Genera

El nuevo trabajo de Malman trae una fresca propuesta que consolida lo iniciado en el debut que fue Campo hace tres años. Alineados en una especie de new rock bien enérgico, el power dúo cordobés redobla la apuesta con este auspicioso nuevo trabajo.

Aquella grata novedad que nos encontró al descubrir un dúo a pura base de bajo y bata, más una loopera acompañando y una voz comandando, hoy se fortalece con una idea que, por sonido, instrumentación y musicalidad, nos podría a priori llevar a un campo más rítmico, pero que en resultado nos encuentra en un camino armónico y melódico que desemboca en estribillos compradores y canciones propiamente dichas.

Así el comienzo es un perfecto tridente de tres temas con perspectiva de hits. “Gen” abre la placa y lo primero que empezamos a pensar es lo que nos preguntaremos durante el transcurso de toda la escucha: ¿eso es una guitarra? Y la respuesta siempre (o casi siempre) será “no”. El sonido que logra Andrés Gutierrez con su bajo más el pedal, la loopera y los amplis de bajo y guitarra nos desconcierta tanto como nos maravilla. Y ese sin dudas es uno de los fuertes de la banda. En “Era” el bajo se lleva toda la atención y melodía en una letra bien positiva, y “Sur” completa el tándem con una impronta bien cancionera y un estribillo que pide a gritos ser repetido por todos.

La impronta rockera y alternativa empieza a consolidarse de la mano de “Abrigo”, que también otorga un toque bailable y colorido, bien hiphopera en las voces y con un bajo distorsionado que coquetea con el ñu metal. Todo el combo junto.

Al toque, “Simple” es la balada de descanso con la aparición de una guitarra acústica que se lleva todo el protagonismo junto a la voz de Agu Romanelli que se ubica en su costado más delicado. Inmediatamente llegan tal vez los dos temas más pesados de la obra, “Reloj” y “Lupa”, como para contrarrestar y otorgar el máximo poder de esta nuevo oferta del power dúo.

El final es con “Cubo”, posiblemente la canción más intrincada y un altísimo momento de Genera (2019), que cierra con la frase “la cura es el amor”. Todos asentimos con la cabeza al escucharla y hasta tal vez se nos caiga una lágrima. Es que esto regala Malman en su nuevo trabajo: poder, delicadeza, virtuosísimo, novedad y frescura, para golpear fuerte en el pecho o amablemente en el corazón.