Las entradas gratuitas para el show de fin de año de Catupecu Machu en Vorterix duraron un puñado mínimo de minutos y así el histórico lugar de Colegiales vibró con la energía constante de Fernando Ruiz Díaz y los suyos.
Con toda la actitud, el joven baterista Nicolás Meardi, de 24 años, se sentó frente a los parches de la banda por primera vez tras seis ensayos y la rompió toda, en este set que cuenta con dos baterías, bajo, guitarra y voz.
“Óxido en el aire” fue la canción para abrir la velada, el Zorrito Von Quintiero aportó lo suyo en “Magia veneno” y Fernando intercaló potencia y emotividad por igual. Al tiempo que pedía más volumen, también recordaba a su hermano Gaby en cada canción. Además, hubo un momento para recordar una anécdota con su hija, presente en la sala, recordando que le pidió ir a ver a la banda italiana Måneskin.
El cover de la noche llegó con “Mañana en el Abasto”, de Sumo, y el final con “Dale” fue más interminable que nunca, con la presencia de Martín “Mono” Fabio y Maikel de Luna Campos de Kapanga. Este último, subió a escenarios mientras lucha para recuperarse de un cáncer, brindando otro gran momento emotivo de la jornada. Entre las mil vueltas que le daba Ruiz Díaz a la canción, también pintaban pedacitos del clásico kapanguero “El universal”.
Entre saludos y abrazos, con otro guiño a la anécdota con la hija, sonaba un clásico de Måneskin en los parlantes del teatro.
Calurosa despedida del año para esta nueva versión de Catupecu, que ya no cuenta en sus filas (una vez más) con Abril Sosa, pero renueva energías e integrantes constantemente.
Foto: Tute Delacroix
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