Ratones Paranoicos
SON UN VICIO... Y SIGUEN GIRANDO...
Cronista: Gentileza: Gaby Salomone | Fotos:
Beto Landoni
20 de Marzo, 2005
Los Ratones Paranoicos cerraron la tercera de sus presentaciones en el estadio Obras con un emotivo homenaje al Carpo del blues.
Ante cuatro mil personas los Ratones brindaron una fiesta paranoica que selló la inauguración de la temporada 2005 en el tradicional espacio del barrio de Núñez.
La banda liderada por Juanse demostró que pasan los años y no se detienen, siguen “Girando” , como lo indica el nombre de su último disco y corte con que el abrieron y cerraron su tercera fecha consecutiva en Obras.
El grupo que ya lleva más de dos décadas de carrera y quizás sea el que mejor representa la cultura stone en nuestro país brindó un show de dos horas clavadas cuyo momento más alto fue el emotivo homenaje a Pappo, cuando lograron reunir sobre el escenario a figuras como Miguel Botafogo, Alejandro Lerner, Deborah Dickson (de las Blacanblus) y los mismos Alfredo Toth y Pablo Guyot (Ex G.I.T.) , y otras sorpresas.
Desde las 19 en que abrieron las puertas la noche rockera se instaló con el soporte de la banda Carca y más tarde con Lovorne, liderado por el hijo del carpo, Luciano Napolitano quien en un tributo a su padre se despidió con “El tren de las 16” y “Trabajo Sucio” que fueron ampliamente ovacionados por un estadio casi lleno.
La fiesta rollinga había comenzado y nadie quería esperar, mientras por los parlantes sonaban los stones, el público hizo notar su ansiedad entre cánticos y saltos, se podía escuchar el clásico “Pan y vino, pan y vino el que no grita ratones para qué carajo vino” .
A las 21.45, de la mano de Juanse en voz y guitarra, Fabian Quintiero en bajo, Sarco en guitarra y Roy Quiroga en batería, los Ratones abrieron con “Girando” y siguieron en forma ininterrumpida con “Hada violada”, “Rock del pedazo” y “Ya morí” . Sólo después de ese comienzo Juanse saludó a su gente.
Sin dudas, fue una noche de invitados que quedó inaugurada con la versión que homenajea a Maradona, “Para siempre”, donde Lerner dio el punta pie inicial al mando de un órgano Hamond. Siguieron con viejos y nuevos temas como “El Balcón de Julieta” , el “Rock del Gato” , “Cowboy” y “Vodka doble” que también contaron con la intervención de Botafogo, Chucki, Alfredo Toth y Pablo Guyot.
El punto más alto de show quedó plasmado cuando Juanse pidió luces y sentenció: “La mejor forma de recordarlo es tocar sus canciones” , un aplauso brotó desmedido entre el publico, no hacía falta nombrarlo. “Yo sé qué él nos está escuchando desde arriba” , dijo Juanse antes de dar el primer acorde del tema “Desconfío” .
Así comenzó el tributo a Pappo que reunió sobre el escenario a todos los invitados de la noche. El mismísimo hijo del Carpo, Luciano Napolitano se unió a la banda, tras un emotivo abrazo con Juanse quien de inmediato le cedió su guitarra y se fue de frente al público para mostrar, con los brazos abiertos su remera negra con la inscripción “Gracias Carpo” .
El homenaje que había comenzado con “Desconfío” , sorprendió con la aparición inesperada de Andrés Calamaro quien se sumó, guitarra en mano a las versión de “El tren de las 16” . Para el final, Juanse arremetió: “Se armó el quilombo, estamos todos sobre el escenario” . Y así fue, como si faltara alquien el saxofonista de Menphis la Blusera Emilio Villanueva se integró a la “megabanda” para el final con el tema “Ruta 66” .
Sin dudas, Obras desbordó de rock and roll y los Ratones supieron demostrar que son una de las pocas las bandas argentinas capaces de mantener un público siempre fiel y numeroso con el paso de los años.
La banda liderada por Juanse demostró que pasan los años y no se detienen, siguen “Girando” , como lo indica el nombre de su último disco y corte con que el abrieron y cerraron su tercera fecha consecutiva en Obras.
El grupo que ya lleva más de dos décadas de carrera y quizás sea el que mejor representa la cultura stone en nuestro país brindó un show de dos horas clavadas cuyo momento más alto fue el emotivo homenaje a Pappo, cuando lograron reunir sobre el escenario a figuras como Miguel Botafogo, Alejandro Lerner, Deborah Dickson (de las Blacanblus) y los mismos Alfredo Toth y Pablo Guyot (Ex G.I.T.) , y otras sorpresas.
Desde las 19 en que abrieron las puertas la noche rockera se instaló con el soporte de la banda Carca y más tarde con Lovorne, liderado por el hijo del carpo, Luciano Napolitano quien en un tributo a su padre se despidió con “El tren de las 16” y “Trabajo Sucio” que fueron ampliamente ovacionados por un estadio casi lleno.
La fiesta rollinga había comenzado y nadie quería esperar, mientras por los parlantes sonaban los stones, el público hizo notar su ansiedad entre cánticos y saltos, se podía escuchar el clásico “Pan y vino, pan y vino el que no grita ratones para qué carajo vino” .
A las 21.45, de la mano de Juanse en voz y guitarra, Fabian Quintiero en bajo, Sarco en guitarra y Roy Quiroga en batería, los Ratones abrieron con “Girando” y siguieron en forma ininterrumpida con “Hada violada”, “Rock del pedazo” y “Ya morí” . Sólo después de ese comienzo Juanse saludó a su gente.
Sin dudas, fue una noche de invitados que quedó inaugurada con la versión que homenajea a Maradona, “Para siempre”, donde Lerner dio el punta pie inicial al mando de un órgano Hamond. Siguieron con viejos y nuevos temas como “El Balcón de Julieta” , el “Rock del Gato” , “Cowboy” y “Vodka doble” que también contaron con la intervención de Botafogo, Chucki, Alfredo Toth y Pablo Guyot.
El punto más alto de show quedó plasmado cuando Juanse pidió luces y sentenció: “La mejor forma de recordarlo es tocar sus canciones” , un aplauso brotó desmedido entre el publico, no hacía falta nombrarlo. “Yo sé qué él nos está escuchando desde arriba” , dijo Juanse antes de dar el primer acorde del tema “Desconfío” .
Así comenzó el tributo a Pappo que reunió sobre el escenario a todos los invitados de la noche. El mismísimo hijo del Carpo, Luciano Napolitano se unió a la banda, tras un emotivo abrazo con Juanse quien de inmediato le cedió su guitarra y se fue de frente al público para mostrar, con los brazos abiertos su remera negra con la inscripción “Gracias Carpo” .
El homenaje que había comenzado con “Desconfío” , sorprendió con la aparición inesperada de Andrés Calamaro quien se sumó, guitarra en mano a las versión de “El tren de las 16” . Para el final, Juanse arremetió: “Se armó el quilombo, estamos todos sobre el escenario” . Y así fue, como si faltara alquien el saxofonista de Menphis la Blusera Emilio Villanueva se integró a la “megabanda” para el final con el tema “Ruta 66” .
Sin dudas, Obras desbordó de rock and roll y los Ratones supieron demostrar que son una de las pocas las bandas argentinas capaces de mantener un público siempre fiel y numeroso con el paso de los años.
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