Jamaiquinos en San Telmo.

Desde la cola se notaba que el show había convocado a una gran multitud. Más aún cuando una vez adentro el espacio de abajo se colmó y arriba ya no quedaba lugar para sentarse o baranda para apoyarse.

La gente presente iba desde el más excéntrico rasta hasta aquellos con trajes y sombrero que representaban la vestimenta que se utilizaba cuando el ska estaba en pleno auge. Pero, pese a los diferentes looks, todos tenían algo en común: se habían acercado para presenciar a esta banda nacida en los ghettos de Kingstone con más de 40 años de trayectoria donde diseminaron éste ritmo festivo y pegadizo a nivel mundial con sus 24 placas ilustres.

Pese a que la convocatoria era a las 21 las puertas se abrieron media hora después. Una vez adentro la gente se repartió en el poco espacio que quedaba y entre charlas y cerveza disfrutaron de la música que pasó el Disc Jockey de turno. Siendo las 22.30 la música por vinilo se hizo a un costado y se cerró el telón. Cinco minutos más tarde volvió a abrirse para dar comienzo al show. 3,2,1 y ¡Freedom!, que desató la euforia de los presentes.

La banda integrada por los saxofonistas Lloyd Knibbs (líder de la banda y coordinador los solos de viento) y el buena onda y alegre Karl Bryan (que toca con Knibbs desde los 60 por lo que el complemento es extraordinario y explosivo), Vin Gordon en el trombón, Val Douglas en el bajo, Devon James en la guitarra rítmica, Ken Stewart en teclados (quien también es manager de Skatalites) y Kevin Batchelor en trompeta (que es el mas jovial de la banda y fue el que más interacción con el publico tuvo solicitando distintos coros en un diversos temas) sonó sólida, compacta y muy prolija lo que produjo que el sonido sea excelente.

Para finalizar con la lista de artistas subió al escenario y obtuvo una de las mayores ovaciones la princesa del reggae mundial Doreen Shaffer que interpretó “Sugar, Sugar”, entre otros, logrando así un show tanto instrumental como interpretado.

El recital fue genial, contó con clásicos como “Occupation”, ”Man in the street”, “James Bond”, “Guns Of Navarone” y “Simmer Down” logrando así que ninguno de los que estaban en el show se quede quieto en las dos horas de show. Alegría que fue bien recibida por la banda que, aplaudida desde todos los costados del recinto, se fue deslumbrada por el calor local al grito de “Ole, ole, ole, ole, ole Ska-Talites.