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40 años del disco debut de Motorhead: Jack Daniels, Speed y Rock and roll

Cronista: Fernando Canales | Fotos: Fernando Canales

21 de Agosto, 2017

40 años del disco debut de Motorhead: Jack Daniels, Speed y Rock and roll

Anfetaminas, whisky, rock y muchísimas ganas de triunfar. Todo eso tenía Lemmy Kilmister al momento de lanzar su primer LP, con una de las bandas que marcó el pulso de la escena mundial. En este informe, un repaso por el camino que debieron atravesar Kilmister y compañía en su largo camino a la gloria.

Hoy en día, a casi a dos años de su muerte, todo el mundo ha oído hablar de Lemmy Kilmister, el rockero que a base de hectolitros de Jack Daniel’s con Coca, miles de cigarrillos y unas convicciones firmes como sus líneas de bajo, dejó una marca y un legado difíciles de igualar. Su música, que influenció el speed Metal y  el thrash de principio de los 80, y un estilo de vida que incluía el combo drogas, whisky, mujeres, juego, grabar y salir de gira para luego volver a grabar, lo ubican en el Partenón del rock; pero no todo fue un lecho de rosas. Lemmy fue echado de su primer banda, Motörhead estuvo a milésimas de segundo de desaparecer, la prensa y Estados Unidos no le daban espacio, pero él arriesgó todo y ganó, porque ¿quién dijo que apostar es para los tontos?

Sexo, drogas, drogas, drogas y rock and roll

La camioneta del grupo Hawkwind puso primera, aceleró y partió hacia Detroit, donde la agenda marcaba que tenían su próximo show ¿Lemmy? inconsciente en el piso. Se habían ido sin él, el bajista se bajó para mear, alguien lo golpeó en la cabeza para robarle su cámara de fotos, sus compañeros se cansaron de esperar, y se fueron. Cuando finalmente volvió en sí, hizo dedo, un gran camionero gay lo levantó “Tuve suerte de salir ileso”, recuerda entre risas, pero llegó a la presentación.

Respecto a aquel episodio, la versión de Hawkwind es que Lemmy había conocido a una chica asiática-americana, y que por eso le pidió al manager -Douglas Smith- que la banda se quedara un día más en Chicago, “No vas a llegar, no confió en vos”, fue la respuesta. La teoría de Smith, es que Lemmy volvió, estuvo con la chica y encima llegó al show. Todos estaban muy calientes, y cuando le preguntaron  “¿Dónde estabas?” La respuesta fue "¡Fuck you!"

Sea cuál sea la verdad, el punto es que Hawkwind, estaba dominado por la tensión. “Durante mis años en el grupo, pude salir de mi coraza; siempre estaba adelante en el escenario, no era considerado el líder de la banda, pero era muy presuntuoso. Empecé a escribir canciones y eso les jodió a todos, sin contar el tema drogas”, cuenta Kilmister en su autobiografía.

La gota que colmó el vaso se dio en el viaje desde Detroit hasta Toronto;  después del concierto, una chica le dio a Lemmy una pastilla, quien no tuvo mejor idea que sumarla al gramo de anfetamina que ya tenía de contrabando en sus pantalones. En la frontera de Estados Unidos con Canadá, los pararon y los revisaron hasta la piel,  "Esto es cocaína, te vas a la cárcel, muchacho", fue la sentencia del oficial (errónea, porque se trataba de otra droga) pero el resultado fue el mismo: Las rejas.

Obviamente, esa no fue una experiencia placentera hasta que sonaron las palabras mágicas: "Pagaron la fianza". Lemmy se enteraría más tarde que Hawkwind sólo pagó para sacarlo porque su reemplazo (Paul Rudolf de Pink Fairies) no llegó a tiempo a Canadá. “Me mandaron un ticket de avión, llegué después de la prueba de sonido, hicimos un tremendo show, y a las cuatro de la mañana me echaron. Estaba usando la droga equivocada, si hubiera estado en el ácido estaría todo bien. Pero decían ´El speed mata hermano, es una droga mala´, basados en ese pensamiento hippie. Pero cuando me fui de Hawkwind “the cojonesse vinieron conmigo", afirmó el bajista. (NdR Speed es el nombre callejero para la anfetamina y la metanfetamina). 

