Guitar Hero: una noche con Steve Vai

Steve Vai regresó al país en el marco del Inviolate Tour para presentar su más reciente placa -homónima al tour y publicada en 2022- y a su nueva “criatura”: una guitarra de tres mástiles llamada “Hydra”. Semejante fecha tuvo un condimento especial debido a que la misma coincidió con el festejo de su cumpleaños número 63, motivo por el que un enorme séquito de fans copó el mítico Luna Park para acompañar al estadounidense en la celebración.

La previa estuvo a cargo de Claudio Tano Marciello, quien calentó las tablas con su poderosa banda y dio el puntapié de una noche en la que la guitarra sería la protagonista. Rápidamente el público llenó casi la totalidad del estadio y sin más preámbulos el cumpleañero irrumpió con su grupo en el escenario, para la alegría de la concurrencia -y la de él también-.

Una “Avalancha” de notas que provenían de las seis cuerdas que rasgaba y punteaba el guitarrista inundó de rock el recinto, mientras la muchedumbre observaba con atención, festejos y aplausos mediante, lo que ocurría frente a sus ojos y oídos: uno de los más excelsos instrumentistas que existen estaba tocando en vivo y en directo, mostrando una destreza sin igual.

Por supuesto, no estaba solo. Lo acompañaban en segunda guitarra y teclados Dante Frisiello, en el bajo Philip Bynoe y en batería Jeremy Colson. Liderados por Vai, el viaje continuó por diversos hitos de la discografía, que incluyeron varias muestras de su último trabajo, tales como la que abrió el recital, “Little Pretty”, “Greenish Blues”, “Zeus in Chains”, entre otras. 

Inmediatamente después de que dijera que no podía haber encontrado un lugar mejor para tocar que Buenos Aires en el día de su cumpleaños, todo el estadio estalló para cantarle el “Feliz cumpleaños”, el cual finalizó con un notorio gesto de agradecimiento de parte del músico. La noche continuó con “Tender Surrender” -rescate del disco The Seventh Song (2000)-, y siguió con “Lights Are On” e “Incarnation”, canción que tuvo la participación de tres de sus técnicos de sonido, cada uno con sus seis cuerdas y motivo por el que, en un momento, hubo cinco guitarristas arriba del escenario. 

Luego fue el turno de Philip Bynoe para ejecutar un solo de bajo, que dio pie a “Candlepower” -otra de su reciente material-, que fue sucedida por otro solo, pero en este caso del guitarrista que acompañaba a Vai en esta aventura, Dante Frisiello. Más tarde, sonaron la aclamada “Bad Horsie” -de Alien Love Secrets (1995)-, y más tracks de diversos momentos de su carrera, hasta llegar al solo de batería que realizó Jeremy Colson.

Pero todavía faltaba presentar en sociedad a la criatura: la guitarra de tres mástiles fabricada específicamente para el músico, una Ibanez Hydra, mediante la cual ejecutó “Theeth of Hydra”, provocando el asombro de toda la concurrencia. Promediando el viaje, interpretó “Liberty” y la estrella de la noche convocó a otro de sus técnicos de sonido, Dani G., quien lideró -otra vez- el “Feliz cumpleaños”, tanto en inglés como en español, mientras le trajeron una torta en forma de guitarra al agasajado.

Con una carrera que supera las cuatro décadas de extensión no sólo como instrumentista, sino también como productor, sesionista y hasta creador de un sello musical, Steve Vai ya no tiene nada que demostrar a nadie más que a sí mismo: virtuoso, humilde y agradecido en todo momento a sus seguidores, el hombre disfruta de estar arriba del escenario y de llevar su música a todos los rincones del planeta. Sabe, además, que cada vez que visite la Argentina, lo recibirán como lo que es, un héroe de la guitarra.

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