempo en reversa hasta depositarnos en esos años que a veces tan lejanos, o cercanos para otros, dan gusto volver a revivir.

Con imágenes que van contando la historia del fabuloso conjunto y agregados deliciosos como canciones inéditas nunca plasmados en un disco, The Beats obtiene lo que la gente quiere escuchar y ver, y de esa manera sigue alimentando la fama de los británicos, convirtiéndose en un condimento especial, magnífico e irrepetible, bueno casi…