Nací para perder, vivo para ganar

Lemmy ya había sufrido golpes en su vida, como la perdida de Susan Bennett -el amor de su vida-, quien murió ahogada en la bañera tras una sobredosis de heroína, a fines de los 60. Pero el hecho de ser despedido lo devastó, aunque luego pudo saborear su fría venganza y se acostó con las novias de todos los integrantes de Hawkwind. Para aquel entonces, volvió a Londres con tres bajos y una valija, situación que no se veía para nada sencilla, y en una charla con su manager, Lemmy le preguntó si la plata iba a seguir ingresando: “No hasta que formes tu propia banda”, fue la lapidaria respuesta.

La tenacidad fue algo que marcó la personalidad de Lemmy, y a las dos semanas de haber llegado a la capital inglesa,  ya había armado la banda que  luego se convertiría en Motörhead. Ya tenía claro el estilo y el rumbo musical: “Quería un grupo tipo MC5, con cosas de Little Richard y también de Hawkwind, aunque éramos una banda de blues", rememora. En poco tiempo, reclutó al baterista Lucas Fox y al guitarrista Larry Wallis (quien estuvo en UFO). El grupo -en principio- se iba a llamar “Bastards” pero, el manager Doug Smith, le aseguró que con ese nombre le resultaría imposible llegar al “Top of the Tops”, por lo que terminó llamándose Motörhead, como el último tema que Lem había escrito para Hawkwind, y que hace referencia en el slang americano a un “speedfreak”- NdR “Drogadicto que siempre está high por crystal o metanfetamina.”

En 1975, Lemmy agarró sus amplificadores con colores psicodélicos y los pintó de negro. La prensa ya estaba enterada de que algo estaba pasando por los ecos que tuvo su salida de Hawkwing, y en una nota con la revista Sounds, Lem dejó la primera frase famosa (y profética) de muchas que vendrían. "Motörhead va a ser la banda de rock and roll más sucia del mundo; si nos mudamos al lado tuyo, tu césped morirá”, y el 20 de julio de ese año, el músico estaba en el Roundhouse tocando su primer show con su nueva agrupación (youtube tiene una cinta pirata de ese primer show).

Como muchos de los grupos de la época,  Motörhead usaba una intro en las presentaciones de sus shows. Por eso, Kilmister -un fanático de las Segunda Guerra Mundial- eligió para abrir sus conciertos un tape del ejecito alemán marchando y gritando “Seig Heil”, una frase de la que desconocía su significado, pero que le resultaba frío y poderoso. Desde aquellos primeros shows, la gente mostró su lealtad; un dato curioso, según los recuerdos del propio Lemmy, es que en ese recital había desde punks, pasando por los viejos fanáticos de Hawkwind, y hasta un chico que se apareció con un cinturón de balas y botas blancas, como las que él usaba en esa época. Y eso fue algo que nunca cambiaría: ni la lealtad, ni su ropa.

On Parole

Con los primeros pasos dados en la escena, el grupo veía rápidamente los frutos de ello: el lado positvo fue que lograron un contrato discográfico con United Artits -el mismo sello que Hawkwind-; el negativo, que la revista Sounds los había catalogado como “La peor banda del mundo”. Pero nada iba a detener la vertiginosa carrera que Kilmister y compañía estaban emprendiendo en el mundo de la música, y por eso se instalaron en el Rockfield Studios, al sur de Gales para grabar con Dave Edmunds como productor, algo que no duró más que cuatro temas, puesto que Edmunds se fue a trabajar con Led Zepellin en lo que terminaría siendo ‘Swan Song‘. 

