Keith Richards: Un gitano solitario
18 de Marzo, 2019
A treinta años de la publicación del primer disco solista de Keith Richards, Revista El Bondi recorre la historia detrás de Talk is Cheap a pocos días de su reedición aniversario en diversos formatos.
“Talk Is Cheap no sólo me recargó las pilas. Me devolvió a la vida, sentí como si hubiera salido de la cárcel”, declaró Keith Richards luego de la publicación de su primer trabajo como solista. Con su anunciada reedición por el trigésimo aniversario en distintos formatos –Super Deluxe Set, Deluxe Set, CD, LP, digital- prevista para fines de marzo de este año, Revista El Bondi se adentra en el proceso de gestación del disco que numerosos críticos y fans alrededor del mundo no dudan en considerar como el mejor material de un integrante de The Rolling Stones por su cuenta. Esta la historia detrás de Talk Is Cheap (Hablar es barato), el álbum que marcó un antes y un después en la vida de “El Riff Humano”.
La “Tercera Guerra Mundial”
Para Richards, la oportunidad de conducir su vida artística por nuevos carriles fue el resultado de la crisis más profunda vivida por The Rolling Stones en toda su carrera, a la que el guitarrista bautizó sin eufemismos como la “Tercera Guerra Mundial”. Si bien los primeros síntomas del desgaste en su relación con Mick Jagger surgieron a finales de los años setenta y comienzos de la década del ochenta, la tensión entre la legendaria dupla compositiva se acrecentó a partir de mediados de esta última, fruto de una seria de decisiones por parte del cantante que, para Keith, amenazaban los cimientos de un grupo que iniciaba por aquellos años su tercer decenio de vida.
En agosto de 1983, los Stones firmaron un nuevo acuerdo discográfico en Estados Unidos con CBS Records. El contrato exigía a la banda cuatro álbumes nuevos a seis millones de dólares cada uno. “Lo que no supe hasta bastante después –señala Richards en su libro de memorias, Vida (2010)- es que, aprovechando ese acuerdo, Mick había firmado su propio contrato con la CBS para grabar tres discos en solitario por muchos millones, naturalmente sin decir una palabra a ningún miembro de la banda”. Para Keith, la actitud de Jagger se relacionaba con “una dolencia conocida como SCB, ‘síndrome del cantante de banda’. Había dos universos: el de Mick y el nuestro. Y aquello no funcionaba en absoluto a la hora de mantener a la banda unida o feliz (…) Los miembros del grupo básicamente nos habíamos convertido en sus empleados”.
En enero de 1985 los Stones iniciaron en París la grabación de un nuevo disco de estudio, Dirty Work, y el guitarrista se enfureció cuando Jagger se presentó sin nuevo material para contribuir. Mick estaba absolutamente inmerso en la inminente publicación de su primer trabajo solista, She´s the Boss. Richards ironizaba al respecto: “¡Vino tan poco a la grabación que casi no tuvimos tiempo de pelearnos! Estábamos sólo Charlie (Watts), Ronnie (Wood) y yo intentando grabar un disco de The Rolling Stones. Fue muy poco profesional por parte de Mick, muy estúpido”. Jagger intentaba con sus declaraciones aplacar el malestar en el seno del grupo: “Los otros Stones podrían pensar que si el álbum funciona realmente bien podría significar el final del grupo. Pero no será así. Lo de los Stones es un largo matrimonio. Los conozco muy bien”.
La muerte del pianista Ian Stewart, el “sexto stone”, pareció por un momento acercar posiciones al interior de la banda pero, lo peor estaba por llegar. Tras la publicación de Dirty Work a mediados de 1986, Richards recibió un telegrama de Mick en el que le anunciaba su decisión de posponer la gira de presentación del disco para dedicarse de lleno a la grabación de su segundo álbum solista (Primitive Cool, editado en 1987). A Keith le hervía la sangre, e interpretaba el mensaje de Jagger en los siguientes términos: “Mick ha dicho ‘no los necesito, pesados de mierda. Son una cruz para mí. Un fastidio’”. Casi diez años después, en una entrevista concedida a la revista Rolling Stone, el cantante recordó que “cuando salió la idea de la gira, dije: ‘No creo que esto funcione’. En retrospectiva, tenía ciento por ciento de razón. Habría sido la peor gira de The Rolling Stones. Probablemente hubiera sido el fin de la banda. Fue un período terrible”.
