Jam Club BA: que no se pare de zapar, que no se pare
05 de Julio, 2018
La historia detrás de una movida de la que participan héroes anónimos y artistas mundiales.
Subir, tocar, bajar y disfrutar de la noche. Amparada en esta premisa, y la de no atarse a un estándar establecido por la escena tradicional, es que nació la Jam Club BA, un encuentro necesario entre músicos que no pretenden otra cosa que improvisar sobre el escenario. Jugar. Esquivar la ortodoxia. El evento como tal, que seduce tanto a artistas locales como internacionales, surgió hace dos años, en el Club Cultural Matienzo, cuando se gestó una suerte de after del show de Snarky Puppy en el Luna Park. “Fue la que, a nivel estético y conceptual, dejó de lado la cuestión de los solos, para centrarse sobre las canciones”, explica Ramiro Rodríguez Goitia, uno de los dos organizadores, sobre el puntapié inicial.
A partir de ahí, todo cambió. Lucharon contra una costumbre muy arraigada, la de hacer un paquete de temas que todos conocen, que se reitera. Una que sepamos (improvisar) todos. El elemento disruptivo, entonces, pasa por la posibilidad de elegir un repertorio que no sea siempre el mismo. Que se renueva de manera constante. O sea, va contra la corriente. “Tiene que ver con lo que nos gusta hacer”, suma Rodríguez Goitia. Constituida la idea, la bola se corrió. Creció y se expandió.
Para Maria Tezza, la otra mitad en la organización de la Jam Club BA, “se trata de un espacio que abre las puertas al que no se anima a subirse a un escenario a improvisar directamente”. Y agrega: “Tal vez, elegir un tema que ya conocés o que está hablado con anterioridad, si bien es aleatorio la gente con la que te toca ensamblar, te da un poco más de soltura”.
-En ese contexto de anormalidad, ¿qué llegó a sonar?
Ramiro Rodriguez Goitia: -De todo, hasta Babasónicos. Por eso, de un tiempo a esta parte, implementamos jams temáticas, donde se pueden elegir temas de determinados artistas -NdlR: el mes pasado hubo una edición en la que Radiohead, Tame Impala, Gorillaz y Daft Punk eran las opciones-. Por eso le cambiamos el nombre, porque si bien hay un condimento de jam, no nos sentimos del todo identificados con ese concepto. Nos queda un poco chico. Llamarnos “Club” nos da la libertad de hacer algo único: esto es juntarse a tocar música, pero con nuevas reglas.
-¿Cuál es la periodicidad con la que se realiza?
Maria Tezza: -Si bien en principio nos planteamos que fueran dos por mes, ahora que empezamos a realizarla en Niceto Club es más aleatorio. El año pasado nos fuimos un poco de rosca y hubo un tiempo en el que llegamos a hacer una por semana.
-¿Qué características debe poseer un local para que albergar el evento?
RRG: -Cierta cuota de cercanía. La posibilidad de que la gente que toca se mezcle con los que van a verlos. Es algo que pasa y que nosotros habilitamos. Tratamos de fomentar que, la persona que participa, también sea espectador. Se trata de compartir, no sólo venir a tocar.
Por edición, tocan un promedio de 70 personas, que previamente se contactan a través de Facebook. Se organizan los grupos y cada uno interpreta dos temas. Salvo los bateristas y tecladistas, cada uno lleva su instrumento. Entre cada banda hay diez minutos de descanso, para fomentar la fiesta.
Aunque el récord, por ahora, fue una fecha que duró 12 horas y contó con 300 participantes, una de las más especiales ocurrió este año, fue a la que asistieron Anderson .Paak, The Free Nationals, Flea (RHCP), Mac de Marco. “Se lleva todas las chapitas”, reconoce Tezza y Rodríguez Goitia agrega: “Cuando subimos el video, la gente posteó que fue la mejor noche de su vida. Y eso no es romanticismo, es literal. Nos da mucha felicidad haber generado un espacio así”. ¡Que no se pare de zapar, que no se pare!
*Domingo 8 de abril en Niceto Club, Avenida Niceto Vegaa 5510. A las 20.
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