Cuando Dave se fue, Kilmister decidió que había que cambiar al baterista Lucas Fox, luego de que su comportamiento comenzó a verse demasiado extraño; es que Fox, intentó la locura de que querer seguir el ritmo de consumo de Speed que llevaba Lemmy, y obviamente, no pudo. Curiosamente, varios años más tarde, después de una dieta regular de drogas y alcohol, Lemmy escuchó el rumor de que Keith Richards se había ‘cambiado la sangre‘, y fue por eso que buscó ayuda profesional, pero ante su consulta, la respuesta del médico fue tajante e hilarante, en partes iguales: “La sangre pura te mataría, ya no tenés sangre humana. Ah, y tampoco podés donar sangre porque matarías a cualquiera; sos tóxico.”

Volviendo a lo estrictamente musical, el nuevo baterista ya estaba al caer y Lemmy lo había conocido seis meses antes. Su nombre era Phil "Philthy Animal" Taylor -sobrenombre puesto por una ex novia por sus gustos sexuales-, un skinhead del club de fútbol Leeds United, al que su padre le dijo alguna vez, “Si querés golpear algo, golpeá esto” y le regaló una batería. La historia de cómo se conocieron tiene dos versiones: la primera, Phil habría cruzado caminos con Lemmy por el speed, entre dealers y otras cosas; la segunda indica que, los dos se encontraron en un bar, que Lemmy le estaba pidiendo a la gente que le consiga cambio para la máquina tragamonedas –uno de sus grandes placeres-, y que Phil le dijo “dejá de molestar a la gente y conseguite vos el maldito cambio”. “No nos llevamos bien desde el principio, pero después nos convertimos en un monstruo de dos cabezas”, contó Phil.

Además de la batería, Taylor tenía otro bien muy preciado: un auto con el que podía llevar a Lem al estudio, el cual les quedaba bastante lejos. Una vez allí, lo probaron a frente de los parches y eso bastó para que, Larry Willis- el guitarrista- opinara: “Este horrible pequeño bastardo, ¡es perfecto!”. Así fue cómo Phil terminó re-grabando todas las pistas de Lucas Fox, menos “Lost Johnny”, e intentó cantar en “City Kids”, aunque no tuvo demasiada suerte en ello. Todo para el nuevo integrante de la crew era magnìfico y no dudó en asegurar, extasiado: “nunca había estado en un estudio, es genial, ¡Así suenan las baterías!”.

El as de espadas

El disco iba a llamarse “On Parole” pero, la gente de United Artists, lo “frezzó” por tiempo indefinido. Hicieron 30 shows durante 1976, sin señales de que el álbum viera la luz. Sin embargo, eso no detuvo a Willis en la idea de buscar a otro guitarrista, y así fue como llegó Eddie “Fast” Clarke, quien trabajaba como jefe de Phil en la reparación de una casa flotante; según Taylor, así era su superior: “Era como un Hitler, todo el día diciendo  “hey ¿qué estás haciendo? Volvé a trabajar ¡pendejo! (risas)”.

Eddie podía tocar blues y también solos más pirotécnicos. Además, estaba enterado de la banda porque había leído los diarios ("si te mudás cerca, tu césped morirá"); con estos antecedentes, cayó al ensayo junto a Phil, empezaron a zapar y todo marchaba bien. Varias horas más tarde llegaría Larry y cuando se enchufó, su volumen fue tan alto que nadie pudo escuchar nada por los próximos 30 minutos.



Después de aquella sesión, Larry dejó la banda. Eddie pensó que no había conseguido el puesto e inclusive le hicieron pagar la sala de ensayo, “Tuve que pagar por mi propia audición, ja” comentó. “El sábado siguiente a las ocho de la mañana estaba comatoso en la cama y alguien golpeó la puerta, bajé en calzones pensado ´¿quién carajo viene a esta hora?´ Abrí la puerta y era Lemmy que con su chaqueta de cuero y su cinturón de balas dijo, ´Tenés el trabajo´, se dio media vuelta y se fue, y yo me quedé mirándolo en calzones”, relató Eddie. Desde ese día Motörhead se convirtó en trío, hasta 1984, en donde con Michael "Würzel" BurstonPhil Campbell lo volvieron a intentar.

