Nasty Neighbours es una banda que se define como indie-punk argentino-alemana. Un bardo sonoro que resulta en un producto distinto a lo que se viene escuchando. Acaban de lanzar su nuevo disco dedicado íntegramente al terror bizarro.
– Son una banda relativamente nueva con muchas influencias musicales. ¿Cómo se podría definir a estos “Vecinos Molestos”? -Somos ruidosos, un poco molestos, como buenos vecinos incómodos. Hay una energía que necesita salir, y lo hacemos a través de la música. El primer disco, ¡Nastysimo!, fue más crudo, bien punkrockero con influencias de new wave. En el segundo álbum, ¡Horrorísimo!, nos metimos en el universo del horror retro, incorporamos sonidos de órgano espeluznantes y algunos toques surf. Nasty tiene que divertir, los temas tienen humor, pero no por eso esquivan lo serio. Hay cuestiones que se cuelan entre las letras, a veces con una sonrisa torcida y otras con un guiño que duele un poco. Ahora es horror. Pero lo que viene va a ser distinto. Otro disco, otro mundo. Siempre hacemos ruido, decimos lo que sentimos y disfrutamos el viaje. Para nosotros, Nasty es la vida misma, es sentirnos vivos.
– Hagamos un poco de filosofía: En “Zombiealarm” hacen hincapié en la adicción a los celulares, al estar hiper-conectados todo el día y que, básicamente, nos relacionamos por la pantalla. ¿Hay “cura” para eso? ¿Cuáles piensan que pueden ser las alternativas? -Tememos que casi no hay escapatoria. Estamos cada vez más atrapados en todas las pantallas, en algoritmos que nos dicen cómo sentirnos y qué pensar. No sabemos si existe una “cura”, pero sí creemos en pequeñas rebeliones cotidianas: levantar la mirada, dejar el teléfono de lado, hablar cara a cara, aburrirse sin buscar distracción digital. Tal vez el punk-rock sea esa cura. En vivo, sobre un escenario, el punk es todo lo contrario al espíritu de época: ruidoso, sin filtros, a veces sorprende, a veces desprolijo, es físico, posiblemente imperfecto y propone compartir el momento. Nada de conciertos iguales, nada programado, nada de inteligencia artificial. Solo música, energía y ese momento irrepetible que se comparte entre personas reales.
-“¡Horrorísimo!” es un disco que se diferencia mucho con el anterior, teniendo en cuenta que eligieron el concepto del terror y lo bizarro como punto de partida. ¿Tienen influencias del cine de terror clásico o la literatura que los haya llevado a ir por este camino? ¿Por qué eligieron este género para hacer un disco entero? -Sí, claramente venimos influenciados por el cine de terror clásico, ese que no necesitaba efectos digitales. Drácula con Bela Lugosi, La Momia (1959), o películas clase B con sangre de mentira: todas esas imágenes nos marcaron. Todas tienen una belleza tosca, una teatralidad exagerada que nos encanta. Nuestra música podría ser tranquilamente el soundtrack de una de esas pelis: ruidosa, oscura, con humor negro y mucho corazón. Dentro de la influencia sonora está el punk-rock, con un toque retro que se expresa en el órgano con sonido de theremin. Nos gustó la idea de hacer un álbum conceptual, en lo visual y lo sonoro. El horror nos da permiso para exagerar, para reírnos del miedo y tocar temas reales a través de pequeñas fábulas. “¡Horrorísimo!” es un disco donde lo grotesco y lo absurdo nos sirven en algunos tracks para hablar del mundo real, de lo que asusta de verdad.
-¿Cómo es tener un proyecto binacional (Alemania-Argentina) que a la vez contiene otros idiomas dentro de las canciones? -La banda suena como nuestro día a día, como una mezcla constante de idiomas, culturas y acentos. Eso nos divierte y nos representa. Nasty nació como un proyecto entre dos mundos, ya cuando compusimos los primeros tracks. eMon es argentino, Karina alemana, así que la multi-lingüidad venía de fábrica. El español y el alemán son casi inevitables. El inglés es parte de nuestra educación musical, crecimos con él. El francés se metió más tarde, Karina trabajó como cowgirl en Eurodisney después de terminar el colegio y algo le quedó, parece-. Todo eso entra en las canciones y es algo natural. El año pasado hicimos una gira a Alemania. Viajar con los “Nastys”, con Lea en el bajo y Hernán en la bata para hacer ruido fue cumplir un sueño. Allá también entendieron que “molestar” es un estilo de vida.
¿Nos pueden contar un poco cómo será la presentación del 29 de mayo en Lucille? -¡Va a ser una noche con todo! Vamos a tocar “¡Horrorísimo!” completo, con invitados, visuales pensadas para sumergirse en el universo del disco, y por supuesto, los nuevos temas. Lucille es el lugar ideal para hacerlo. ¿El final? Hay una sorpresa que no podemos contar, sería spoilearlo, solo podemos decir que si no tenés una bola de cristal… ¡Te ayudamos a ver un pedacito del futuro!.