Lo frágil y lo intenso: Divididos tiene disco nuevo
La banda lanzó un disco homónimo luego de tres lustros. Con la esencia intacta y canciones más introspectivas, vuelven a sacudir cabezas y conciencias.
15 años pasaron desde Amapola del 66. ¿Se acuerdan? Una tapa campestre, una caja coleccionable con el disco preciado dentro y todo el ritualito de ir a comprarlo a una disquerìa, sacarle el celofàn, ojear “el librito”, leer las letras antes de ponerle play en un aparatoso equipo de audio.
No somos los mismos. Ellos tampoco. El país, y el mundo, mucho menos.
Divididos va contra la corriente de lo inmediato, de lo instantáneo y efímero. La tapa ya nos habla desde los colores de nuestra bandera y en el medio una especie de rotura que se une con una sutura desprolija. “No hay sueño que no lleve cicatriz”, dice la banda en “Bafles en el mar” y es quizás el resumen de esa imágen.
Los temas son 12 y duran entre cuatro minutos y medio y seis. Una locura para estos tiempos en los que es difícil mantener la atención más de un minuto y medio frente a un reel de Tik Tok. Pero a Divididos no le interesan esas métricas y asume su compromiso de entregar un material que deje una huella y básicamente hacer la música que les gusta, con lo bien que lo hacen.
“Aliados en un viaje”, abre la lista como una especie de carta que resume todos estos años en los escenarios y en la vida, con sus matices, sus luces y oscuridades. ¿Será el nuevo himno de los santos en remera? Desde acá ponen primera para que los oyentes se sumerjan en el viaje introspectivo que marca el ritmo de todo el álbum.
“Mundo Ganado”, sentencia con “no creo en la suerte de un mundo robot”, reivindicando la desaceleración en este mundo prisionero de la inmediatez, en un blues que hay que dejar sonando y apreciar. Este tema y “San Saltarìn”- que es el más “bailable”- ya formaban parte del repertorio de la banda, pero dentro de un disco cobran otro sentido. Esta última cierra con gaitas y es inevitable no pensar en “Crua Chan”, en Luca Prodan y en todo el recorrido hasta acá.
“Vos ya sabrás” es un tema hecho desde el corazón con entrega y amor. El nudo en la garganta es inevitable ante el alma desnuda de un artista. La melancolìa también aparece en “Grillo”- la última de las 12- con unas cuerdas más que acertadas comandadas por Nico Sorìn.
Del sonido de la banda ya se dijo todo y no hay demasiado para abundar sin ser reiterativos. No por nada son la “Aplanadora del rock” y no defraudan. Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella tienen cada vez más para poner en el escenario. Con humildad y humanidad, Divididos muestra una vez más que están a la altura de la historia venciendo al tiempo.
