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Bunbury en Buenos Aires: Punto de partida

El cantante español volvió a los escenarios y eligió nada menos que nuestra ciudad para iniciar su gira mundial.

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A las nueve en punto de la noche se apagan las luces del estadio y la multitud estalla: la espera terminó. Su ídolo, ese duende encantado que encarna al rock en español, está de regreso. Una dulce intro de piano abre la noche. De pronto, un furioso acorde de guitarra da inicio a la ceremonia: Bunbury pisa el escenario y el Movistar Arena ruge ante él. 

Vestido de elegante saco bordado y pantalón negro, con un pañuelo rojo colgando del cuello y las típicas gafas oscuras (al mejor estilo Jim Morrison), el ícono del rock español irrumpe en escena y se lleva todas las miradas con su impronta de estrella. Le basta con cantar una sola nota para emocionar a las miles de almas que agotaron uno de los estadios más modernos de Sudamérica. Es que Quique (como lo llaman sus fieles seguidores) hipnotiza con su presencia, con el poder de su original e inigualable voz, con sus clásicos movimientos al compás de la música y, sobre todo, con la pasión que canta cada una de sus canciones. 

El show abre con la versión instrumental de “Los términos de mi rendición” y en seguida suena “Nuestros mundos no obedecen a tus mapas”, uno de los cortes de su último álbum, Greta Garbo, que se encuentra presentando en esta gira internacional que lo trajo a la Argentina. Una gira especial, ya que marca el regreso del ex líder de Héroes del Silencio a los escenarios, después de dar marcha atrás con su decisión de abandonar los conciertos por razones de salud que afortunadamente, y al juzgar por su enorme desempeño en vivo, han quedado atrás. 

Bunbury canta mejor que nunca: seguro, afinado y sin perder la frescura, esa emoción y desfachatez que lo caracterizan y que contagia a quienes lo escuchan. Lo acompañan Los Santos Inocentes, una banda sólida, potente y súper versátil, ya que el repertorio de esta noche, como anuncia el mismo artista, recorre distintas etapas de su extensa y variada carrera, pasando por el clásico rock, algún que otro bolero, un vals y diversos ritmos latinos, pero siempre con la impronta que Bunbury le aporta a cada tema. El regreso a los escenarios le da la posibilidad de tocar por primera vez en vivo muchos temas, como por ejemplo “La tormenta perfecta”, “Invulnerables”, “Alaska”, “Desaparecer”, entre otros, que suenan impecables, como si se tratara de un disco. 

“Hola Argentina, les traemos canciones de todas las épocas” saluda después del cuarto tema. Y agrega: “éste es el primer show de la gira y no había mejor opción que estar con ustedes compartiendo la fiebre de Buenos Aires”. Una tremenda ovación, que llega desde todos los sectores del estadio, abraza al artista. 

Desde el primer tema del show el público demuestra su cariño y la pasión que tiene con el cantautor español. El campo se mueve de un lado al otro: hay saltos, cantos, aplausos y pogos. En las plateas se multiplican las imágenes de parejas, amigos y hasta familias enteras abrazadas, disfrutando del espectáculo como si se tratara de un ritual. Es que el público de Bunbury es un público fiel y leal a su extensa trayectoria, que incluye la etapa como líder de Héroes del Silencio y su consolidada carrera solista. 

Promediando la mitad del show, Bunbury vuelve a hablar con su público y, emocionado, confiesa: “La última vez que toqué en Buenos Aires fue hace seis años. Pensaba que esto no iba a volver a ocurrir, que no me iba a subir más a un escenario. Hoy estoy en el mejor lugar que podría estar y muy bien acompañado por todos ustedes. Es una noche muy especial“.  Y luego agrega: “Nunca dejen de apostar por el rock and roll”. 

Como era de esperarse, dos de los temas más festejados y cantados (ya en el último tramo del show) son “Entre dos tierras” y “Maldito Duende”, clásicos de Héroes Del Silencio. Pero de todos modos las canciones de su trayectoria como solista son muy bien recibidas. 

Sobre el final de la noche, después del último acorde, Bunbury permanece de pie, mirando fijamente a la multitud. Emocionado, envuelto en una bandera argentina que le arrojan desde el campo, saluda y agradece al público. Es la imagen perfecta para una noche soñada y festejada por muchos, y que marca el regreso de un héroe del rock a los escenarios. 

Enrique Bunbury brilló en su vuelta a los escenarios después de dar marcha atrás a la decisión de dejar de tocar en vivo. Para ello, eligió iniciar su gira internacional en Buenos Aires ante un Movistar Arena Sold Out que vibró y se emocionó junto a su ídolo. Un show para la historia, que quedará para siempre en los corazones de quienes lo disfrutaron y del mismo Bunbury, quien demostró una vez más por qué es un verdadero héroe del rock.  

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