“I Want Blood”: Fragmentos de oscuridad

En 2021, durante una pausa en las actividades de Alice In Chains, Jerry Cantrell editó Brighten, su segunda placa solista, donde revoleaba al demonio todo lo que musicalmente lo identificaba, recurriendo a un sonido más luminoso y amable. Un puñado de años después, y para sorpresa de muchos que esperaban el sucesor de Rainier Fog (2018), última placa de estudio de Alice In Chains, el guitarrista se despacha con su tercer disco en solitario, I Want Blood (2024), a través de nueve canciones, sumamente oscuras.

En este disco, Cantrell vuelve a las fuentes, con un estilo marcado por guitarras pesadas, melodías densas y arreglos vocales que recuerdan el camino recorrido a través del grunge de los 90´s. A través de su track list el recorrido es efectivo, “Vilified” abre con absoluta potencia, mientras que en”Off The Rails” y “Let It Lie” los riffs y las melodías lánguidas, tan características de su sonido, se hacen presentes.

Si bien Cantrell ya no es el muchachito perturbado que alguna vez supo traer al mundo un disco como Dirt (1992), las letras cargadas de esa esencia se sienten en la melancólica “Afterglow” y en”Echoes Of Laughter”, donde la guitarra acústica brilla. El pase certero se mantiene en canciones como “Held your tongue”, mientras que “It Comes”, elegida como canción de cierre, circula por un vaivén de sensaciones sonoras.

Por momentos Cantrell se anima a recuperar el talkbox en “Throw Me A Line” y para terminar de darle brillo a su nuevo lanzamiento, invita al bajista Duff McKagan para que toque algunos acordes en”I Want Blood”, canción que da nombre al disco. Pero el bajista de Guns N´Roses no es el único invitado de lujo: entre los créditos se pueden leer los nombres de Robert Trujillo (Metallica), los bateristas Gil Sharone (Team Sleep, Stolen Babies) y Mike Bordin (Faith No More), y los coros de Lola Colette y Greg Puciato (Better Lovers, ex-Dillinger Escape Plan).

I Want Blood es un albúm opresivo, que contiene todos los elementos sonoros y musicales de Jerry Cantrell. Un disco que se escucha, se respira, se disfruta y se vuelve a poner play, porque se puede volver a escuchar, una y otra vez.