Juan Rosasco en Banda
Oscurito
Cronista: Gentileza: Bruno Lazzaro
17 de Abril, 2006
En "Oscurito" Juan Rosasco demuestra que es uno de los solistas con mayor proyección en la esfera rock local. Un álbum atrevidoen el que el cantautor mezcla toda su melancolía con un poco de pop, soul, funk, chacarera y tango
El nombre que Juan Rosasco eligió para su segundo material, "Oscurito", tiene mucho sentido luego de escuchar la placa en su totalidad. Pero al llegar al último tema y prestar atención en cada una de sus canciones, donde abundan los amores perdidos y el dolor, podría asegurarse que "Fragmentos de mi último viaje con Margarita" hubiese resumido, pese al largo de su nombre, un poco más lo que el cantautor expone en su trabajo.
Editado el año pasado, y luego de un debut auspicioso con Mil Corbatas (2003), Rosasco demuestra en "Oscurito" parte de su alma y su pasión. Letras que desnudan un corazón partido, y que a la vez contrastan con su poder funk y rock, su elegante pop y soul, y toda su calidad interpretativa en tangos y chacareras, se encuentran en pasajes de ida y vuelta.
Un disco increíble en el que Rosasco revuelve sus influencias más prensadas como Chary García, Fito Paez, Luis Alberto Spinetta y Andrés Calamaro para dejarse llevar por los estilos antes mencionados de forma atrevida y cambiante.
Hay un dejo de tristeza a lo largo de todo el disco, y eso es algo que Rosasco maneja muy bien. Además, no tiene problemas en dejarlo sentir en frases como "la esperanza es anestesia pero hay un fin", de la bella "Tu vereda"; "qué más harán con mi mente con tal de que ría, si quiero llorar", de "Canción para Teté", una historia de amor, locura y muerte; y "dice el libro de la vida toda pena hace crecer", de "Nada".
Además de arreglos bien logrados y agregados de instrumentos pocos convencionales para el rock como el violín, la viola, el cello y la flauta, el disco contó con dos colaboraciones que suman mucho: Maneco Saez (Mimí Maura y Abisal) metió violas en "Postales" y Gaba Diaz (Blues Motel) prestó su voz en "Mi Bienestar".
"Oscurito" es un disco que crecerá año a año, una obra para no dejar pasar. Un trabajo ingenioso de un artista que atrapa y que está en constante crecimiento compostivo y creativo. De lo mejorcito.
Editado el año pasado, y luego de un debut auspicioso con Mil Corbatas (2003), Rosasco demuestra en "Oscurito" parte de su alma y su pasión. Letras que desnudan un corazón partido, y que a la vez contrastan con su poder funk y rock, su elegante pop y soul, y toda su calidad interpretativa en tangos y chacareras, se encuentran en pasajes de ida y vuelta.
Un disco increíble en el que Rosasco revuelve sus influencias más prensadas como Chary García, Fito Paez, Luis Alberto Spinetta y Andrés Calamaro para dejarse llevar por los estilos antes mencionados de forma atrevida y cambiante.
Hay un dejo de tristeza a lo largo de todo el disco, y eso es algo que Rosasco maneja muy bien. Además, no tiene problemas en dejarlo sentir en frases como "la esperanza es anestesia pero hay un fin", de la bella "Tu vereda"; "qué más harán con mi mente con tal de que ría, si quiero llorar", de "Canción para Teté", una historia de amor, locura y muerte; y "dice el libro de la vida toda pena hace crecer", de "Nada".
Además de arreglos bien logrados y agregados de instrumentos pocos convencionales para el rock como el violín, la viola, el cello y la flauta, el disco contó con dos colaboraciones que suman mucho: Maneco Saez (Mimí Maura y Abisal) metió violas en "Postales" y Gaba Diaz (Blues Motel) prestó su voz en "Mi Bienestar".
"Oscurito" es un disco que crecerá año a año, una obra para no dejar pasar. Un trabajo ingenioso de un artista que atrapa y que está en constante crecimiento compostivo y creativo. De lo mejorcito.
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