Tras años de lucha por conseguirlo, el oriundo de Coronda llegó a lo más alto de la Red Bull Batalla Argentina tras una jornada de fuertes choques argumentales y de estilos bien distintos.
En un hirviente estadio Obras Sanitarias el público batallero se reunió para ver la edición 2024 de Red Bull Batalla, la competencia de mayor renombre en el mainstream de las batallas de gallos. Esta vez, los 16 competidores que se enfrentaron llegaron a la lista a partir del podio del año pasado, de regionales en distintos puntos del país, y de cupos otorgados a competencias de plaza de especial importancia para el underground del freestyle argentino.
Con Shulio, emergente host de plazas de Buenos Aires, y Pacha One a cargo de la conducción de la ceremonia, el ambiente de fiesta de la Red Bull se vivió una vez más. Quienes tuvieron la enorme tarea de decidir qué MCs avanzaban de instancia en instancia fueron Maxi Rodriguez, jurado prominente de los parques, y dos bicampeones nacionales de la competencia: el legendario argentino Tata, y el icónico español Skone. Los tres marcaron con su mano no solamente al ganador de cada batalla si no también sus estilos de votación, de jerarquía entre los factores a sopesar. Maxi, por ejemplo, levantó su brazo más que sus dos colegas para seleccionar estilos que se salían de lo estándar y que proponían una frescura más suelta y hiphoppa, mientras que Skone eligió, mayormente, la contundencia de los acotes afilados y los versos contenidos en compases más ortodoxos. Tata, quizás, propuso un medio camino entre estas alternativas.
Así fue que se dieron unos octavos de final entretenidos y con más de una batalla que dejó a todo Obras y al enorme público que miraba el stream de la competencia fuertemente sorprendidos. En principio, el campeón del año pasado, Jesse Pungaz, perdió frente a un debutante en la competencia: Luis Farías. Alkoy, uno de los faros del Norte, oriundo de Salta, cayó frente al potente entrerriano Auge en una batalla aguerrida por parte de ambos, de las mejores de octavos de final, y ambos lograron dejar frases memorables, como la respuesta al momento del salteño que hizo explotar a la gente: “Si no te representa lo que hago el rap no te gusta”.
Otra caída dolorosa para la audiencia fue la de Nasir Catriel en, posiblemente, la batalla más polémica de la jornada: cayó frente al luego coronado campeón Stuart en un enfrentamiento entre santafesinos que estuvo dibujado por sus claras improvisaciones y teñido, especialmente hacia el final, de un fuerte contrapunto argumental.
El cordobés Larrix superó con su estilo particular a la única mujer del roster de este año, la mendocina Alexmine, que venía de presentar interesante música en plataformas pero que no pudo convencer a los jurados con su rima improvisada. Esto fue continuado por el choque de cuernos entre el bahiense Exe y el ya muy conocido CTZ, referente de las plazas del Área Metropolitana de Buenos Aires y fuerte abanderado de escupir argumentos pesados a la cara de sus contrincantes. Sin embargo, no le fue suficiente para vencer al todo terreno Exe, que continúa aleccionando a rivales de gran calibre y que no parece intimidado por ningún escenario, a pesar de sus palabras de humildad y compromiso al final del enfrentamiento.
“Los dos caímos de sorpresa”, le dijo Cobe CLK a Kotal Bangaz en la siguiente batalla, que fue conquistada por el primero de ellos previo a otra batalla pesada: Thom, clasificado por el cupo de la histórica competencia bonaerense Halabalusa, versus Jaff, emblema mendocino de la coherencia y de su estilo particular e hipnótico. El oriundo de San Fernando dio una excelente batalla pero no pudo superar a Jaff, que pasó a la siguiente instancia contundentemente.
La última batalla de estos octavos de final que mostraron, una vez más, el excelso nivel de las plazas argentinas, fue entre el cordobés Monostrong y MKS, el ya histórico competidor que, a pesar de no haber podido clasificar vía regionales, llegó a la lista de 16 de la nacional tras la baja de Sergio, un MC cuya ausencia se notó por su maestría con la rima. En esta ocasión, fue Monostrong el que logró pasar de instancia.
Los cuartos de final probaron ser la instancia en la que algunos de los enfrentamientos despertaron el mayor hype entre los asistentes. Quienes acabaron por seguir en carrera fueron Auge, Stuart, Exe y Monostrong, dejando unas semifinales con cuatro representantes de distintos puntos del país, algo siempre muy atractivo.
Posteriormente, Auge cayó sin bajar la cabeza ante un potente Stuart, y Exe venció de forma taxativa al cordobés Monostrong, por lo que la final entre el santafesino y el bahiense que se venía encendió a las gradas, que sabían de antemano la potencia de ambos freestylers y la capacidad de los dos de demostrar su jerarquía en los compases.
En un estadio Obras a linternas encendidas, la final trabada entre estos dos MCs logró dar un ganador desde el momento en el que Stuart lanzó una respuesta inmediata que desenrollaba sobre el escenario porteño su autoridad, su historia, y su larga historia de merecimiento.
A pesar de que el merecimiento y los méritos previos no ganan batallas (o no deberían ganarlas), Stuart se encargó en esta final de no dejar margen para las dudas, y se recolectó la corona que le faltaba para la consagración total en suelo argentino: teníamos un nuevo campeón nacional de Red Bull Batalla. Un campeón que paso a paso, semilla a semilla, inclaudicable a través de los años, avanzó como una locomotora por todos los terrenos competitivos del freestyle (y las batallas escritas, vale agregar). Un campeón del que estar orgullosos, que va a representarnos en la Final Internacional de Red Bull Batalla el sábado 30 de noviembre junto al versátil e increíble Mecha, y junto al mismísimo Exe de Bahía Blanca, que fue elegido a través de los votos de la comunidad internacional como uno de los “mejores segundos” y completará el tridente para llevar la bandera a lo más alto.