Desde Revista El Bondi continuamos con nuestra sección de entrevistas a cargo de nuestro corresponsal en España, Christian Alliana, quien celebra charlas con artistas de nuestro país que viajan a tocar al viejo continente.
Es un lunes fresco de otoño en Madrid y Camila Andersen, cantante de El Plan de la Mariposa, atiende la videollamada con unos minutos de retraso debido a que la noche anterior el grupo se presentó en la capital española y el festejo post show se alargó por varias horas. Ese espíritu festivo parece ser el mismo desde 2008 cuando se formó esta banda que completa el resto de hermanos Andersen –Sebastián en voz, Valentín en guitarra y voz, Santiago en violín y guitarra y Máximo en teclado y acordeón- y sus dos amigos de siempre –Andrés Nor en bajo y Julián Ropero en batería-. Pero la suavidad de Camila al hablar contrasta con la energía que emana arriba del escenario junto a sus compañeros y ese ying y yang es una buena descripción de lo que es hoy el grupo sensación del rock argentino que este año agotó dos Luna Park y que ahora se lanza a la conquista del mundo. “Desde que empezamos siempre tuvimos ganas de viajar con lo que hacemos porque cuando llegás a un lugar de la mano de la música se abren un montón de puertas y siempre hay alguien que te está esperando” dice Camila desde su cuarto de hotel y completa: “En Argentina por suerte ya hay varios lugares en donde nos viene a ver mucha gente, entonces estos viajes de alguna manera nos hacen empezar de nuevo el recorrido y nos gustan esos desafíos. El show en Madrid fue súper emotivo, la gente estuvo muy entregada y para nosotros es un regalo estar lejos de casa y sentir ese amor del público”.
–El Plan de la Mariposa es una banda ecléctica, en sus canciones hay rock, pop, algo de reggae pero sobre todo mucha cosa folclórica del mundo. En esta gira también pasaron por Dublín y hace poco estuvieron en México, Costa Rica y Colombia. ¿Aprovechan estos viajes para absorber la cultura de los países que visitan?
-Sí, nos copa eso de conocer música nueva. En Colombia aprendimos de la cultura que tienen del baile en pareja, en Dublín los chicos fueron a ver música celta, en España queremos ir a ver flamenco e incluso en Costa Rica salimos a la calle a tocar en formato acústico. Todo eso te nutre y te amplía el mundo. Venimos de una familia con ascendencia dinamarquesa por parte paterna e irlandesa por el lado de mi mamá. Santi toca el violín porque en mi casa había uno que trajo mi bisabuela en barco y también había un acordeón, entonces todo ese sonido que es raro para una banda de rock fue formando la identidad de El Plan sin darnos cuenta.
Desde su debut discográfico en 2011 con Brote hasta Estado de Enlace (2020) han pasado cinco álbumes de estudio y otros tantos en vivo publicados en plataformas digitales. Por eso la banda oriunda de Necochea está aprovechando los ratos libres entre tantas giras para darle forma al próximo disco que verá la luz en 2024. “El proceso del disco es largo pero ya tenemos los temas elegidos y nos falta terminar de grabar algunas cosas” dice Camila que disfruta principalmente de la música en vivo porque “tiene ese poder de conectar a una capa más profunda. A mí me llama la atención poder estar celebrando el presente con otras personas que no conocés y que se arme una energía de confianza. Eso me parece muy mágico y es gracias a la música, yo estoy muy agradecida de tenerla como aliada”.
-Además de la energía en vivo que hay en sus shows, sus letras tienen una cosa de conexión con la tierra y un mensaje optimista ¿Hay una búsqueda espiritual?
-Siento que nuestra música acompaña nuestros propios procesos de vida. Nacés con la vida y con la muerte de la mano, existir es complejo y a la vez es hermoso y las canciones de El Plan hablan de eso, de tomar los momentos de crisis para crecer. La gente cuando nos escribe nos cuenta cosas muy lindas y muchos coinciden en que llegaron a nosotros en momentos difíciles, quizás antes nos conocían pero no conectaban tanto. A mí me pasa por ejemplo también con la danza, que es un momento de catarsis, de conectarte con vos de una manera diferente.
-Además de que en el grupo haya cinco hermanos -de los cuales tres son trillizos- y eso de por sí ya los convierta en una banda familiar, ¿hay como una herencia de sus padres en el arte que hacen ustedes, no? Teniendo en cuenta que tu papá tocaba la guitarra y tu mamá organizaba celebraciones de luna llena y meditaciones en movimiento.
-El Plan es como andar con la casa a cuestas. La banda me ha ayudado muchísimo en mi existencia en esta vida y el baile me ayuda a conectar conmigo, a mejorar mi ansiedad o atravesar situaciones difíciles. Vivimos la música y cada recital como un reseteo de liberación. A veces siento que El Plan nos tomó la vida, nos la transformó y no nos dimos cuenta.
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EL PLAN DE LA MARIPOSA – GIRA ESPAÑA 2023
22 de noviembre – Sala Apolo (Barcelona)
23 de noviembre – Peter Rock (Valencia)
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