Desorbitantes

En la fría noche del viernes otoñal, The Skatalites se encargó de ponerle calor y ritmo ska al pequeño Niceto. La excusa de este concierto fue el festejo por el cumpleaños número cuarenta y cinco de la banda y la presentación de In Orbit volumen 1 y 2, el disco doble en vivo que grabaron en el Club Armenia de Palermo en su primera visita al país allá por el 2004. Claro que la popularidad que los históricos jamaiquinos han alcanzado en estas pampas no sería tal sin el aporte que Dancing Mood ha hecho en estos años por divulgar su música.

Pasadas las diez de la noche, el tecladista Ken Stewart ofreció de MC y, en perfecto español, presentó a la banda con un conteo de 10 a 1 que terminó al grito de “libertad” para dar paso a “Freedom sounds”. “Eastern standard time” desató la primera ovación de la noche y los saltos de la gente hicieron que durante los solos de vientos se generara un pequeño pogo mientras todos coreaban la melodía característica del tema.

“Man in the street” sorprendió con una introducción medio cubana y “Trip to mars” fue la mejor demostración del viejo ska, ese que distinguió a Skatalites como la banda madre de ese sonido y que la hizo venerada en todo el planeta. Cabe recordar también que las primeras grabaciones de Bob Marley, cuando todavía formaba parte de los Wailing Wailers (junto a Peter Tosh y Bunny Wailer), se hicieron junto a varios músicos de Skatalites. Precisamente de aquella primera formación, en esta ocasión el público argentino pudo disfrutar de la clase del baterista Lloyd Knibb y el saxofonista Lester Sterling.

Uno de los momentos cumbre se produjo cuando Hugo Lobo de Dancing Mood fue invitado a sumar su trompeta en “Latin goes ska” y el clasicazo “Guns of Navarone”, lo cual encendió aún más a la gente. Luego sería el turno de otro miembro original, la cantante Doreen Shaffer, quien deleitó a todos con su voz en el reggae “Sugar sugar”, que incluyó fragmentos de “Sweet” de Inner Circle y “You´re wondering now”, tema que solían hacer en vivo Los Fabulosos Cadillacs a mediados de los noventa.

Antes del final, el trombonista Vin Gordon se cargó la banda al hombro con un estilo semi dub en “Real rock” enganchada a “Rockfort rock” en donde los vientos volvieron a brillar de la mano del trompetista Kevin Batchelor y Karl Bryan en saxo tenor. Desde un costado del escenario y, con un perfil bajo, el guitarrista Devon James y el excelente bajista Val Douglas también aportaron su pulso para que el edificio Skatalites no caiga nunca.

En una sana costumbre, The Skatalites volvió al país y demostró nuevamente por qué es considerada la banda jamaiquina más importante del mundo. Las dos funciones repletas en Niceto confirman que su legado también caló hondo en Argentina y sus seguidores se fueron esperando por un nuevo regreso el año próximo.