“Lörihen” es una de las bandas más destacadas de la escena del metal argentino. En actividad desde 1996, ostentan el hecho de ser una de las bandas que tocaron por todo país, de norte a sur. También trascendieron fronteras: llevaron su música a distintos escenarios tanto en América como en Europa.
Actualmente, llevan a cabo el “Magia del Caos Tour”, en consonancia con el álbum del mismo nombre que fue lanzado en 2023. Esta gira es internacional: vienen de hacer shows en países como Ecuador, Colombia, Uruguay y España y próximamente partirán hacia México. Sin embargo, la misma noche en la que los Guns N’ Roses daban su primera fecha en el Estadio de Huracán, Lörihen armó su súper fiesta local de metal en el Teatro Flores.
La súper fiesta consistió no solo en la presentación del grupo oriundo de Buenos Aires, sino en una larga previa que aclimató el teatro: pasadas las 19 horas, la primera de las bandas de la escena que fueron invitadas, Pulso Extra, abrió la jornada con un setlist que incluyó varios covers, como “Volviendo a casa” de Rata Blanca, “Sad But True” de Metallica, “Electric Eye” de Judas Priest, “Burn” de Deep Purple y “Tornado of Souls” de Megadeth.
Alrededor de las 20 horas, fue el turno de El Legado, con Javier Barrozo (ex cantante de Lörihen) al frente y con un show frenético, a modo de popurrí con temas como “Sanando mis heridas”, “Un Mundo Nuevo”, “Adicto a vos”, y los covers “Rising Force” de Yngwie Malmsteen y “Héroe de la Eternidad” de Walter Giardino Temple, banda en la que Barrozo tuvo participaciones.
La última instancia de espera estuvo a cargo de In-Dios, con Daniel Medina y toda la fuerza de la banda, incluyendo pogos, agite y ovación del público. “No soy tu esclavo”, “Golpeador Golpeado”, “Fuego en mi Interior”, “Pobremente” y “Sintiendo el metal” fueron algunos de los temas que el grupo sacó a relucir en el escenario.
Finalmente, a las 21:40 empezó el evento principal: con un audiovisual del recorrido de la banda en esta gira, apareció Leo Dobao para empezar a sonar con su bata. Tras él, se sumaron los demás músicos: Lucas Gerardo, en voz; Emiliano Obregón, en guitarras; Johan Maximus, en teclas; y Christian Abarca, en bajos. El show lo abrieron con “Fantasmas del Ayer” y “Gritos de Libertad”.
El primer invitado fue un ex que se sumó al show casi en su totalidad: Julián Barrett, ex integrante de Lörihen y actual en Asspera, fue recibido bajo el canto de “¡hijo de puta! ¡hijo de puta!” y permaneció durante gran parte de la jornada en el escenario con su viola. También se sumaron dos protagonistas más: el Dinosaurio y el Demonio, ambos figuras de Asspera, que recorrieron la tarima con los músicos y, por momentos, giraban también entre el público. En ese tramo, sonaron “Cadenas de la Perversión”, “Bajo la Cruz”, y “Presa Fácil”.
Otra invitada: Brenda Cuesta, voz de Bloodparade, cantó junto a la banda “El Secreto más Perverso”. Después, Lörihen hizo “Extraños Signos de Debilidad” con un mensaje claro, acompañado de una imagen de Javier Milei dándose un pico con Donald Trump. “Nada mejor que ser libre”, soltó Emi Obregón al final del tema.
Mientras el show avanzaba, no dejé de notar a un hombre de entre 45 y 50 años, acompañado por un chico de unos 10 u 11, que cantaba los temas de Lörihen y levantaba su puño izquierdo. En el escenario, el guitarrista Emi Obregón también advirtió que había varios menores fanáticos en el teatro, algo que —según contó— también observó en los shows en el extranjero. “El rock es familia. El rock es puro”, destacó, visiblemente emocionado.
Otro momento emotivo de la noche incluyó a Alejo León. El ex guitarrista de Ricardo Iorio y actual de León Gieco, habiendo quedado solo en el escenario, hizo una intro con acordes de “Sé Vos” de Almafuerte, cantado por el público con una imagen de Iorioen pantalla, próximo a cumplirse el segundo aniversario de su fallecimiento. Luego, Lörihen regresó y juntos hicieron “El Viaje” y “Ya Nada Queda”.
El show siguió con “Antihéroe”, un homenaje a Ozzy Osbourne con imágenes de él y de Black Sabbath en la pantalla. Después, Juan Pablo Killberg, guitarrista de bandas como Flema y Renacer, se sumó para “Libre como el viento”, otro icónico tema de la banda, mientras los músicos lanzaron cinco pelotas rojas para que reboten entre el público y el escenario.
Para el tramo final, Javier Barrozo volvió al escenario para cantar temas de Lörihen a dúo con Lucas. Primero fue “El último eclipse” y, luego, un frenético medley que incluyó “Adonde van tus sueños”, “Realidad virtual”, “Utopía” y “Cautivos del sistema”. Al finalizar, Barrozo agradeció al público y amagó con irse.
“¡No te vayas, Chavo!”, le gritó Lucas Gerardo. Entre lluvias de papelitos, Barrozo se quedó y cantó junto a la banda “Vida eterna”, cerrando una noche victoriosa, con Obregón levantando su guitarra como si fuera una copa ganada.
La banda está por cumplir 30 años en 2026 y, con el vaticinio de otra futura celebración, Lörihen y sus fans —especialmente los más chicos presentes— renovaron su juramento de lealtad al metal.
El 17 de octubre de 2025, en el Teatro Flores, fue una noche de comunión y festejo: la celebración de una banda y de un género que sigue más vigente que nunca. Tras la despedida final, se bajó el telón, pero Emi Obregón quedó solo frente al escenario, alzó la mano, formó con sus dedos una V y se retiró soltando un “¡Viva Perón!”.