Bandas y shows en vivo: streameame que me gusta
12 de Octubre, 2020
Mientras la Ciudad se prepara para la vuelta de los espectáculos al aire libre, el streaming sigue siendo la opción más elegida para disfrutar de propuestas artísticas. Matías Lozaga, de PopArt, y Juan Cruz Saibene, de Plateanet, analizan la escena mainstream.
El verbo de moda en la industria del entretenimiento es streamear. Desde youtubers a artistas consagrados, nadie alrededor del mundo quiere quedarse afuera del fenómeno al que la pandemia convirtió en una de las principales alternativas para poder sobrevivir en una de las actividades más golpeadas por la crisis sanitaria. La ecuación parece simple: con casi 4500 millones de personas con acceso a internet, las posibilidades de montar espectáculos online se muestran ilimitadas y la idea de ganar dinero vendiendo acceso a esos shows seduce a más de uno. Sin embargo, la cosa no es tan fácil.
“Cada negocio tiene su modelo y, por supuesto, que hay mucho de prueba y error. Lo del autocine o auto evento es algo que existe hace mil años, pero que ahora por esta cuestión del distanciamiento y la higiene se vuelve algo necesario, no es algo que uno buscaba. Uno no está completamente preparado, ni es un contexto fácil, porque los costos son muy altos”, dice Matias Loizaga, uno de los socios de PopArt, una de las empresas líderes en materia de música. El productor no deja de mostrar optimismo ni de decir que el presente los “entusiasma y divierte” en materia de proyectos artísticos, y deja en claro que tiene la esperanza de que esto “sea el comienzo de algo, antes de que aparezcan los shows con distanciamiento y nuevos formatos”.
En sintonía con su pensamiento, el pasado 7 de octubre, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció una noticia tan esperada en el mundo de la música como cuestionable en materia de salud, como lo es la vuelta de los eventos culturales en espacios públicos al aire libre con una participación máxima de 300 personas. La idea de volver a disfrutar de un espectáculo en vivo es algo que ilusiona a muchos; sin embargo, para Loizaga la vuelta no va a ser tan sencilla: “Después de un mensaje tan fuerte como lo fue el “Quedáte en casa”, ahora que se puede empezar a salir, es todo un desafío convencer a la gente de que venga y compre una entrada”.
Transmitir un show por internet no es tan fácil como suena. Uno de los hombres fuertes de PopArt explica que a diferencia de los grandes eventos, en los que la gente concurre a un predio y accede al lugar, en este universo virtual aparece una variable incontrolable, incluso para personas que llevan más de una década en el rubro, como lo es la velocidad de bajada de cada persona en su casa. “Cuando encaras un emprendimiento de esta naturaleza tenés que estandarizar algunos procesos y realizar inversiones para que la subida del material sea buena y que no se corte”, comenta, mientras recuerda la primera propuesta artística de la empresa en este contexto: por el mes de mayo, el Quilmes Rock Solidario tuvo más de un millón de vistas, con una simultaneidad de conectados altísima (de más de 50.000 al mismo tiempo). Números que si bien internacionalmente están lejos, a nivel nacional son bastante altos para un universo que, hasta el momento, había sido poco explorado.
“El primer desafío fue encontrar la manera de transmitir desde el hogar de cada artista, en un contexto de aislamiento total y con el nivel de calidad que buscábamos. Hoy, en una fase de mayor flexibilidad, la cuestión de conectividad está resuelta y nos enfocamos más en lo artístico, en hallar el lenguaje visual que identifica nuestro producto”, confiesa Juan Cruz Saibene, uno de los coordinadores de Marketing en PlateaNet, otra de las empresas nacionales más importantes en materia a la producción de espectáculos, con un fuerte peso en propuestas teatrales.
Saibene comenta que la plataforma PlateaLive surgió como una respuesta a la problemática del cierre de salas que paralizaron la actividad en forma completa. “La innovación está en nuestro ADN y siempre buscamos la forma de seguir generando valor para nuestros clientes y consumidores. Hoy, con más de 100.000 espectadores, estamos muy orgullosos de lo que creamos y la forma en que lo hacemos”, sostiene.
Costos y variables del modelo de negocio mainstream
Hablar de números en Argentina no es sencillo, sobre todo en una economía tan volátil como frágil. Loizaga hace mucho hincapié en la variabilidad de los costos y afirma que buena parte de eso se debe a que “mucho va a depender de la cantidad de gente que se conecte, lo cual te va a subir o bajar el precio del ancho de banda y, por consiguiente, va a variar la inversión que tengas que hacer en streaming, en encodear las imágenes, en la cantidad de cámaras que uses”; incluso agrega que también entran en juego los arreglos económicos con las bandas, las cuales pueden tener un fee fijo o fee variable. “Son un mar de alternativas y cada una con muchas variables”, aclara.
“En una transmisión hay involucrada mucha tecnología, soft y hard, pero también staff técnico, de operaciones, atención al cliente, audiovisual, entre otras cosas, además de licencias y derechos que están directamente vinculados al tipo de evento. Por todo esto que te digo, sería difícil precisar un costo ya que el mismo depende de factores como el formato y las características propias del show, la locación desde dónde se transmite y los recursos técnicos con los que ya cuente la producción o el teatro”, dice Saibene cuando es consultado por los valores que maneja el mercado local.
Algo para tener en cuenta es que, ya en mayo de este año, se supo que los organizadores de estos espectáculos deben pagar a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) un 9 por ciento de los ingresos totales -era del 12 pero hasta fin de año tendrá un descuento del 25 por ciento- a los shows para los que se cobren entradas. Además, en el caso de realizar una transmisión por internet se deberá abonar un monto de $250.000 exclusivamente para la ocasión y, en caso de realizar la transmisión en conjunto por otros medios de comunicación, ese canon ascendería a $400.000.
Me parece que es una transición esto. Creo que en unos meses, habrá otra alternativa, ya sea con distanciamiento, cómo lo es en el caso de España, Alemania, ó algunos lugares de Estados Unidos en dónde se están abriendo algunos lugares, pero a una capacidad del 10 o 20 por ciento de la totalidad. Ese creo que es el próximo paso antes de volver a operar como se hacía antes de la pandemia.
El futuro llegó
“En principio el panorama general de la actividad teatral y musical es muy incierto todavía, nadie sabe aún cuándo se podrá volver a disfrutar de un evento presencial. Durante el período de aislamiento el streaming apareció como la única forma de capitalizar el talento artístico, y entendemos que en la medida que se pueda ir retornando a la actividad presencial. Es por eso que funcionará como un complemento sinérgico”, afirma Saibane y agrega que esta modalidad relativizó el concepto de las limitaciones de la cantidad de butacas, la ubicación geográfica, y hasta la idea de una entrada por persona.
Para el Loizaga, todo esto “es una transición hasta que salga la vacuna y vuelva todo, de alguna manera, a como era antes de la pandemia”, mientras cree que de esta tragedia sanitaria nos vamos a llevar un gran aprendizaje y un conocimiento enorme de lo que es el mundo digital, del streaming y de la monetización de esos contenidos. “Creo que mucho de todo esto llegó para quedarse. De hecho creo que, a partir de ahora, no va a existir show en vivo que no tenga la alternativa en streaming”, concluye.
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