Homenaje a Eduardo Rogatti
El espíritu de un grande
04 de Octubre, 2006
Entre amigos y familiares se encargaron de homenajear a Eduardo Rogatti. El eximio guitarrista fue parte de la troup de León Gieco y Juan Carlos Baglietto, entre otros
La noche estaba serena. Perfecta para un encuentro de virtuosos arriba de un escenario. Y así fue que cerca de las 11 de la noche arrancó el show. El gordo Rogatti, querido por todos, supo ser parte de las filas de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, nada más ni nada menos. En los años 70 integró Bubu, el grupo de Miguel Zabaleta. Además pasó por La Eléctrica Rioplatense, aquella experimentación de Emilio del Guercio después de terminado Aquelarre.
Se apagaron las luces y comenzó una sucesión de fotos que recordaron las diversas etapas del músico presente en alma. El improvisado presentador de la noche, Héctor Starc, fue quién primero recordó a Eduardo: “Ahora debe estar ensayando con Pappo y Moro”.
Los primeros en salir a escena fueron Los DuraBeat con “Get Back”, de Los Beatles, mientras se proyectaban imágenes de Rogatti. Acto seguido apareció Mauro Rogatti, hijo mayor del homenajeado, como primer invitado obligado de la noche. Se calzó la viola y arremetió. Tres temas y todos los aplausos.
Como no podía ser de otra manera fueron muchos los guitarristas que pasaron por la noche del jueves. Uno de ellos fue Miguel Botafogo que, sin decir nada, subió para tocar “Slide Blues”, un viejo tema de Pappo cosecha 75. Y con una reverencia hacia la imagen de Eduardo que estaba proyectada a sus espaldas se despidió.
“Bueno, me llegó el momento de tocar la guitarra”, dijo Héctor Starc. Y el legendario violero de la primera hora del rock nacional presentó a un grupo de amigos que integran su banda, Agro Blues. “Por qué nací en Tres Arroyos y no nací en Carolina del Sur”, se quejó en broma el músico y robó algunas sonrisas entre los presentes. Así arrancaron y se despacharon con 3 tradicionales versiones que fueron variando entre lo más pesado del blues eléctrico a lo más rítmico dentro del género.
En cada músico que pasó por el escenario estuvo reflejada la figura de Rogatti. Cada palabra era un recordatorio innegable a unos de los mejores guitarristas que tuvo el país.
La noche se calentó a puro talento. Fue así que en un momento compartieron las tablas Starc, Alambre González y Patán Vidal. Algo memorable. Todos al palo interpretaron “El Viejo”, del disco Pappo`s Blues vol. 1.
La parte ecléctica estuvo a cargo de Emilio del Guercio, el eterno bajista de Almendra. Fueron tres temas que se llevaron los aplausos más melancólicos de la fiesta. Después de un tema dedicado a Rogatti, que grabó el disco Pintada en 1983 junto a La Eléctrica..., sacó de la galera “Violencia en el parque”, de Aquelarre; y “Fermín”, de Almendra.
Pasaron muchos amigos de Eduardo. Todos los recordaron con el mejor cariño posible. Como fue el caso especial de Las Guitarras Callejeras, el grupo que integraba el gordo paralelo a su carrera con Gieco. También estuvo Ricardo Mollo que, sin guitarra, cantó varias canciones de Divididos. Pero antes del set se subió Juan Carlos Baglietto para tocar el bombo legüero en el clásico “Qué ves?”. Algo inolvidable. Minutos más tarde: un par de canciones del rosarino para llegar el cierre a cargo del hijo menor de Rogatti, quien interpretó “El Fantasma de Canterville”.
Un homenaje a la altura de las circunstancia. Eduardo Rogatti, alguien para no olvidar. Un espíritu que hizo evidente en el alma de cada uno de los músicos que se atrevió a cruzar la barrera de la vida con su sola presencia.
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