·Shows·

Acru en el Luna Park: la virtud de hacer historia

En una noche épica en el Luna Park, el rapero hizo historia en la escena argentina al llenar el estadio. Con invitados sorpresa y una comunidad diversa, demostró que el género conquista multitudes sin la necesidad de tomar atajos.

Publicado

el

“Donde fui te conté de mí y en vivo sueno igual
En un fogón, en el cypher o en el Luna Park
Las mismas ganas con más canas y calidad de rap”

La suela del Norte pisó el mítico Luna Park, generó un huracán de historia en el rap argentino, y se aseguró marcar a fuego y dejar huella en una escena de la que es protagonista y con la que es generoso.

La energía del fiel del público de Agustín Cruz (a.k.a. Acru) vibraba eléctrica desde la apertura de puertas del recital, en las que se respiraba el aroma que se respira en los todos los shows que prometen ser un hito en el despliegue inapelable e irrefrenable del rap en territorio argentino, especialmente, cuando es producido por referentes locales que ponen en alto la bandera.

La promesa de momento histórico se vio reflejada desde el minuto cero, cuando el productor y DJ MPDhela pisó el escenario para comenzar con su setlist. Ese fue el primero de una seguidilla de momentos de lacerante compromiso explícito de Acru con la música argentina: la convocatoria a un brillante productor que es una viga fundamental del hip hop underground nacional, que sostiene en pasado, presente y futuro el arte de innumerables artistas que, con las zapatillas llenas de barro, producen algunas de las perlas necesarias que estructuran la escena de nuestro país, fue solo una muestra de lo que se viviría en la noche.

Minutos más tarde, sobre el legendario escenario, comenzó la presentación oficial de “EL DON”: un disco tan esperado como trabajado a detalle, un disco que profundiza las reflexiones del rapero, a partir de nuevas perspectivas y vivencias, que vuelve a arrimarse con valentía a temas de una sensibilidad particular y que abren puertas y ventanas a lo que fue y es hoy el recorrido de un rapero que siempre prefirió el camino auténtico y difícil, antes que el oportunista y trivial.

Acru siempre se caracterizó por ser uno de los raperos de la escena nacional que demuestran una enorme maestría a la hora de conectar con su público y de adueñarse del escenario. No solo sabe hacerlo con la destreza del rapeo en vivo y con las líricas que se viven a flor de piel, sino con mantener su personalidad artística muy próxima a su humanidad y a su lectura sobre su recorrido y la valoración de ser parte de años históricos para el rap nacional. “¿Qué artista argentino no sueña con llenar el Luna Park?” comentó, emocionado, recordando varias veces la importancia de que un artista de rap logre plagar con su ejército de viseras y tags un espacio tan relevante para la historia de la música como este estadio. Este hecho toma más relevancia todavía si se tiene en cuenta que este mismo año, el pasado marzo, Wu-Tang Clan pisó el escenario del Luna, posiblemente la agrupación más importante del hip hop mundial.

Con el apoyo invaluable de su DJ, Haze, que también proporciona una segunda voz muy atenta sobre las tablas, Acru desdobló en el Luna Park una lista de su antología que balanceó muy bien entre su último álbum y sus lanzamientos previos, sin dejar por fuera algunos favoritos del público que encendieron las gradas y el campo del Luna. En un escenario con unas despampanantes imágenes en esquema simétrico y con una potente banda a la altura de las circunstancias, el evento que ya prometía ser histórico, superó las predicciones: además de regalar versiones increíbles e innovadoras de clásicos de Acru, la tarima se pobló de invitados de peso propio que agregaron un valor incalculable a la entrada y que dejaron al público sin hambre tras fantásticos momentos de música y comunidad.

El trasandino Jonas Sanche fue el primer invitado en aparecer, con quien el artista hizo “Heavy Weight”, tema en el que ambos dieron una masterclass de rapeo en directo. La sorpresa de la noche fue, sin duda, el ingreso irreverente de Ca7riel al escenario, con la guitarra en la mano y el poder en sus puños, con los que dejó impávido al público con su versión instrumental de “Cheques” de Spinetta y Los Socios del Desierto, sobre la cual acabaron echando freestyle tanto Acru como otro de los grandes invitados de la noche: Wos. La imagen de estos tres artistas profundamente representativos de la escena musical argentina quedará, sin lugar a duda, en las retinas de todas las almas presentes. Coherentemente con la potente energía de la noche, Acru comentó en el micrófono la importancia de Wos en momentos de frustración durante su carrera musical, y cómo -justamente- el joven porteño supo predecir tiempo atrás sobre aquel mismo escenario que el propio Acru sería quien tuviese su merecida chance de poblar el Luna Park.

Es momento de hacer un alto: algo sucede en los recitales de Acru que vale la pena resaltar. Tanto debajo del escenario como sobre él, las diferentes generaciones se cruzan y se mezclan. Oyentes de diferentes géneros, personalidades que quizás no se encontrarían en otros shows de hip hop, y que, a su vez, demuestran una inalterable lealtad a este artista como referente y compositor. Todo este marco, además, siempre es coronado por la presencia de representantes del rap y el freestyle nacional que no dudan en ofrecer su respeto y admiración al Joven Román; un ejemplo de esto es que entre el público podían verse rostros como los de Jaff, Klan, el peruano Jaze o el español Sweet Pain, así como también de artistas como Lego Skillz o Evlay (también productor en “EL DON” y gran generador de aportes a la música argentina contemporánea).

Sobre el escenario, la comunión también se ve resplandecer. Además de la exquisita banda con aires rockeros que formó los cimientos para las versiones que se escucharon de clásicos como “Monoblock”, esta vez, se hizo presente un coro de tres voces compuesto por Lolita Fiamma, Lali Ferreiros y Penélope Cúneo, quienes generaron un ambiente precioso para las ya frecuentes incursiones de Acru en terrenos vinculados con el soul y el R&B. Además, el público gozó el lujo de presenciar una versión en vivo del reconocido CYPHER #1 casi completo, que a pesar de sufrir la ausencia de Kundo, contó con las barras en vivo de Santoz, Brapis, Kelo, Saje, y Urbanse, y, por supuesto, las pistas de MPDhela. Otro momento emotivo llegó cuando el hombre de la noche presentó a su amigo y productor de este disco, Veeyam, cuya huella digital recorre “EL DON” para cualquiera que tenga escuchado su trabajo solista y con otros artistas.

Entre las tantas emociones que recorrieron el recital, una de las más notorias fue el orgullo por el hito logrado de llegar al Luna Park. Acru se encargó más de una vez de abrir los ojos a la militancia que tuvo detrás el recorrido del rap local independiente y sin ataduras, a un rap que no negocia ni se rinde, uno que no hace demasiado tiempo ni los medios ni las discográficas ni el ojo público le daban entidad, y que hoy en día está inundando y conquistando todos los terrenos.

El rapero mostró todo su orgullo de forma colectiva, dejando de lado por momentos su protagonismo para entregarse a la prepotencia de la comunidad, y hablando de logros compartidos con artistas, activistas y audiencia. Quizás por eso es uno de los artistas más representativos de la escena y un orgullo para todos los que disfrutan que haya cumplido su sueño y que haya inundado el Luna Park de rap argentino y de talento desde el underground, sin atajos, sin recetas, contra todas las adversidades; alimentando los espíritus y el hambre de un público que hace rato está hambriento de tomar su lugar en todas las esferas de la industria cultural argentina.  En sus propias palabras: cuando Acru escribe, el barrio sueña.

Si te gusto la nota, no te olvides de invitarnos un CAFECITO.

LAS + LEÍDAS

Exit mobile version