El grupo visitó por primera vez la Argentina en una fecha que tuvo de todo, frente a un recinto colmado de fans, como parte de la gira de presentación de su último disco.
El ingreso a las tinieblas del domingo posterior al deber cívico nacional trajo consigo el debut en estas tierras australes a Celtian, un conjunto de folk metal que desde hace ocho años cada vez aumenta su base de fans no solo en su España natal, sino en la región y el resto del mundo. En esta oportunidad la cita fue en El Teatrito para así también presentar su más reciente trabajo de estudio: Secretos de Amor y Muerte (2024).
Fue menester preparar semejante evento con un puñado de bandas nacionales que prepararon el escenario y, de paso, cosechar nuevos seguidores, dado que siempre es una buena oportunidad para lograr este tipo de objetivos, más allá de mostrar el arte de cada cual a los propios, que siempre están presentes.
Así las cosas, quienes dieron el puntapié inicial fueron los Tándem, histórico grupo de metal neoclásico, sinfónico y una fuerte impronta hard rock, cuyo recorrido se inició en la primera mitad de la década de 1990, se detuvo y mucho más acá en el tiempo retomaron los escenarios con cuatro de los cinco integrantes originales. Mostraron cinco canciones entre las que se destacaron la reciente “Despierta Argentina” y “Triste rey”, rescatadas de su debut discográfico Más allá de los tiempos (2021). Recibieron una notoria aceptación de la audiencia allí presente, tras escuchar la potencia de la voz de Emi Fernández, la guitarra de Mario Muscio, el bajo de Litto Salerno, la batería de Sergio “Rocky” Maesano y las teclas de Beto Gómez.
La segunda agrupación local que siguió fue Barloventos y su folk-power metal con una impronta que toma la mitología pirata y leyendas del mar. Con integrantes oriundos de Viedma y Carmen de Patagones, ubicaron su tripulación en toda la extensión del escenario: Martín Fernández en batería, Mauro Caldironi en teclados y acordeón, Julián Ariaudo en voz, Gabriela Iglesias en violín, Sebastián Kopp en bajo, Lucas Obregón en flauta y violín, Maximiliano Merino en guitarra, Gustavo Faas y Leandro Bundio en coros. Navegaron desde las “Aguas turbias”, relataron la “Muerte a los humanos”, sortearon a “Las brujas del mar” y así siguieron con otras canciones más de las siete que fueron festejadas por la concurrencia desde el principio, hasta llegar al “Motín de mediodía”.
Luego fue el turno de Inazulina, con una considerable trayectoria en el metal gótico que mezcla sonidos industriales y letras pasionales, a la vez que, obviamente, oscuras. Comandados por Carolina “Anílorac” Bakos, la agrupación oscureció aún más el ambiente con sus ocho canciones, que se fundían en la penumbra, algunas cantadas en inglés y otras en español. Un popurrí de su discografía se pudo escuchar con “Seductive pain”, “Amor brujo”, “Spirit of the sea”, “Anoche”, “Lux voice” y el cierre con “Black circle”.
Finalmente llegó el momento de que Celtian tome la posta de la velada. Así, fueron a la carga con una intro que sumó a “Profecía” con “Sueños de cristal” como un todo, seguido por “Solsticio de Driade”. La fuerza vocal de Xana Lavey resaltó desde el primer momento, la cual fue acompañada por la cabeza fundacional del grupo, Diego Palacio (flauta, whistle y gaita); Txus Borao (violín y mandolina); Raúl Plaza (bajo), David Landeroin (batería) y Sergio Culebras (guitarra), que son los que completan la formación actual de la banda oriunda de Alcalá de Henares.
“Es un placer estar con vosotros esta noche”, dijo la vocalista y agregó: “es nuestra primera vez en Argentina, por eso haremos un repaso por toda nuestra discografía”, declaración que fue retribuida con aplausos y agite desde la concurrencia, un evidente signo de que esperaba al conjunto con ansias desde hacía tiempo.
El recorrido continuó por “Hasta el final”, “Renacer” y “Oh, Catarina”, fueron algunas de las que mostraron al público local de su más reciente álbum, un trabajo que también sirvió de excusa para visitar Buenos Aires por primera vez, y como dijo el encargado de los vientos: “no será la última”.
Jubo muestras de su anterior larga duración con “Nueva era” y “Lágrimas de cera”, publicadas originalmente en Sendas de Leyenda (2021). También sonó la instrumental “Molly Bawn”, un rescate de su debut discográfico del 2018, The Druid’s Awaiting, y un momento más íntimo con “Caricia mordaz”, que fue interpretada como dúo con la voz Lavey y Borao en mandolina.
Ya con el conjunto completo nuevamente, la tríada final estuvo compuesta por “El hijo del ayer”, “Serena” y “En tierra de hadas”, para el festejo de los seguidores argentinos que estuvieron embebidos en la energía que provenía de las tablas, una verdadera alquimia que devino en una fiesta y esto, a su vez, resultó el antidomingo ideal.
Celtian aseguró que volverán a la Argentina y quedaron extasiados por el potente recibimiento que recibieron de la base de fans local. Con canciones con un tinte épico que mezclan el folk, la música celta y el heavy, es evidente que tienen una proyección global que se mantiene en un franco ascenso.