El grupo hacía shows, pero la autoestima estaba baja. No tenían nada, vivían en casas de forma ilegal y todo comenzaba a irse cuesta abajo.  “Estabamos todos preocupados, en sobrevivir, en conseguir plata para droga, para ensayar, o en conseguir un trabajo como yo hice, Lemmy nunca tuvo un trabajo (risas)”, agregó Phil. Pero la realidad no era graciosa, ya no aguataban más y todos querían tirar la toalla, así que el grupo decidió hacer un show despedida en el Marquee Club de Londres.

Para registrar el evento llamaron a Ted Carroll – manager de Thin Lizzy y dueño de Chaswick Records- para que traiga su estudio móvil y así grabar el concierto pero, los altos costos (y las £500  que pedía el Marquee por los derechos)  tiraron la idea por la borda. A cambio, Ted, les ofreció dos días en el Escape Studios para grabar un single, un lado por día. Motörhead aceptó el trato y no desperdició ni un solo segundo; envuelto en un combo de rock and roll y speed, el grupo grabó 11 temas sin las voces en 48 horas y sin dormir. Sobre aquello, Eddie dijo: “Enchufamos los equipos e hicimos el set, porque lo teníamos muy ensayado, y así fue como hicimos todo el disco”, y Lemmy completó: “Ya éramos una máquina. Al momento de grabar, habíamos estado tocando las canciones en vivo por un años, así que sabíamos lo que estamos haciendo. Sólo había que tocarlo un poco más alto y quizás un poco más rápido”.

Ted escuchó todos los temas, le gustaron y decidió darle más tiempo a la banda para que terminara el disco. Muchas de las canciones fueron regrabaciones de los temas de “On Parole”- que se editó finalmente en 1979-; “Motörhead”, “Vibrator”,  “Lost Johnny”, “Iron Horse/Born to lose”, y “The Watcher”, y las nuevas “White Line Fever”, “Keep Us on the Road” y “The Train Kept a Rollin”, eran los tracks incluídos en este material. Ya en el Olympic Studio, y producidos por John “Speedy” Keen, se mezcló “Motörhead”, el disco debut que costó 3500 libras. Cuatros temas registrados en esas sesiones fueron lanzados posteriormente en el EP Beer Drinkers and Hell Raisers (1980). “Ted nos hizo muy bien, él salvo a Motörhead, porque todos nosotros  ya estábamos  resignados.”, reconoció Lemmy tiempo más tarde.

El disco alcanzó el puesto 43 de los charts del UK, pero en Estado Unidos no tuvo la misma suerte, ya que “Motörhead”(1977), “Bomber” (1979) y “Ace of Spades”(1980)  no fueron lanzados hasta que el disco en vivo "No Sleep ‘Til Hammersmith" (1981) fue número uno en el Reino Unido, "Ace of Spades" alzcanzara No  4 y "Bomber"  el puesto 6. “Nadie nos quería en América, caímos en un mal momento ya que estábamos entre la vieja oleada de heavy metal con bandas como Deep Purple ,y la  nueva oleada con bandas como Iron Maiden, entonces estábamos bien jodidos.”, comentó Lemmy.

El debut también dejó algo para la eternidad, el logo. El mismo que se convertiría en algo icónico al punto de comparación con la lengua de los Rolling Stones o el Eddie de Iron Maiden. “Snaggletooth”, “The Iron Boar” o “The Bastard”, son los nombres que recibió la creación de Joe Petagno, que vive impresa en miles de remeras, en todos los artes de tapa de la banda y en la tinta de miles de tatuajes. Joe, quien también se ocupó de diseñar el logo de Swan Song para Led Zepelin, aclaró: "La versión original tenía una esvástica en el casco, pero finalmente la sacamos.

El motor ya estaba en marcha, la frase “Somos Motörhead y tocamos rock and roll” ya tenía un sentido. Lemmy estaba listo para convertirse en leyenda y darle la razón a la visión de Duff Mckagan – bajista de Guns N´Roses – “Sin Lemmy la música moderna sería totalmente diferente”. Y vaya si tenía razón.

 

 

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