“Explenden es lo único que la vida me permitió hacer”

“Fue el disco menos tortuoso de la historia de Explenden”, comienza contando el cantante Julián “Moco” Mocoroa a la hora de hablar de su nuevo álbum, Desaparece el Mundo, el cual cuenta de cinco canciones con letras profundas, melodías más que atractivas y una fuerte impronta punk que se repite a lo largo de su larga discografía.

“Fue todo muy armónico, un laburo bastante cordial, lo cual me sorprendió porque en esa guerra de la creación surgen las ideas dispares y en este caso estuvimos muy unidos”, continúa explicando, y profundiza acerca de cómo fue todo el proceso de producción: “Se hizo un laburo primero muy bueno de preproducción. Peti, nuestro bajista, hizo un laburo de selección, aprobado por todos, pero se puso al hombro esa tarea. Todas las baterías de Emi Cansino se grabaron en un día, sin inconvenientes, sin pinchar y esas cosas raras, quedamos muy contentos con el sonido que le dio. Bata y bajo se grabaron en Moscú, estudio de Edu de Cadena Perpetua. Yo hago las canciones y de repente después veo los arreglos que les mete cada uno de la banda en su instrumento y estos fueron espectaculares. Por mi parte fue un placer también grabar las voces con Fede Pertusi, aprendí en un disco más que en veintipico de años de carrera, además de congeniar con su buena onda, su carácter muy especial y placentero”.

―¿Cuáles fueron los mayores cambios que viste en la escena punk desde los tiempos en los que nació la banda hasta la actualidad?

―Éramos muy nuevos en ese entonces, por ahí éramos horribles y no pudimos mucho pertenecer a la escena punk de esos tiempos, no sentí que nos hayan abierto las puertas en ese momento, no se si les pasa a otras bandas algo parecido. Tal vez hay bandas que derriban las puertas, nosotros somo más de tocar el timbre y esperar a que nos abran y la realidad es que eso pasó mucho tiempo después. Por otro lado, el público fue cambiando un montón, cada vez se va ablandando más, en lo bueno y en lo malo. Creo que la particularidad del mundillo punk es que el público se va pareciendo mucho a otros mundos, otros géneros, y eso tiene cosas buenas y otras que para mí no son tan buenas. Me parece que hay más gente saliendo a divertirse que a consumir punk con lo que eso implica: el punk tiene una historia atrás y una manera de vivir, que para mí es lo principal, y eso en lo masivo está desaparecido. El punk tuvo su auge hace muchos años atrás como música y como cultura, y hoy está más, como decirlo… se globalizó.

―Viajan mucho por el país, ¿qué encuentran en esos viajes? ¿Cómo transitan esas experiencias?

―Viajamos más de lo que imaginé que podía pasar, pero deseo que sea mucho más, nos gusta mucho tocar lejos de casa, es divertido, es un aprendizaje conocer lugares nuevos, y conlleva una exigencia que estresa mucho, pero que por suerte se termina festejando con los resultados. En la previa asusta, es difícil porque viajar de forma autogestionada lleva la incertidumbre de no saber cuánta gente estará ahí esperándonos. Por suerte siempre hay y quedamos sorprendidos, siempre pudimos regresar a donde fuimos, y si no lo hicimos está a punto de pasar. Es enriquecedor y nos gusta el desafío.

―En una nota reciente hablaste que las plataformas digitales generan insatisfacción, ¿cómo se convive con esta actual forma de compartir la música?

―En las plataformas digitales somos todos iguales, ponele, estamos en la misma dirección, mismo servidor, mismo formato. Si subís 4 canciones es un EP, si subís 11 un LP, ¿y eso quien lo dice? ¿Por qué es así? Tenés un conteo de cuanta gente escuchó, pero no conocés a ninguno, si bien está bueno, tiene las contras de no poder mover la música por otros canales. Por eso digo siempre que lo mejor para ver a Explenden es en vivo, porque ahí esta la realidad, ves las caras, si gustó o no, no está el algoritmo ahí. Las plataformas son como las drogas, nos la dieron, que rica, y quedás enganchado. Y hoy si querés poner un puestito nuevo para darle lugar a bandas independientes te cagás de hambre, porque si no está en Spotify no lo escucha nadie.

―¿El vivo es el único refugio que queda?

―Es el mejor lugar para ver a cualquier banda, ahí esta la realidad. Si bien nosotros siempre planteamos las grabaciones como tocamos, se graba en vivo y en dos días, sin meter instrumentos adicionales, en el show está la propuesta y uno está cantando con alguien adelante, y ese alguien modifica lo que estás haciendo. Ahí es donde se genera el vinculo más importante que la música en sí, la música es el motor para transmitir y cambiar una realidad. El arte es eso, es contar, decir, manifestarte, dar una opinión sobre algo. Escuchar música encerrado en tu casa está todo ok, podés escuchar un disco, pero compartirlo con alguien, interactuar, ahí está el verdadero valor.

―Viviste ya más tiempo con Explenden que sin la banda. ¿Qué significa Explenden en tu vida?

―Hoy por hoy es todas las cosas que no hice. Explenden es lo mismo que irte de viaje a Europa, yo no conozco Europa, porque toda la plata que tuve la puse toda la vida en la banda. Explenden es como ir a un montón de cumpleaños buenísimos, yo no voy a ninguno porque estoy ensayando o tocando. Explenden es como seguir a tu equipo todos los partidos, alguna vez lo hice, pero cuando la banda creció ya no pude porque se juega los fines de semana. Explenden es similar a tener un montón de ropa, yo no la tengo porque Explenden me alimenta y me consume a la vez. Es lo único que me permitió la vida hacer. De chico quise ser kioskero, tener plata o una casa, y no tuve nada de eso, ni un montón de cosas más que no digo porque no me quiero poner triste. La banda la pude hacer y es lo mejor que hice en mi vida.

*Explenden presenta “Desaparece el Mundo” el 15 de noviembre en Salón Pueyrredón (Av. Santa Fe 4560, CABA)