Sin actividades en el horizonte con la banda que tanto había tratado de mantener unida, Richards apeló a su instinto de supervivencia como músico y se involucró en una serie de eventos que finalmente desembocarían en el desafío al que se había mostrado reacio por años y años: grabar un disco en solitario.
Componiendo con Mr. Jordan
A principios de julio de 1986, Aretha Franklin pidió a Keith Richards su colaboración para producir la canción principal de la banda sonora en la película Jumpin’ Jack Flash (en español, “Sálvese quien pueda”) protagonizada por Whoopi Goldberg. Richards recuerda en Vida que “Charlie Watts había dicho en alguna ocasión: ‘Si trabajas con otros, Steve Jordan es tu hombre’. Pensé: ‘Tengo que montar otra banda, hay que empezar de cero’. Ya conocía a Steve, pero así fue como se forjó un nuevo grupo: a raíz de la banda sonora para Aretha. La sesión fue genial. Y se me quedó grabado que, si iba a hacer alguna otra cosa, sería con Steve”.
El baterista y cantante Steve Jordan, que en ese momento tocaba en la banda del programa de David Letterman, ya había participado en las sesiones de Dirty Work reemplazando a Watts, y sería convocado nuevamente por Keith para formar parte del grupo armado por el guitarrista para acompañar a su amado Chuck Berry en un concierto de homenaje, que sería el eje central de la película documental Hail! Hail! Rock&Roll (1987).
Comenzaba a gestarse una nueva dupla compositiva, y Keith lo recuerda en sus memorias: “Steve me animó, percibió algo en mi voz que, en su opinión, podía servir para hacer discos (…) Sólo con la colaboración llego realmente a algún sitio, necesito una reacción para decidir que estoy haciendo algo valioso. Así que empezamos a pasar tiempo juntos en Nueva York y compusimos muchas canciones (…) Después nos marchamos a Jamaica una temporada: allí nos hicimos amigos y comprendimos que ‘¡también nosotros podemos componer!’. Es el único con quien puedo, ha de ser Jagger/Richards o Jordan/Richards”.
Al dúo se sumaron rápidamente el bajista Charley Drayton, el guitarrista Waddy Watchel e Ivan Neville en teclados. El grupo fue bautizado posteriormente The X-Pensive Winos (“Los Borrachos Caros”), cuando Keith observó que los músicos habían llevado al estudio una costosa botella de vino Chateau Lafite. El guitarrista sostiene que “los Winos se formaron con mucha astucia: casi todos los miembros de la banda lo tocan casi todo, pueden cambiar de instrumento sin problemas y prácticamente todos cambian (…) Aquel grupo base, desde el momento en que tocamos el primer compás juntos, despegó como un cohete”. En julio de 1987, Richards firmó un contrato con Virgin Records para dos discos en solitario, y en agosto el grupo ingresó a grabar durante dos semanas en Le Studio de Montreal, en Canadá.
Talk Is Cheap y sus revelaciones
¿Cómo se convirtió la frase “Talk is Cheap” en el título del disco? “El título fue la única cosa del disco que tenía relación con los Stones”, rememora Richards. “Escribí una canción para Dirty Work llamada ‘Talk is Cheap’, pero no la había terminado. Entonces me dije a mí mismo: ‘Es un título genial para un álbum’”. En una entrevista concedida a Rolling Stone, publicada en octubre de 1988, el guitarrista relataba al periodista Anthony DeCurtis la atmósfera cargada de energía en el estudio de grabación junto a su nueva banda: “El entusiasmo de los otros es increíblemente importante, y estos tipos me lo dieron todo el tiempo. Nunca me dejaban consentirme. Me miraban y me decían: ‘¡Más arriba, más arriba, man! Yo pensaba: ‘¿Por qué? Nadie me pateó tanto el culo’. Al mismo tiempo lo disfruté, porque tenían razón”.
