… Y continuar

Gustavo “Tachy” Carreras, genio y figura de Etiqueta, tuvo que rearmar una vez más la formación para este disco. Y si bien desde los títulos se lee cierta similitud (el anterior, Sin mirar atrás es del 2005) la búsqueda musical es otra, algo no muy común en el universo del rock barrial.

El álbum abre con “Anclado”, un funk pop guitarrero y pegadizo, y de inmediato presentan “Cuanto más”, con Patricia López en flauta traversa; un guiño al folk rock argentino de los  primeros ’70. Este aire sobrevuela todo el disco, con buenas muestras en “Padre ejemplar”, con juego de climas comandado por las teclas de Pablo Varela; y en “Vida, sol y agua”, título hippón y melodía al estilo Gardelitos, con la guitarra eléctrica dibujando sobre una base acústica.

El instrumental “Cabalgata” demuestra que la banda también rinde cuando vuelve a las raíces: un ágil rythmn and blues compuesto por Willy Sánchez, y su armónica marcando el ritmo. “As de corazones” es el otro instrumental, y en este caso se lucen el resto de los integrantes: la batería de Gastón Almirón y el bajo de Fernando Paniagua, base para las guitarras del Tachy y de Gabriel Espinosa. Y la banda a pleno sobresale en “Míralos”, cuando acompañados por una sección de vientos se calzan con éxito el traje de big banda.

En “Su Ley” Juan Antico (JPA) pone su voz a una historia policial bastante transitada (“Sólo por tu facha te van a calar al pasar”). El tema que da nombre al disco es casi una declaración de principios del Tachy y una muestra de su lírica: la primera persona omnipresente, el hacerse cargo de aciertos y errores, el estilo directo, sin tanta metáfora, pero no por eso ausente de contenido.

El arte del disco es hijo dilecto de la escuela rocambolesca en el que los dibujos son complementos temáticos para las canciones. Una fórmula que no por transitada deja de ser efectiva.

Sin dejar de lado la base rocanrolera, Etiqueta se anima a nuevas inquietudes musicales. Un motivo de sobra para prestarle atención.