Estreno y oscuridad

Desde el origen del árbol genealógico del heavy metal argentino, junto con las semillas fundadoras de V8 y Hermética, han crecido varias raíces que uno no puede dejar de ver, sean Almafuerte, Razones Concientes o en este caso O’ Connor. 

Ya son 10 los años que Claudio viene jugándosela con esta nueva apuesta de alejarse un poco del sonido que lo llevó a convertirse en icono del metal. Con afinaciones más bajas que bordean el Stoner Metal (no confundir con los Rolling Stones), una identidad un poco más oscura, voces profundas evitando el viejo gruñido y alguna que otra letra más romántica de lo habitual, ha sabido conquistar un nuevo público.

La presentación del nuevo disco era la excusa perfecta para una cita en el Teatro de Colegiales. A las 21.10 el cuarteto formado por Claudio O’Connor en voz, Fernando Cosenza en guitarra, Hernán García en bajo y Pablo Naydon en batería, no se hizo rogar y en la apertura se despachó con “Jardín de la eternidad”, de su nueva placa.

Con una remera que simulaba su esqueleto y un pie de micrófono lookeado con calaveras (al mejor estilo Jonathan Davis de Korn), Claudio, sin decir palabra alguna, enganchó “No tenemos opción” y “Hasta ser libre”, sin darle respiro a su público.

Además de la justeza de la banda, la presencia escénica de O’Connor es fundamental. Con sus casi dos metros, su barba tupida y los ojos pintados de negro, logra un efecto al perder la vista, como de ser poseído por algún demonio, mientras interpreta “Nada nos quieren dejar” del año 2002. Uno de los momentos de locura masiva por parte de la gente se produjo cuando sonó “Grito de Pilagá” de Malón, algo raro, ya que Claudio es bastante reacio a tocar temas de sus ex bandas. La gente, más que agradecida.

“Rock suicida” y “Algunas veces” seguían cronológicamente el playlist hasta llegar a “Jungla”, el último corte de difusión con video clip, que tuvo una presentación especial: Muky Madeleire, rubia escultura y mujer de Claudio, acompañó todo el tema bailando con un vestido blanco y dos ventiladores debajo, homenajeando a Marilyn Monroe, y siguiendo ritmo con pasos de danzas árabes.

Ya en la hora de los bises, apareció otro inesperado cover, “Otro día para ser” de Hermética. La explosión de las hordas del metal al reconocer el arpegio de la intro fue apocalíptica para terminar con el emotivo “La H no murió”.  Como no podía de ser de otra forma, el último tema fue “Se extraña araña” (con explosión de papelitos incluida) que tiene una lírica que define perfectamente la actitud de la gente (“Hacen aguante, igual que ayer, las bandas locas, que te vieron crecer”).

O’ Connor presentó su disco “Naturaleza Muerta” y quedó demostrado que de muerta no tiene nada, con un Teatro repleto y su público que sigue vivito y pogueando.