De comienzo a fin, Talk is Cheap reunía un grupo de once canciones poderosas, interpretadas por una banda en absoluta sintonía. Los filosos riffs y los certeros ataques de batería se conjugaban naturalmente con baladas decoradas con bellos arreglos, con la novedad de que esta vez Richards y su voz ocupaban el centro de la escena. Waddy Watchel recuerda en Vida que fue él quien sugirió que “Big Enough” (con el saxofonista Maceo Parker como invitado) fuera la canción que abriera el disco. “La primera vez que oyes a Keith cantando en esa canción te quedas sin palabras con la primera frase. ¡Su voz suena maravillosamente bien y canta, aparentemente, con tan poco esfuerzo! Recuerdo que dije: ‘Cuando la gente oiga esto no se va a creer que quien canta es el puto Keith Richards’. Y luego los rematas con ‘Take It So Hard’”. Esta última canción, con su riff abrasador, se convertiría en el primer single del disco y tendría su videoclip de difusión.
Una constelación de invitados colaboró con Keith. El homenaje al rockabilly y el doo-wop de los años ‘50, “I Could Have Stood You Up”, contaba nada menos que con la guitarra blusera del ex guitarrista stone Mick Taylor y con el legendario pianista Johnnie Johnson. En la balada con inconfundibles aires de soul “Make No Mistake” –que también tuvo su videoclip- participaron la sección de vientos Memphis Horns y Sarah Dash en voz, mientras que en la entrañable “Locked Away” se destacan el acordeón de Stanley “Buckweath” Dural y el violín de Michael Doucet, producto de un Richards empapado por aquel entonces de música sudafricana. Pero la prensa reparó especialmente en la canción “You Don’t Move Me”, donde Keith disparaba contra Jagger con versos como “Lo que te hace tan avaro / Te hace tan sórdido / Ahora quieres lanzar los dados / Pero ya has sido eliminado dos veces”. Según Richards, el tema “no habla exactamente de Mick, pero es un punto de partida. Es sobre alguien que tiene un amigo con el que siente que no se puede comunicar, e intenta hacérselo saber”.
Para Richards, el trabajo por fuera de los Stones resultó revelador en varios aspectos. En primer lugar, le hizo notar su capacidad de reunir músicos que pudieran conformar una banda. Como le comentó al biógrafo Victor Bockris: “El proceso de montar los grupos para Aretha y Chuck me hizo pensar que tenía una habilidad que desconocía porque nunca había tenido que usarla: juntar a ciertos tipos en una situación adecuada y crear un grupo. Con los tipos adecuados, en diez días puedo darte una banda que suene como si hubieran estado diez años juntos”.
Además, el músico comenzó a modificar su forma de componer, en función del nuevo rol que asumía como cantante principal: “Empecé a escribir y cantar las canciones de manera diferente (…) Estaba aprendiendo a cantar plantado ante el micrófono, en vez de entrar y salir a ráfagas mientras hacía como que tocaba la guitarra, que era lo que solía hacer en el escenario hasta entonces (…) Empecé a escribir canciones más serenas, baladas, canciones de amor. Canciones que salían del corazón”. Como líder de grupo, el músico confesó en el documental Keith Richards: Under The Influence (Netflix, 2015) que “estar al tanto de todo, desde la primera nota hasta el final, me dio cierta disciplina que seguramente necesitaba mucho”.
