·Entrevistas·

Gabriel Luch: “Nunca seguí la corriente del mainstream”

El músico, compositor y productor, presenta Sobrecarga de Sistema, su nuevo trabajo conceptual.

Publicado

el

Nacido en Río Negro y radicado en La Plata, Gabriel Luch fue uno de los fundadores de Peces Raros y también lideró el proyecto Vicerboy. Hoy, en su etapa solista que arrancó hace un par de años, presenta Sobrecarga de Sistema, una obra completa, rareza en tiempos efímeros, con un quiebre electrónico, conceptual y estético.

“La verdad es que nunca seguí la corriente del mainstream”, asume Gabriel, y lo ejemplifica recordando que cuando tenía 13 años era fanático de Soda Stereo y para sus compañeros de colegio y amigos escuchaba música de viejo o era el raro de la clase. “Probablemente eso me definió a la hora de hacer música, porque me crié escuchando obras completas, álbumes y conceptos”.

En este sentido, asegura que meterse en el universo de Spinetta fue una escuela para él, aprender sobre el Jardín de las Delicias del Bosco o Van Gogh y sus cartas a Theo. “Toda esa información no hizo más que nutrirme y forjarme a la hora de crear mi propio arte. El mainstream es mercado y al mercado solo le interesa alimentar sus propios bolsillos independientemente del contenido, pero es la gente la que decide consumir eso y no buscar otras cosas, porque es lo más fácil también”.

Gabriel celebra que artistas actuales como Dillom hagan un álbum conceptual y “que a toda una nueva camada de pibes les llegue esa data, que a mí me llegó por Dark Side of the Moon, por ejemplo”.

-¿Cuál es el plus entonces de hacer una obra completa en estos tiempos?

El plus que siento que tiene hacer un álbum como Sobrecarga de sistema es que es lo que deseo hacer, sin mirar qué es lo que hace el mercado, que poco le importa el contenido artístico: si tenés 50 mil seguidores, mañana estás en el Lollapalooza, así sea que no hayas cantado ni el arroz con leche.

-¿Te fuiste encontrando con que las canciones podían generar una obra completa o de entrada pensaste en hacer un álbum así?

-Cuando salió Amor Express, mi primer álbum como solista, que fue el 15-9-23, a los tres meses yo ya tenía los tres primeros tracks que abren Sobrecarga de sistema, y casualmente dos de ellos eran instrumentales. Entonces, en ese momento se me ocurrió hacer un EP con tracks instrumentales por un lado y otro de canciones. Pero a medida que pasaba el tiempo seguía componiendo tracks sin letra y, llegado el momento, decidí que salgan todos juntos en un álbum, porque de algún modo así sucedía en discos que fueron fundamentales para mí, como Play de Moby o Random Access Memories.

-¿Qué papel juega lo visual?

-Todo el arte está producido por Lara Yasmin, que además también se va a sumar a las presentaciones en vivo de Sobrecarga de sistema como DJ. Lara es mi pareja y convivimos. Lo bueno del trabajo que realizó es que se fue dando de manera natural, porque básicamente compartimos todas nuestras inquietudes artísticas. Entonces nos sucede bastante a menudo que vemos una película o serie y hay ciertas cosas que nos llaman la atención y tomamos notas, armamos un Pinterest y volcamos ahí todo lo que creemos puede servir de disparador para la estética visual del proyecto. Realmente quedé fascinado con su trabajo. Para nosotros es fundamental la identidad estética complementariamente a lo que pase musicalmente.

-Todo lo que rodea al nuevo trabajo tiene reminiscencias a otros tiempos. ¿Sentís que en su totalidad se trata de una obra nostálgica?

-Yo soy un nostálgico. De hecho, soy nostálgico de tiempos y cosas que no viví ni de cerca. Empatizo con publicidades de los 80’s de productos que ya no existen y nunca probé. Por ejemplo, algo que me dijeron bastante fue que algunos tracks como “Versace” o “Lapsus calami” les hacían acordar a novelas viejas o a Canal Volver, y a mí me parece súper atinado porque realmente hay atavismos de ese tipo. A mí la música me llega generalmente como melodías que grabó en el celular a veces o donde sea, y la dejó ahí que germine en una idea mucho más desarrollada. Después hay un trabajo fino en la ingeniería de sonido también, que es lo que más tiempo me lleva: encontrar el sonido apropiado para cada motivo melódico es a lo que más tiempo le dedico.

-¿Desde qué lugar tuyo llega este álbum?

-Claro es que siempre hice canciones con letra en mis álbumes oficiales, salvo “Apoteosis”, que cierra Amor Express y da paso a lo que vino, que fue Sobrecarga de sistema. Yo debo haber hecho mi primera canción a los 12 años, con letra, solo de guitarra y todo. Cuando empecé a estudiar en el IUPA me conecté con la música académica, desde Bach, Mozart, Beethoven, Debussy o Mendelssohn. Toda esa música para mí fue abrir mi universo sonoro. Entonces, a los 15 yo ya hacía pequeñas obras de cámara para cuartetos de cuerdas. Abandoné las canciones hasta que vine a La Plata y conocí a Lucio Consolo, que fue quien me hizo dar ganas de volver a hacer canciones y desde ahí no paré más. Pero casualmente fue en esta nueva etapa, donde no hago consensos con nadie más que conmigo mismo a la hora de crear, que decidí probar qué sucedía si aplicaba algo de lo que hacía a los 15 años a todo el conocimiento nuevo que tengo sobre la producción musical. Y bueno, salió este álbum que para mí es sin dudas lo mejor que hice hasta el momento.

LAS + LEÍDAS

Exit mobile version