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Interpol en el Luna: Enciendan las luces

El conjunto neoyorquino regresó a la Argentina para repasar los dos discos más exitosos de su carrera, en el Luna Park.

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Interpol visitó nuevamente la Argentina y lo hizo con un torbellino de música en el que mostraron la totalidad de dos de los trabajos más importantes por su éxito comercial, de la crítica de todo su repertorio, los cuales catapultaron su fama internacional: Turn on the Bright Lights, el debut del año 2002 y su sucesor, Antics (2004). 

En una noche fría de domingo, el público argentino se congregó en el estadio Luna Park para recibir con ansias al grupo estadounidense, pudieron ver la previa que estuvo a cargo de Mujer Cebra, power trío local que calentó los motores del escenario con un breve listado de poderosas canciones, una verdadera muestra de renovación del rock argentino reciente, en franco ascenso.

No obstante, la concurrencia fue escasa. Se podrá hilvanar una serie de razones que expliquen los motivos por los cuales el famoso estadio del microcentro porteño no estuvo con la capacidad completa, pero los hechos sucedieron así. Los laterales estuvieron cerrados y, tal vez, eso explique el poco diálogo entre la banda y sus fans.

Así las cosas, el campo estuvo con una gran cantidad de asistentes, quienes hicieron el aguante a lo largo del setlist que empezó por el mencionado segundo disco de los liderados por Banks. Los y las presentes hincharon por su agrupación preferida, con cánticos que se repitieron varias veces, desde los primeros acordes de “Next Exit” hasta el final.

Una muy austera puesta en escena remitía a una fecha que se parecía a aquella que podría brindar un conjunto emergente en un local notoriamente más chico. Desafortunadamente, no faltaron algunos inconvenientes técnicos, otros dirán que fueron impericias. Lo que es cierto, fue la poca claridad en la voz de Paul Banks cuando entonaba las canciones de la lista durante gran parte del concierto. No faltó oportunidad en la que miembros del público gritaran hacia los controles para que subieran el volumen del cantante.

Luego de que interpretaran “Slow Hands”, el líder declaró: “gracias a todos por estar aquí esta noche con nosotros, ha pasado mucho tiempo”, en un español casi perfecto -sin el resto de los instrumentos sí era posible entender lo que decía-, lo cual fue retribuido desde la audiencia. Continuaron interpretando los tracks en el mismo orden que el disco, hasta completarlo con “A Time to Be So Small”.

Siguió un breve intervalo y el grupo regresó a las tablas para ejecutar la mayor parte de su primer registro, pero para este segundo acto, los temas salieron en diferente orden que su contraparte de estudio. Obviamente, sonaron los clásicos tales como “PDA”, “Obstacle 1” y “Stella was a diver and she was always down”, para la alegría de quienes incluso hicieron mosh en diversos momentos.

El cierre de la noche lo coronaron con “Untitled” en una velada que pese a no superó las expectativas de asistencia, igualmente hizo que la base de fans locales pueda disfrutar de una noche con algarabía en la sexta visita de Interpol en nuestras tierras. Seguramente habrá revancha la próxima.

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