Gira con X-Pensive Winos y fin de la guerra
Producido por Keith Richards y Steve Jordan, Talk Is Cheap salió a la venta el 4 de octubre de 1988, y el 27 de octubre entró en las listas estadounidenses en el número 27. Permanecería allí durante veinticuatro semanas, y su posición más alta fue la 24. Vendió un millón de copias en todo el mundo, y obtuvo buenas críticas tanto de los fans como de los críticos. La prestigiosa revista Guitar World sostuvo con cierta ironía que “aunque ningún otro stone haya intervenido en él, Talk Is Cheap es el mejor álbum de los Stones en diecisiete años”, mientras otras publicaciones especializadas elogiaban el trabajo de Richards al compararlo con los erráticos resultados del proyecto solista de Jagger. Keith destacaba el logro del disco al “ceñirse a lo musical. El público está harto de discos insustanciales, de botoncitos y cajas de ritmo. El rollo de la alta tecnología, de los jueguecitos, no tiene nada de malo. Es cuestión de cómo lo utilices. Steve y yo queríamos mantenernos en un terreno más hardware, menos tecnificado. Tengo tomas más nítidas, precisas y perfectas de cada una de estas canciones, pero cuanto más intentas perfeccionarlas, más pierdes el aspecto instintivo. Y yo busco el instinto”.
Ese mismo octubre, Richards inició una gira promocional por Inglaterra, España, Italia y Noruega, y durante noviembre y diciembre recorrió con X-Pensive Winos catorce ciudades de Estados Unidos, iniciando la gira el 24 de noviembre en Atlanta. En Vida, Keith afirma que “durante la gira con los Winos disfrutamos como niños, recibimos ovaciones con el público de pie al final de casi todos los conciertos, tocamos en teatros pequeños y se vendió hasta la última entrada (…) El nivel de virtuosismo musical de los tíos que estaban en el escenario era increíble. Tocamos de puta madre todas las noches, la música fluía de una manera increíble. Aquello ya era planear por las alturas. De verdad que fue mágico”. En los shows, el guitarrista y los suyos tocaban las canciones de Talk Is Cheap pero también daban paso a algunos temas del repertorio stone como “Time Is On My Side”, con una Sara Dash descomunal –que se había incorporado a las actuaciones en vivo del grupo junto a Babi Floyd-, “Happy” y “Connection”. El 15 de diciembre el grupo ofreció una legendaria actuación en el Hollywood Palladium de Los Ángeles que fue grabada y luego publicada oficialmente, según reconoció Richards tiempo después, para evitar la piratería. El último show de la gira tendría lugar el 17 de diciembre en Nueva Jersey ante aproximadamente 22.000 fans.
Durante 1988 comenzó a tomar fuerza la posibilidad de que los Stones volvieran a trabajar juntos, pero Richards pospuso el encuentro con Jagger ya que se encontraba embarcado en la publicación de Talk Is Cheap. En enero de 1989, en la isla de Barbados, los compañeros de toda una vida hicieron las paces y junto al resto de la banda grabaron Steel Wheels, su primer disco en tres años, para embarcarse luego en una histórica gira después de siete años sin pisar los escenarios. Keith reconoció que “la reunión en Barbados significó el principio de la distensión de los ’80 (…) Puede que no perdone, pero tampoco soy capaz de guardar rencor durante mucho tiempo. Mientras tengamos entre manos algo que funciona, todo lo demás se convierte en secundario. Somos una banda y nos conocemos bien (…) A fin de cuentas, The Rolling Stones son más importantes que cualquiera de sus miembros”.
The X-Pensive Winos volvería a reunirse con su líder para editar en 1992 el disco Main Offender, y lo acompañaría veintitrés años después en Crosseyed Heart (2015). Talk Is Cheap, a tres décadas de su publicación, continúa siendo un disco fresco y auténtico, y por sobre todo, el ejemplo contundente de una estrella de rock que, en medio de la crisis, supo rodearse de buena compañía para reinventarse y demostrarse que, aunque The Rolling Stones fuera su hogar, había vida más allá de él.
LEER MÁS
2022-07-15
2022-07-01
2022-06-21
2022-06-08
2022-05-29