Transpirando alegría

Más de trece años de historia acompañan a Los Caligaris, nacidos y marcados para proponer fiesta, con una particularidad que permite identificarse de la marca  “decadente” o “kapanguera” que reina la fiesta rockera nacional: el circo. Esta impronta circense hace que los espectáculos en vivo sean delirantes y estén repletos de variantes que provocan un divertido caos escénico.

Pero pasemos a lo que nos concierne, que es el nuevo disco en cuestión. Transpirando alegría, quinta placa de estudio, ofrece en su gráfica a un contento boxeador totalmente cagado a palos pero feliz, que sirve para sintetizar la propuesta. Y de hecho, las tres primeras canciones resumen perfectamente el concepto del álbum y de la banda: un rock pop con vientos en el corte “Me gusta portarme mal”, la veta cancionera de “Saber perder” y la pachanguera “Cuarteto rockero” con el Mono de Kapanga de invitado.

Letras costumbristas (chequear “La siesta” y su reminiscencia a El Chavo del 8) comandadas por el tecladista Valentín Scagliola, se envuelven en un combo de fiesta, pop, ska y cuarteto. Así “No estás” pinta a una ex pareja que en conjunto recrea el agua y el aceite o el día y la noche, y “Estoy de oferta” deja un memorable “soy rengo y a veces cojo”.

La banda no pretende ofrecer ninguna novedad musical, y se siente cómoda en su salsa, esperando a ver cuál será el hit que suplantará al mega difundido “Nadie es perfecto” que contaba la triste historia del tal Cara de Pipa. Son odiosas las comparaciones, pero es inevitable volver a remitirse a la banda de Cucho para dejar a los cordobeses en un escalón más abajo de un grupo que supo ganarse todos los halagos generando un estilo que no permite muchos parecidos. Además, no todos tienen la suerte de contar con la magnífica pluma de Jorge Serrano en sus filas.

“La Mona” Giménez es otro de los invitados estelares que participan del disco, y pone su voz en “Tu fantasma”, sentido cuarteto que muestra el costado sentimental de la banda que continúa en “No te merecés una canción”.

El disco fue producido por los propios Caligaris y por Martín “La Mosca” Lorenzo y Mariano Franceschelli, ambos integrantes de… ¡sí, Los Auténticos Decadentes!, quienes acentúan aún más la iniciativa festiva.

Transpirando alegría contagia con energía, ritmo y alegría, pero no parece dejar otras inquietudes (y probablemente no lo quiera) en un estilo que quien lo practique sabrá que estará a la sombra de un gigante. Los Caligaris sin dudas tienen mucho más para ofrecer en sus divertidos y caóticos shows en vivo.