Noche de Virus

En el ambiente particular que ofrece La Trastienda, debido a la intimidad que genera entre los músicos y su público, se desarrolló la noche de Virus, con la capacidad del lugar totalmente completa, y con la calidad en sonido e iluminación  que lo caracteriza,

La banda platense, integrada en esta última formación por Marcelo Moura en voz, Julio Moura y Daniel Sbarra en guitarras, Ariel Naón en bajo, Lulo Isod en batería y Fernando Monteleone en teclados, se hacía esperar ante un público que los aguardaba en un ambiente de distensión y ansias por el inicio del show.
 
Los telones se abrieron con los primeros acordes de “Pecados para dos”, que fueron recibidos con aplausos, tímidos por algunos y por otros con un dejo de nostalgia. “Imágenes Paganas” y “Pronta entrega”, empezaron a poner en clima a un público que tema a tema iba subiendo su temperatura, al tiempo que, augurando una noche larga, Marcelo Moura empezaba a soltarse en el escenario.

Definitivamente el momento de la noche fue el de los enganchados, con temas como “Soy moderno no fumo”, ironizando sobre la letra del tema; “El probador”, donde hubo aplausos espontáneos y efusivos; “No va mas” y “Mi ciudad”, que hizo subir el calor de la noche y no faltaron quienes se animaron a llegar hasta el cantante para saludarlo. De ahí en adelante el coro fue uno solo integrado por cientos de voces que no dudaron al momento de acompañar en “Una luna de miel en la mano”, dando así por finalizada la primera parte del concierto.

El regreso al escenario fue de forma inesperada y la gente dejó sus cómodas sillas para ponerse a bailar con “After hours”, “Mirada speed” y “Se zarpó”. Llegó el último tema, y la gente, bailó, cantó y gritó sin parar con “El rock es mi forma de ser”, el momento mágico de la noche de La Trastienda.
 
Virus presentó en La Trastienda dos horas de show y 28 temas repartidos entre sus más recientes composiciones y los hits indiscutidos de siempre, que parecieran ya no tener un tiempo ni un espacio, sólo el hecho de ser ellos mismos.